Del rey inca, segun Belgrano, al reclamo de San Martín y el boicot de Buenos Aires

El 09/07/1816, el Congreso de Tucumán, en ese mes presidido por el diputado por San Juan, Juan Francisco Narciso de Laprida, resolvió tratar la Declaración de la Independencia. El secretario Juan José Paso (el de la 1ra. Junta y los triunviratos) leyó la propuesta: preguntó a los congresales "si querían que las Provincias de la Unión fuesen una nación libre e independiente de los reyes de España y su metrópoli". Los diputados aprobaron por aclamación y luego, uno a uno expresaron su voto afirmativo. Acto seguido, firmaron el Acta de la Independencia. Al día siguiente se realizaron diversos festejos. En la casa histórica, hubo baile en el salón principal. En el festejo se eligió a Lucía Aráoz como la más bella, "la rubia de la Patria". Pero también ocurrieron otros hechos:





CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). En 1814, el rey español Fernando VII había regresado al trono, situación que quitaba validez y utilidad a la ficticia lealtad al rey que todavía se invocaba en el Río de la Plata. Por eso, era necesario declarar la Independencia. También esa declaración era indispensable para lograr alguna ayuda externa.
 
El general José Francisco de San Martín, gobernador de Cuyo, organizaba el Ejército de los Andes, que debía llevar adelante la campaña a Chile, y reclamaba, una y otra vez, que los timoratos dieran el paso.
 
Ellos decían que el momento era delicado: la contraofensiva española triunfaba en todos lados, desde México hasta Chile, pasando por el Alto Perú, que aún pertenecía a las Provincias Unidas. Sólo permanecían libres de la reconquista española las Provincias Unidas, la Liga Federal —Banda Oriental, Corrientes, Entre Ríos, Misiones y Santa Fe— y el Paraguay.
 
La indecisión no era un dato menor: ¿qué importaba el avance español si había un deseo de independencia? ¿Una derrota militar menguaría el anhelo a causa de un intento de agradar al conquistador? ¿No se declaraba la independencia para negociar con el Ejército español en caso de que ganara en el campo de combate? La incoherencia era manifiesta entre los criollos.
 
Varios territorios que habían pertenecido al Virreinato del Río de la Plata no pudieron hacer llegar sus representantes: algunos por haber recaído ante los españoles, otros por estar acosados por la invasión luso-brasileña. Y también por el boicot de Buenos Aires, a cargo del Directorio Supremo de las Provincias Unidas.
 
Por ejemplo, las provincias de la Liga Federal (Banda Oriental, Corrientes, Entre Ríos, Misiones y Santa Fe) intentaron enviar a sus representantes pero ellos fueron detenidos por los agentes del Directorio instalado en Buenos Aires, controlado por ideas que serían llamadas"unitarias".
 
La única provincia con gobierno federalista que logró hacer llegar sus representantes fueCórdoba, que tenía una ubicación geográfica cercana a Tucumán y sus representantes pudieron eludir el cerco de Buenos Aires. Córdoba representó al ideario de José Gervasio Artigas
 
En cuanto a Paraguay, se declaró independiente (tras haber estado confederado), abiertamente enemistado con el Directorio establecido en Buenos Aires.
 
Los territorios de la Patagonia, Comahue y el Gran Chaco se encontraban bajo el dominio de los llamados pueblos originarios (indígenas). 
 
Cada una de las provincias debía nombrar 1 diputado por cada 15.000 habitantes. El Congreso se inició con la presencia de 33 diputados.
 
La situación de guerra abierta con la monarquía española y la creciente injerencia del Reino Unido de Portugal, Brasil y Algarve provocó muchas demoras en la instalación del Congreso -convocado en el 2do. semestre de 1815-, por orden del Director Sustituto, Ignacio Álvarez Thomas- y en sus decisiones. Muchos de los que podían tener simpatías por el federalismo, decidieran abroquelarse en una especie de "unitarismo" coyuntural ante los ataques externos.
 
Arroyo de la China
 
Es importante destacar que los mayores cuestionadores de las ideas que proponía Buenos Aires fueron José Francisco de San Martín, Manuel Belgrano y Bernardo de Monteagudo.
 
De todos modos, aquel Congreso de Tucumán -instalado formalmente el 24/03/1816- reivindicó la casi totalidad de lo declarado en el llamado Congreso de Oriente, reunido a pedido por José Gervasio Artigas en Arroyo de la China (nombre del poblado preexistente a la ciudad entrerriana de Concepción del Uruguay), durante abril de 1815, e instituido el 29 de junio de 1815, con la presencia de representantes de Santa Fe, Entre Ríos, Córdoba, Corrientes y los pueblos indios de la Misiones a los que se recomendaba, por intermedio de Andrés Guacurarí (Andresito), “que mande cada pueblo su diputado indio al Arroyo de la China. Usted dejará a los pueblos en plena libertad para elegirlos a su satisfacción, pero cuidando que sean hombres de bien y de alguna capacidad para resolver lo conveniente.” (…)”. 
 
Entre los asuntos discutidos en Arroyo de la China estaban las condiciones para llegar a un pacto con Buenos Aires para convocar a un Congreso Constituyente en donde se declararía la independencia, postergada desde 1813. El potencial es porque las actas del congreso no fueron encontradas y sólo se conocen los pormenores por menciones indirectas.
 
Para muchos autores no hay dudas que el 29/06/1815, en Arroyo de la China hubo una declaratoria de independencia de España y de todo otra potencia extranjera. Pero no hay pruebas al respecto.

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