Randazzo desvía hacia la Corte y Aníbal F., a Lagomarsino

Luego que el ministro de Interior y Transporte dijera anoche en el ultra oficialista 678 que la jueza "Arroyo Salgado tendría que pedirle explicaciones al presidente de la Corte Suprema" por la investigación cuestionada, el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, dijo esta mañana que quien debería estar "sumamente preocupado" es Lagomarsino.

El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, aseguró hoy que la defensa de Diego Lagomarsino “debe estar sumamente preocupada” tras la presentación del peritaje de parte de la jueza Sandra Arroyo Salgado, ex mujer de Alberto Nisman, ya que confirma que el arma cuya bala mató al fiscal es la que el asistente le entregó.

"Tanto para los peritos oficiales como para los peritos de parte, la pistola que Lagomarsino le entregara al doctor Nisman es la que le provocó la muerte, en eso estamos todos de acuerdo. La defensa de Lagomarsino debe estar sumamente preocupada por lo que acaba de decir la doctora Arroyo Salgado", señaló.

En su habitual contacto con la prensa antes de ingresar a Casa de Gobierno, el funcionario resaltó también que la hora probable de muerte, según el resultado de los peritajes de la querella, coincide con el momento en que el técnico informático estuvo por última vez en el departamento del fiscal.

Por otra parte, Fernández afirmó que el planteo de Arroyo Salgado, quien concluyó que al fiscal especial de la causa AMIA "lo mataron" se trata de "una discusión entre peritos de parte" y los peritos de "la Corte Suprema" y pidió llegar a "la verdad jurídica objetiva".

En tanto, insistió en que la apelación realizada por el fiscal Gerardo Pollicita al fallo del juez federal Daniel Rafecas que desestimó una denuncia por encubrimiento contra la presidenta Cristina Fernández es "de una endeblez fenomenal".

"Se basa en recortes periodísticos", se quejó Fernández, quien consideró que tendría que haber refutado "punto por punto" lo planteado por Rafecas y que, a su criterio, no lo hizo.

También se quejó además de que el fiscal "ayer habló hasta con una radio de Checoslovaquia", al tiempo que argumentó que "la voluntad por sí misma no es punible".