Días de furia: Para un 25% hace falta más que la cúpula católica

El principal desafío del Gobierno de Mauricio Macri apunta a disciplinar las paritarias en torno a aumentos del 25%, que repliquen la previsión oficial sobre la inflación 2016, y a la par contener la creciente conflictividad social producto de las subas de precios de los últimos meses y el incremento de los despidos. Sin embargo, el camino está lleno de obstáculos. ¿Cuánto podrá hacer la Iglesia para moderar las negociaciones? Sin dudas, serán días difíciles.



"Hay un estado de comprensión generalizado. Hay mucha madurez en la mayoría de los gremios. Y también hay expectativas por las medidas que se van a tomar", aseguró Jorge Triaca, ministro de Trabajo, en diálogo con el matutino 'La Nación'.
 
El secretario macrista de Trabajo, Ezequiel Sabor, le pidió a los gremios que negocien aumentos salariales con "sumas fijas" y les advirtió que el techo para los incrementos no puede superar el "25 o 26%".
 
Sabor instó a los gremios de todas las ramas de la economía a imitar a los bancarios. Sabor, secretario de Trabajo del Gobierno de Mauricio Macri, aseguró que el acuerdo salarial alcanzado por la Asociación Bancaria (AB) "puede ser tomado" para trabajar "con otros gremios" y ratificó que el objetivo del Gobierno es que los incrementos "estén dentro del 25 o 26%".
 
"Vamos a hacer la mejor oferta posible. No hay peor aumento que el que no se puede pagar", indicó el ministro de Economía bonaerense, Hernán Lacunza.
 
Como sea, el anunciado aumento en las tarifas de luz, que comienza a regir desde hoy, y al que se agregará pronto el del agua, y afirman que también el de gas, no aplacará a los sindicatos que parecen ahora sí dispuestos a todo. 
 
Desde transporte, que reclamarán mañana, a través de un documento, soluciones a viejos problemas sectoriales, además de exigir que los cambios prometidos en Ganancias sean retroactivos a diciembre, el líder camionero sentenció: "Yo calculo que la inflación va a andar alrededor del 30% o 32%, y nosotros vamos a discutir sobre esa base". 
 
"El impacto del aumento en las tarifas se percibirá en marzo y abril, en plena ronda de paritarias. Es un error porque el Gobierno trata de resolver todo de fondo y esto afecta directamente al bolsillo de los trabajadores", dijo Héctor Daer, uno de los referentes del sector de "los Gordos" (grandes gremios).
 
Coincidieron con Daer referentes de las centrales de Moyano y de la de Luis Barrionuevo. "Está claro que tendremos en cuenta, además de la inflación, las últimas subas en la luz, el combustible y lo que falta por venir", advirtió un sindicalista que está hoy cerca del Gobierno.
 
Los docentes en la provincia de Buenos Aires, con Roberto Baradel, como referente de Suteba, aseguran que su "valor de referencia para la discusión salarial que comienza es entre el 35 y el 40%. Pero vamos a acordar un número con el Frente Gremial Docente, que integran Suteba, FEB, UDA, Amep y Sadop".
 
Mirta Petrocini, titular de la FEB, dijo por su lado: "El 25 por ciento que ofreció el gobierno nacional está descartado. Es inestimable. Es imprescindible que en la negociación nacional se eleve bastante la oferta. Si hablamos del 30 por ciento, en el salario básico tampoco cierra".
 
En tanto, el secretario general de ATE y la CTA Autónoma de la provincia de Buenos Aires, Oscar de Isasi, definió como prioridad "recuperar el poder adquisitivo, reincorporar a los despedidos y terminar con la precariedad laboral", de cara a la reunión paritaria que la organización mantendrá el miércoles próximo con el gobierno bonaerense.
 
"El aumento de bolsillo de los trabajadores debería ser de no menos del 44 por ciento, siempre y cuando la inflación no se dispare más allá del 32 por ciento a lo largo de este año", señaló en un comunicado.
 
2 posturas
 
En la cumbre de gremios cegetistas chocarían dos posturas. Según el diario 'La Nación', por un lado, Moyano presionará para alinear a la tropa y fijar el 30% como piso para los aumentos, y por otro, algunos dirigentes con posturas más moderadas, que evalúan aceptar una suba por debajo del 30%, siempre y cuando se pacte con los empresarios y el Gobierno que se mantendrán intactos los puestos de trabajo. Detrás de esta idea están algunos de los gremios industriales, afectados desde hace meses por despidos y suspensiones.
 
Hace unos días, el taxista Omar Viviani, que no participa de las negociaciones por la unidad de la CGT, dijo que "si no está la actividad para un 35 o 40% de aumento, hay que discutir para cuidar la fuente de trabajo".
 
Pero pese a todos, en el Gobierno se muestran optimistas: "Hay un estado de comprensión generalizado. Hay mucha madurez en la mayoría de los gremios. Y también hay expectativas por las medidas que se van a tomar", dijo Triaca. 
 
Aunque no dejan de mostrar preocupación. En efecto, según el diario 'El Cronista', el Gobierno evalúa recurrir a las gestiones de la cúpula de la Iglesia Católica para que actúe como nexo frente a la primera línea de la dirigencia sindical y permita apuntalar las negociaciones para establecer una instancia de diálogo social fructífero con los gremios. 
 
Todo ello, aprovechando sus estrechos vínculos con buena parte de las referentes de las principales centrales obreras. 
 
Según el mismo matutino, y si bien dirigentes tanto de la CGT oficial, que encabeza Antonio Caló, como de la central que lidera Hugo Moyano, aseguraron no estar al tanto de la propuesta del Ejecutivo, apuntaron su disposición a participar de una instancia de diálogo con la Iglesia como interlocutor.
 
Los gremialistas, no obstante, insistieron en ratificar su rechazo a cualquier intento de concertación que solo apunte a imponer un tope a los aumentos salariales y reiteraron que su principal objetivo es recomponer el poder adquisitivo de los sueldos frente a la aceleración de precios. "Tenemos toda la voluntad para dialogar, pero no vamos a aceptar que se condicionen las paritarias", advirtió un importante dirigente.

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