Más de 400.000 personas bajo la lluvia, sólo en CABA, le reclamó a una Presidente sorda

El #18F ha superado al #13S y al #8N, pese a la lluvia inclemente, demostración de la preocupación y del hartazgo de la mayoría de la sociedad argentina. Cristina Fernández de Kirchner podrá ignorarlo pero aumentará su soledad y también su impotencia en días muy complejos que vienen.


por EDGAR MAINHARD
 
CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). Impactante. Emocionante. Movilizadora. Simbólica. Una jornada anticipatoria, tal como en 2012 fueron el 13S y el 8N (de la derrota K en 2013). Varios cientos de miles de personas desafiaron a la lluvia que cayó en forma tan abundante como interrumpida para reclamar contra la impunidad y por la investigacion de la muerte del fiscal especial Alberto Nisman y de sus imputaciones a la Presidente de la Nación y otros colaboradores de la líder del Frente para la Victoria. Difícil de describir cómo hubiera sido con meteorología a favor. El abogado Horacio Minotti le dijo a Urgente24 Radio (95.5 FM), "Yo la comparo con el cierre de campaña de Raúl Alfonsín en 1983".
 
Tal como ocurre en estas movilizaciones populares, no hay clientelismo ni asistencialismo para convocar a los manifestantes. Tampoco se precisan fuerzas de seguridad que custodien a los ciudadanos. Las estaciones de subterráneos pueden seguir abiertas y las líneas recorren su ruta trazada, los comercios mantienen abiertas sus puertas (en especial, lo que vendían paraguas), y prevalece el respeto por el prójimo y la seguridad no sólo de los concurrentes sino de todos los transeúntes. Y las consignas se cumplen a rajatablasMarcha del Silencio, en este caso, apenas roto por esporádicas cadenas de aplausos o el Himno Nacional entonado en varias ocasiones.

"Impresionante la gente que estoy mirando bajo la lluvia", explicó el periodista Daniel Ponce, frente a la puerta de acceso a la Quinta de Olivos, sobre la avenida Maipú, en Vicente López (GBA). No fue una casualidad que Cristina Fernández de Kirchner decidiera permanecer en el Chalet Presidencial, en la Unidad Turística Chapadmalal. Que no le arruinen el festejo de su cumpleaños N°62, el jueves 19F.
 
"Sorprendido por la gente que está llegando, y esto es todo autoconvocatoria", explicó el ex periodista hoy día concejal por Union PRO en Rosario, Carlos Cardozo.
 
"Esta es más gente que la que juntó Sergio Urribarri el domingo (15/02)", se sorprendió Daniel Luján, de Urgente24 Entre Ríos.
 
"Infrecuente tanta gente y toda autoconvocada. Acá sólo junta un volumen semejante una movilización conjunta de los sindicatos en plan de lucha", informó Francisco Muñoz, de OPI Santa Cruz, desde Río Gallegos.
 
Volviendo a la movilización porteña, Lula González, de la Redacción de Urgente24, anticipó: "Es mucha gente. La Policía Metropolitana ya habla de 400.000 personas... ", y seguían llegando como hormigas.
 
Todos testimonios de una movilización nacional y simultánea que el Frente para la Victoria no podría imitar. La calle es de la oposición, hace tiempo, aunque, con excesiva prudencia, nadie ha abusado de semejante control. No obstante lo cual el oficialismo intentó rotular a los manifestantes como partidarios de un "golpe de Estado blando", o idiotas útiles de los supuestos golpistas que responderían a oscuros intereses de USA o de Israel...
 
"Me impresionó el reclamo de la gente en silencio", explicó el tambien periodista Mario Baizán. "¿Qué reclama la gente? Un cambio. Pero va más allá del cambio de Presidente, la gente quiere un cambio amplio y en serio", agregó.
 
La verdad es que la movilización fue opositora por decisión de Cristina Fernández de Kirchner.Pésima estratega, dominada por un capricho casi infantil, ella fabricó una movilización impresionante en su contra.
 
Cristina firmó un sospechoso Memorando de Entendimiento con Irán que Irán no confirmó pero en ese contexto confrontó con la mayoría más representativa de la comunidad judía en la Argentina. También, a causa de ello, se distanció de USA e Israel.
 
Luego, colisionó con Alberto Nisman en vida: alguien desde los K filtró que le quitarían la fiscalía especial por ineficiente, y más tarde reaccionó en forma ofensiva cuando éste le imputó a la Presidente y otros el supuesto encubrimiento de la responsabilidad iraní en el atentado contra la sede de la AMIA, aunque no llamó a indagatoria a Cristina.
 
Fallecido Nisman, sin conocerse aún las circunstancias de su muerte, la Presidente ni siquiera envió hasta la fecha (y ha transcurrido 1 mes) sus condolencias a la familia del fiscal, no hubo funcionarios públicos en el velatorio ni en el entierro, y el mundillo K vitupereó al muerto tal como le disgusta que otros lo hagan con Néstor Kirchner.
 
La Presidente agigantó la memoria de Nisman, enojó a una porción considerable de la opinión pública y terminó 'convocando' a los manifestantes en vez de ponerse al frente de la movilización. Por cierto, ella consiguió todo lo que o promovió o indució.
 
Y movilizaciones multitudinarias tal como lo fue el #18F no pasan desapercibidas. Antes que comenzara la Marcha del Silencio, hacia adentro del Frente para la Victoria provocó que, por ejemplo, apenas10 gobernadores asistieran al acto para re-re-re-re-reinaugurar la central atómica Atucha 2, en una jornada en que la Administración Cristina exigía un respaldo homogéneo a su líder. Aún se recuerda cuando ella podía exhibir a todos los gobernadores sentados en un corralito que le armaban en el Salón Mujeres Argentinas, en Casa Rosada.
 
Si los sentaba porque el general César Milani había cumplido su supuesta promesa de 'encarpetarlos' -o sea reunir sus miserias en un expediente, tal como lo denuncia su ex competidor, Antonio Stiuso, en privado, aunque maravillado por la eficiencia-, poco importaba. Porque, en todo caso, los expedientes deberían seguir estando, pero los gobernadores han decidido ausentarse sin aviso.
 
Pero todo puede complicarse mucho más. Cuando la pregunta de Urgente24 Radio fue: "¿Qué espera Ud. que haga Cristina ante semejante movilización popular?", todos los entrevistados respondieron más o menos lo mismo:
 
"Nada. Ya nadie espera nada", dijo Minotti.
 
"Oídos sordos a la gente, encerrada en su mundo", opinó Cardozo.
 
"Nada, inmutable", respondió Baizán.
 
"Imposible lograr que reaccione", concluyó Ponce.
 
Por lo tanto, el #19F es un escenario de abismo creciente entre quienes se movilizan reclamando cambios y certezas, y la Presidente de la Nación. Ella tuvo la oportunidad de construir una coyuntura diferente pero eligió la confrontación, que no cesará sino que todo lo contrario.
 
Resulta un enigma por qué Cristina tiene semejantes preferencias, aún en su retirada, cuando va dejando poder por el camino. ¿Tiene ella un Plan B acerca de la cuestión intitucional o todo es narcisismo irresponsable, un comportamiento fatuo que indigna a, según parece, una amplia y creciente mayoría de la sociedad argentina?
 
La muerte de Nisman no equivalía a una derrota obligatoria de Cristina, pero la Presidente eligió el peor camino, y la soledad es su castigo. No es un dato menor cuando el capítulo que viene es el de la corrupción, que alcanzará a la familia presidencial en días más. Porque el #19F será igual al #18F: basta de impunidad.

Comentarios

Entradas populares