Polémica: 800.000 extranjeros en 10 años, ¿inclusión o caos?

En plena interna oficialista por la política migratoria, las cifras de la Dirección Nacional de Migraciones fueron rotundas: en los últimos 10 años se radicaron en el país más de 800.000 extranjeros. Así, contra la estrategia de mano dura que promueve el secretario Sergio Berni, la política de inclusión de extranjeros del Gobierno avanza fuertemente. Fuera, llueven algunas críticas por los problemas en el transporte público, la demanda de los servicios de salud y educación, la búsqueda de trabajo, entre otros.


CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24) En los últimos 10 años se radicaron en el país, legalmente, algo más de 807.149 extranjeros.
 
Según datos de la Dirección Nacional de Migraciones, se pasó de 17.787 radicaciones autorizadas por el Gobierno en 2004 a 138.219 el año pasado, un incremento de 800%. 
Los extranjeros que obtienen la residencia permanente pueden trabajar legalmente y tener beneficios sociales similares a los de cualquier argentino.
 
Las estadísticas reflejan no sólo un fenómeno económico o sociológico, sino también la política inclusiva del Gobierno en materia migratoria, enunciada desde su arribo al poder.
 
El ranking de extranjeros llegados al país en la última década lo encabezan los paraguayos (38,7% del total), seguidos por los bolivianos (28,6%) y peruanos (15,2%).
 
Los chinos que obtuvieron radicación aumentaron considerablemente: pasaron de 263 en 2004 a 1200 el año pasado. Se constituyeron en la nueva ola migratoria, junto con dominicanos, haitianos, senegaleses y sirios.
 
El director de Migraciones, Martín Arias Duval, dijo al diario 'La Nación' que "estamos convencidos de que hay que profundizar la política de inclusión de los extranjeros residentes en el país para que puedan trabajar legalmente. Echar a los ilegales es ridículo y no resuelve el problema". 
 
El incremento de trámites de radicación se da en momentos en que un sector del Gobierno liderado por el secretario de Seguridad, Sergio Berni, pidió la expulsión de los extranjeros que cometen delitos.
 
Desde 2004 hasta hoy las radicaciones resueltas de ciudadanos paraguayos que están en la Argentina pasaron de 5002 a 62.972 el año pasado. 
 
Los bolivianos con residencia permanente eran 2013 en 2004 y el año pasado fueron 34.083. 
 
Los peruanos con radicaciones permanentes eran 4245 en 2004 y el año pasado se contabilizaron 20.070. 
 
Los brasileños pasaron de 570 a 4133; los chinos con residencia permanente eran 263 en 2004 y esa cifra se elevó a 1200 el año pasado, y los colombianos con residencia permanente eran 235 hace una década y el año pasado fueron 4600. 
 
Los dominicanos con residencia permanente eran apenas 29 y el año pasado se entregaron 2216 documentos. 
 
Los senegaleses, por su parte, fueron 47 en 2005 y el año pasado pasaron a 1579.
 
De esta manera, en la totalidad de la última década se dieron 312.902 residencias permanentes a paraguayos, 230.978 a ciudadanos bolivianos, 123.000 a peruanos, 21.310 a brasileños y 18.150 a chinos, entre otros inmigrantes extranjeros.
 
Por otra parte, las cifras de radicaciones temporarias, es decir de aquellos extranjeros cuyos pedidos están en trámite para obtener documentos permanentes actualmente son muy elevados: en 2004 eran 2978 y el año pasado se contabilizaron 137.515. La proporción de paraguayos, bolivianos, peruanos, colombianos, brasileños y chinos se mantiene en este caso como en las residencias permanentes.
 
El incremento de extranjeros que avaló la Dirección Nacional de Migraciones se da en el contexto de la guerra que se desató en el Gobierno por la política migratoria. Así, el ala progresista de la Casa Rosada, que está enfrentada con la estrategia de mano dura con los extranjeros que promueve Berni, desempolvó toda una artillería destinada a frenar esa embestida: no sólo desautorizó al funcionario todoterreno en sus planes de instrumentar rigurosidad con los extranjeros, sino que también impulsa medidas tendientes a flexibilizar su situación en el país.
 
Por mandato del ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, la Dirección Nacional de Migraciones, que conduce Martín Arias Duval, desempolvó de su carpeta varias propuestas para agilizar los trámites de radicación de extranjeros. 
 
Y no sólo esto: también están dispuestos a modernizar los sistemas de control de migraciones, inyectarán mayor presupuesto en equipamiento digital y expusieron que continuarán con la "política de inclusión de los inmigrantes" en el país. Esta postura no es casual y buscará contraponer abiertamente la "estrategia expulsiva" que promueve Berni, como dicen, cuando planteó la deportación de los extranjeros que cometan delitos.
 
"Estamos convencidos de que hay que profundizar la política de inclusión y el blanqueo laboral de los inmigrantes ilegales que están en el país porque echarlos sería ridículo y no sirve para nada", dijo Arias Duval. 
 
Para el titular de la Dirección Nacional de Migraciones, la política de incorporación de los ciudadanos extranjeros a la sociedad argentina va en línea con lo que pregona el papa Francisco en su defensa de los derechos humanos de los inmigrantes.
 
Esta política aperturista fomentada por la Dirección de Migraciones se potenció con el programa Patria Grande, que se lanzó en 2004, y contrasta con los pedidos de mano dura de Berni.
 
En 2007, había 1200 empleados de Migraciones en todo el país y este año llegaron a 3700. En la Casa Rosada aseguran que habrá más empleados en esa dependencia.

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