Falleció el periodista Pepe Eliaschev

El periodista 'Pepe' Eliaschev falleció este martes (18/11) a la mañana tras sufrir una enfermedad terminante desde hace varios meses. Conducía el ciclo “Esto que pasa” por Radio Mitre. En mayo pasado había sido sometido a una operación que en principio había resultado exitosa, pero su cuadro empeoró. Según pudo confirmar la Agencia Judía de Noticias, el periodista y escritor dejó de existir esta mañana a los 69 años.


CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24).- El periodista Marcelo Longobardi, confirmó la muerte del periodista en Radio Mitre, esta mañana, junto con Jorge Lanata, quien recordó que trabajó con él en Página/12 durante el 1er año del matutino.
Estaba muy enfermo, la luchó hasta el final (…) Sus restos serán velados en la intimidad”, informó Longobardi. Antes, la Agencia Judía de Noticias había dado la información. Eliaschev tenía fuertes vínculos con la comunidad judía argentina.
El viernes 30 de mayo de 2014, 'Pepe' había regresado al aire de Radio Mitre tras someterse a una operación para combatir a su enfermedad. Así contaba su padecimiento ese día:
Muy buenas noches.
Les habla Pepe Eliaschev, con un enorme abrazo a toda la gente que ha estado cerca de mí en estas semanas. Aquí está comenzando, Esto que Pasa este 30 de mayo de 2014. Es el momento que he elegido para decir algunas cosas.
Naturalmente, no estoy en el estudio de Radio Mitre, al que siempre identifiqué y “mapeé” con el nombre y el número de la calle: General Lucio Norberto Mansilla, número 2668. Hablo desde mi casa, y quiero, como periodista, decir lo que tiene que decir un periodista, informar: estoy bien.
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Fui sometido a una operación muy importante y todo sugiere que fue exitosa. Importante desde el punto de vista de que me han abierto la panza y los cirujanos han hecho lo que tenían que hacer. Todo parece indicar que el rápido diagnóstico que se me hizo y la recuperación posterior han sido claves en que pueda permitirme aspirar a un futuro propicio, luminoso y fecundo.
Es un momento muy particular para mí.
Esto digo: los periodistas tenemos que informar, con palabras, con letras, con nuestro hermoso idioma, con la herramienta del castellano, Sí, efectivamente, quiero que lo sepan: me han sacado el páncreas y la vesícula. No es una operación sencilla.
La lista de agradecimientos y de reconocimientos que tengo que formular esta noche, tras esta larga y compleja peripecia, es enorme.
Quiero decirles que la recuperación mía va a ser progresiva. Ustedes me están escuchando telefónicamente hoy, me siento relativamente, bien dentro de la complejidad del cuadro; no tuve complicaciones, no hubo agravamientos. Por el contrario: me siento íntegro, pero… ¡muy magullado! Es natural: un tipo que mañana cumple 69 años no es una criatura.
Debo confesarles que, tras 50 años de oficio, porque comencé a ejercerlo allá por agosto de 1964, de alguna manera es como si el cuerpo hubiera dicho “un momento, todo bien con el periodismo, con el amor por la Argentina y su gente, pero el cuerpo tiene sus límites”.
Hay varias cosas que quiero decir en esta oportunidad.
Por empezar, encabezarlas con un agradecimiento muy-pero-muy-pero-muy-pero-muy especial al Sanatorio de los Arcos.
Primero que nada, en la figura de su director médico, el doctor Jorge Lantos. El Dr. Lantos es uno de esos médicos que uno imaginaba que ya no existen más. Pero existen médicos como Lantos: un profesional realmente descollante, no solo por lo que presumo que es su excelencia técnica (no tengo valores ni elementos profesionales para ponderar qué tan buen médico es, pero me da la sensación de que es “un capo”). Es, sobre todo, un ser humano de una calidez y una humanidad que uno pensaba que ya no existían.
Quiero agradecerle en la figura de Jorge Lantos a todo el equipo profesional del Sanatorio de los Arcos, que me han atendido como yo no me imaginaba que podía ser atendido un ser humano. Me corrijo: como debería ser atendido siempre un ser humano.
En ese sentido, permítanme declararme un privilegiado, porque, como he hablado con Jorge Lantos –un tipazo de aquellos, que escucha Radio Mitre, que escucha Esto que Pasa, como todos mis cirujanos, este tipo de atención debería ser para todos.
En la Argentina de hoy no existe para todos el tratamiento médico excepcional que yo recibí con una prontitud realmente impresionante, debería ser universal. Y, naturalmente, al equipo que me intervino, los médicos cirujanos Oscar Andriani, Gustavo Podestá y Ariel Fernández Campaña. Quiero enviarles a todos ellos mi reconocimiento, que ya se los he verbalizado personalmente, porque son unos realmente unos seres humanos fenomenales.
La Argentina produce excelentes médicos, médicos de excelencia, y lo que es más importante, lo que me han enseñado en el Sanatorio de los Arcos, es que no son “cirujanos médicos”, son “médicos cirujanos”; fundamentalmente, el centro de gravitación de ellos es la condición humana.
Quiero agradecer la presencia cálida, vital y formidablemente profesional del Dr. Gustavo Kliguer, médico especialista en nutrición. Y, desde luego, el soporte de siempre de mi médico de cabecera, el talentoso Dr. Guillermo Semeniuk, quien me “lanzó” a tomar una decisión rápida, fuerte y decisiva.
Quiero agradecer al departamento de terapia intensiva de Los Arcos, en su jefe, el doctor Alejandro Gómez, y desde luego a todo su equipo de enfermeros, kinesiólogos y asistentes.
Estas son las palabras que quería decirles hoy.
Me he sentido muy contenido; los mensajes de ustedes han sido permanentes, ¿Por qué no decir las cosas por su nombre?
Claro que la perspectiva de muerte asusta.
Por supuesto que la enfermedad asusta.
Los seres humanos tenemos que ser, en ese sentido, muy directos, no digo valientes, pero sí muy frontales. Pero el susto y la inseguridad disminuyen cuando uno se encuentra tan contenido, tan lleno de amor.
Sin amor no se va a ninguna parte y yo soy en ese sentido muy afortunado, porque tengo ese amor y lo recibo a raudales
En la parte profesional, agradezco por estas dos semanas de trabajo al equipo de producción de Esto que Pasa en la figura de Mariano Tabares y Federico Rodríguez, que han hecho una tarea realmente excepcional. Quiero agradecer a Tato Young, la gentileza y amabilidad de estar al frente de mi programa, y como va a seguir siendo unos días más; a mi querida locutora Nati López, y a mi formidable y excepcional equipo de columnistas, todos ellos trabajando a puro pulmón (hay que decir las cosas por su nombre, porque el que dice las cosas por su nombre no miente), la ingeniera Graciela Barreiro, Martín Hadis, Luciana Vázquez y Marcelo Birmajer.
Quiero agradecerle también a toda la empresa Radio Mitre, que se ha preocupado por mí: a Rubén Corda, a Jorge Porta, a Guido Valeri, con quien no puedo coincidir, puesto que no seré nunca hincha de Independiente, pero nadie es perfecto.
De esta manera, cierro esta apertura en el día de mi reincorporación parcial. Desde luego que en la lista de agradecimientos debo incorporar también a mi querido Alfredo Leuco, que ha ayudado mucho a que mi ausencia fuera, de alguna manera, paliada.
¿Cuándo vuelvo por completo a la radio? No lo puedo decir.
Intentaré, a partir del lunes 2 de junio, si la salud me lo permite y los médicos me autorizan, tener este contacto, que me permita preservar mi vínculo con ustedes.
Soy un hombre que ejerce el periodismo hace 50 años.
Me siento orgulloso de la decencia con que los he vivido y de mi apego a la noción ética de este oficio.
Quería decirles estas palabras. Gracias.

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