Y el tuit al que se refería Cristina era de ...¡Lagomarsino!

En un tramo de su extenso discurso por cadena nacional, y a propósito de las críticas que recibió por "interferir" en la causa Nisman, Cristina Fernández recordó un tuit de "un empleado judicial" en 2013 que tenía un un mensaje agraviante hacia su persona. La reminiscencia parecía intrascendente, hasta que se conoció el autor de dicho comentario: Diego Lagomarsino, el joven que le dio el arma a Alberto Nisman.

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24) Tal como ya informamos, Cristina Fernández se mostró enojada este viernes (30/01) por las críticas que recibió de parte del fiscal de Cámara de la causa Nisman y vicepresidente de la Asociación de Magistrados y Funcionarios de la Justicia Nacional, Ricardo Sáenz, quien había reclamado que la Presidente no interfiera en la investigación. A propósito de ello, comentó un tuit de septiembre de 2013, que contenía un mensaje agraviante hacia su persona. ¿De quién era el tuit? De Diego Lagomarsino, el hombre que vio por última vez con vida al fiscal que investigaba la causa AMIA y que le facilitó el arma que efectuó el tiro que lo mató.

“Voy a recordar un tuit”, adelantó Cristina desde el Salón de las Mujeres, y continuó: “fue cuando dábamos media sanción a las leyes de democratización de la Justicia. Ese día alguien me dedicaba un tuit. Y no me decía Cristina”, expresó, sin revelar el nombre del autor del tuit.

“Escribió que por los acontecimientos del día de la fecha me podía ir a un lugar que es por donde nacemos todos los seres humanos. Y agregaba en forma inmediata que soy hija de una señora que se gana la vida de mala manera. Y finalizaba con amén” agregó la mandataria.

Aunque sin dar nombres, la Presidente aseguró que quien escribió ese mensaje en la red social “era y es un empleado que está en el Poder Judicial”. Y que la publicación del mensaje en cuestión coincidió“curiosamente con las leyes de democratización de la Justicia. En Argentina todo tiene que ver con todo”. De esta manera, argumentó que "la libertad de expresión y de prensa es para los 40 millones de argentinos, incluida la presidenta. Les puedo asegurar que no me voy a mover un milímetro de lo que pienso, ni me voy a amargar. Los insultos de los mediocres nunca me importaron ni me importarán jamás”.