Massa promete un proyecto de reforma impositiva

ergio Massa en Nueva York: "Debemos discutir una deuda de 30 años de la democracia: la matriz tributaria de la Argentina. Debemos tratar de construir una matriz más progresiva y no tan regresiva porque en sí misma termina siendo un techo para las posibilidades de crecimiento y desarrollo." La otra frase de Massa: "Argentina tiene hoy una posibilidad única, su ubicación geográfica hace a su estrategia geopolítica. Naturalmente ubicada en Mercosur ha sido parte del diseño núcleo regional pero también tiene la oportunidad única de transformarse en el puente con la Alianza de Pacífico, precisamente por estar en el centro de ambos bloques y por su tradición cultural. Argentina desde su territorio puede realizar la unión de ese bloque si se consigue que en algún momento con un corredor biooceanico que ambos bloques le abran las puertas de las salidas hacia los dos continentes o hacia todos desde el Atlántico y Pacífico."


Massa: "Tenemos un trabajo que no tiene que ver con un candidato, ni un dirigente ni un partido. Este es un trabajo para mirar la Argentina de acá a 30 años. Somos parte de una generación que tiene la obligación de construir el futuro de la Argentina y nos debemos poner vehementes en la defensa de los valores para que nuestro país pueda tener nuevamente oportunidades."
El diputado nacional por el Frente Renovador-Buenos Aires, Sergio Massa, encabezó un encuentro organizado por el Consejo de las Américas, en Nueva York (USA). Allí compartió su pensamiento sobre las perspectivas políticas y económicas de la Argentina, así como las oportunidades que enfrenta el país en 2014 y su futuro.
 
En un espacio creado para intercambiar ideas y crear soluciones a los desafíos del presente y futuro, tal como lo anuncia el evento, Sergio Massa se presentó en Nueva York y disertó en el Council de las Américas. Allí además contestó las preguntas de los periodistas que asistieron. 
 
Discurso de Sergio Massa:
 
Le agradezco al Council por la invitación. Es importante hacer una pequeña introducción respecto a por qué estoy hoy acá.
 
Lo que pasó el último 27 de octubre llegó por un momento anterior que nació de la construcción de un grupo político distinto de lo que ocurre naturalmente en la Argentina. En 2009, un grupo de alcaldes/intendentes empezó a construir más allá de los partidos una propia agenda de trabajo en materia de gestión: seguridad, nuevas prácticas de gobierno, infraestructuras regionales, manejo de transporte y medio ambiente, todo esto de manera asociada, integrada.
 
Ese equipo que inicialmente empezó trabajando temas de gestión se encontró en el año 2013 con una situación política particular, no sólo para discutir la agenda de preocupación local sino también en la necesidad de discutir temas institucionales, el presente y futuro de la Argentina.
 
Tal vez no se recuerde, pero en 2013 hubo temas en la agenda argentina marcada como la independencia o no del poder judicial, si era o no posible modificación de la Constitución y la posibilidad de permitir las reelecciones; entonces un grupo de intendentes de diferentes sectores pensó en convertirse en protagonistas del escenario político nacional.
 
En 70 días construimos un espacio político con identidad propia, desde la propuesta concreta hacia la gente y no desde la discusión del poder que muchas veces está disociado de la realidad. Marcamos visiones y límites, con un cambio de paradigma; pensar en el futuro y dejar atrás el pasado de la Argentina. A lo largo de la historia nuestro país tuvo siempre una visión fundacional, empezando todo de nuevo y tirando todo lo anterior. Trazar una raya y empezar a construir el futuro fue lo que nos planteamos para empezar un tiempo nuevo, rescatando las cosas valiosas y significativas y tratar de corregir aquellas cuestiones que significaban dificultades y problemas y, muchas veces, fracasos en la Argentina.
 
Con la idea de sumar en un mismo espacio empresarios y representantes de trabajadores, sumar a la gente del interior y de la ciudad, sumar peronistas con radicales y vecinalistas, entendimos que lo más importante era la necesidad de dejar de mirar el pasado y pensar en el futuro.
 
La elección dejó un resultado contundente, con un gran respaldo en la provincia de Buenos Aires, y luego de la elección desde distintos rincones del país muchos dirigentes empezaron a plantear que la posibilidad que nos habíamos dado de construir algo distinto en la provincia debía tener su correlato, su oportunidad en la política nacional.
 
El protagonismo no lo marca tanto el volumen de legisladores, sino por nuestra capacidad de generar dos situaciones nuevas en la Argentina: la capacidad de construir equipos y de marcar una nueva agenda nos llevó al resultado del 27 y a cobrar ese interés que se despierta alrededor de lo que elegimos.
 
El hito, nuevo en el escenario tradicional, fue la aparición en términos del imaginario social de que hay un ciclo político que termina en la Argentina, y que hay a partir de 2015 un momento nuevo.
 
Hace algunas horas vinieron también aquí dirigentes de otros partidos, pero con característica común: son parte de una generación hija de la democracia, que creció entendiendo que ése es el mejor mecanismo de representación, sin antagonismos ni peleas del pasado. Gestión como valoración para construir relación con la sociedad y diálogo con los políticos.
 
Hijos de la democracia representarán casi monopólicamente la discusión y futuro de la Argentina. Es una generación que tiene responsabilidades y obligaciones, más allá de la coyuntura.
 
Estos 15 meses o 623 días que faltan para una nueva etapa, tiene hoy temas importantes que resolver: inflación, inseguridad, inversión y dificultades producto de falta de reglas y burocracia son temas que después me preguntarán.
 
Las obligaciones de la generación nueva están atadas a la construcción de políticas de estado: lucha contra la pobreza, seguridad y narcotráfico, con un combate frontal desde el estado, educación y los cambios que requiere, sustentabilidad ambiental y salud son políticas que no pueden estar sujetas a vaivenes, peleas ni miserias de cuestión partidaria.
 
Argentina tiene oportunidades para armar la agenda de responsabilidades en la Argentina con un plan de estrategia de desarrollo. Su riqueza natural, el desarrollo de actividad energética y los hidrocarburos, ahí siento que está la responsabilidad de construir garantías, inversiones a largo plazo, construir certezas que van a significar ingreso de divisas y trabajo y desarrollo de nuestras comunidades.
 
Telecomunicaciones: por un lado están las carencias de servicios que muchas veces siente el ciudadano producto de falta de espectro y la imposibilidad de desarrollo de convergencias, por otro que tenemos la posibilidad y oportunidad de mejorar las comunicaciones y desarrollo de actividad económica en esa actividad para pensar que no solamente puede haber ingreso de divisas sino también innovación, tecnología y capital humano aplicado en ese sector.
 
El déficit habitacional de la Argentina es producto de la falta de crédito para acceso a la vivienda y uno puede sentir que estamos lejos de mejorar las posibilidades de desarrollo humano de los ciudadanos, pero hay posibilidad de mejorar no sólo en infraestructura del hábitat sino también en el desarrollo del crecimiento del producto bruto interno a partir de la polea que significa la actividad del desarrollo inmobiliario en la Argentina. Este déficit genera una responsabilidad y una posibilidad.
 
Con el sector agropecuario y cadena de valor agroindustrial, sabemos que más allá de que muchas veces el Estado ha sido una pata en la cabeza para el crecimiento y desarrollo de la actividad, hay una oportunidad en este  mundo que sigue creciendo su población y va a seguir demandando alimentos. Tenemos la responsabilidad de construir políticas para que el Estado deje de lado los limites burocráticos y que toda la potencia de ese sector aflore.
 
Las infraestructuras en sí mismas son una oportunidad y responsabilidad porque hacen al desarrollo regional. En nuestro país el 80% de su producto viaja en camión a pesar de ser un país construido hace 200 años a la vera del ferrocarril. El transporte fluvial y ferroviario, por volumen más competitivos, no ha crecido. Para un productor del interior es más caro el flete a puerto de Rosario que al puerto de destino final.
 
Las infraestructuras no pueden estar sujetas a capacidad de inversión de un presupuesto que no pueden ser de acuerdo a la evolución anual, sino que deben estar planificadas a mediano y largo plazo porque hacen al desarrollo regional, hacen a la posibilidad de equilibrar las asimetrías que desde el punto de vista logístico, energético y de distintas infraestructuras necesarias se requieren para llevar adelante una actividad económica.
 
Debemos discutir una deuda de 30 años de la democracia: la matriz tributaria de la Argentina. Debemos tratar de construir una matriz más progresiva y no tan regresiva porque en sí misma termina siendo un techo para las posibilidades de crecimiento y desarrollo.
 
Hay obligaciones y responsabilidades, pero también hay cuestiones trascendentales que es cómo nos ven desde afuera y cómo nos relacionamos. En ese sentido dos observaciones fundamentales: el fortalecimiento institucional e independencia de poderes, debemos poner el mayor esfuerzo del Estado para que tenga manejo profesional, sea eficiente e independiente y fortalezas en herramientas para quienes tienen el rol del control desde la oposición.
 
Argentina tiene hoy  una posibilidad única, su ubicación geográfica hace a su estrategia geopolítica. Naturalmente ubicada en Mercosur ha sido parte del diseño núcleo regional pero también tiene la oportunidad única de transformarse en el puente con la Alianza de Pacífico, precisamente por estar en el centro de ambos bloques y por su tradición cultural. Argentina desde su territorio puede realizar la unión de ese bloque si se consigue que en algún momento con un corredor biooceanico que ambos bloques le abran las puertas de las salidas hacia los dos continentes o hacia todos desde el Atlántico y Pacífico.
 
Tenemos un trabajo que no tiene que ver con un candidato, ni un dirigente ni un partido. Este es un trabajo para mirar la Argentina de acá a 30 años. Somos parte de una generación que tiene la obligación de construir el futuro de la Argentina y nos debemos poner vehementes en la defensa de los valores para que nuestro país pueda tener nuevamente oportunidades.
 
No tenemos doble discurso ni doble estándar, somos simplemente políticos que entendimos que hay que decir lo que uno piensa en todo momento y en todo lugar”.

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