"Bergoglio, cuando era cardenal, quería que yo acercara a Kirchner"

Julio Bárbaro es amigo personal de Jorge Bergoglio. Ya se sabe que hoy día todos los argentinos dicen ser amigos del Papa, y el que no tiene una foto con él tiene una estampita (salvo Sergio Massa y Hugo Moyano, claro). Pero Bárbaro es amigo de siempre, de cuando Bergoglio era militante peronista y hasta integraba Guardia de Hierro, a la vez que era cura jesuita. Por eso es válida la anécdota suya sobre el pedido de Bergoglio que llevara a Néstor Kirchner para conversar cuando Kirchner ya era Presidente, Bárbaro era titular del ex Comité Federal de Radiodifusión y Bergoglio era el cardenal primado. Increíble que Cristina Fernández de Kirchner esperase a que Bergoglio fuese Papa para trabar relación con él. Néstor Kirchner murió antes.


Cuando Jorge Omar Bergoglio era cardenal y una vez (sólo una vez) Néstor y Cristina asistieron a un Tedeum en la Catedral porteña.
CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). Julio Bárbaro, tan histórico del peronismo como Raúl Acosta, dialogó en él en su programa radial que se emite por LT8 Rosario. Así que fue una conversación entre 2 conocedores de la historia completa del PJ, y también tan críticos como escépticos del presente y futuro del peronismo si no se democratiza y no se actualiza a los tiempos que corren. Por ejemplo, ninguno de ellos cree que el Frente para la Victoria reivindique las tradiciones del peronismo. Mejor ir al diálogo:
-La República Argentina quedó en manos del Partido Militar en el 1966, que fue el ensayo, se definió y lse reformuló en el 1976. ¿Qué es lo que definió en el 66 y reformuló en el 76? Que la política pasaba a ser un adjetivo calificativo despectivo. “Ese hace política”. Martínez de Hoz, uno de los más grandes cabrones que armó eso, y los milicos también. Sobre el 2014, por ahí oigo algunos que dicen “no, ese tipo hace política”. Y me cabreo mucho, porque si hay algo que define a la sociedad es la polis, y en la polis la política. Cuando decís “hablemos de política” decís "hablemos de vida". ¿De qué querés hablar?
 
-Yo creo que la sociedad argentina no se apasiona por la política, no se apasiona.
 
-Se apasionaba.
 
-Hace mucho. Digo, si nos apasionamos por el fútbol y somos de los mejores del mundo, en política, si nos presentáramos en América Latina nomás, no podemos competir con ninguno. Vos vas a Chile, Brasil, Uruguay, tienen dirigencia política. Nosotros, los nuestros, suben, se abrazan al poder, quieren ser eternos, se caen y no caminan más por la calle. Esto es una cuestión general. ¿Qué nos deja el kirchnerismo? Nos deja un tema que es duro, nos deja una noción de los 70 donde Perón era lo equivocado, era López Rega, y ellos, la guerrilla, eran los lúcidos. Con esta visión es muy difícil entrar al futuro. ¿Por qué? Porque entonces ellos desarman el pasado. Yo digo siempre, el peronismo es una expresión cultural de la clase trabajadora.
 
Son los marginados que ingresan a la historia con Perón, son más una identidad cultural que un partido político. Eso se da hasta el 55, viene el golpe, hasta el 66 es el intento del golpe de hacer democracia, en el 66 nace la guerrilla –mi generación-, ¿por qué?, porque nos echan de la universidad y nos dicen que va a haber franco por muchos años. Yo venía acá, a Rosario, en el 66 los que no éramos violento estábamos aplastados por los violentos.
 
-¿Puedo pararte un segundo? Busquen los anales, sobre julio del 66 viene un gordito a dar una conferencia en la facultad de Ingeniería y arranca diciendo “el que diseña es un fascista”. Era Umberto Eco, llegó cuatro o cinco días antes del golpe y se tuvo que rajar. De ahí en adelante no hubo más instrucción ni cultura. Los militares retroceden a la Argentina culturalmente.
 
-Yo me acuerdo de los compañeros de aquí, que ya no están. Y éramos la corriente Católica, humanismo. Quiero decir con esto, viene el golpe, viene el 76, Perón intenta la unidad. Perón es como Mujica, que fue guerrillero antes, esa etapa superada y hoy convoca a la unidad cuando vuelve. Nosotros no tenemos un Mujica. Entonces, ¿qué nos pasa? Nos pasa...El Kirchnerismo. Tenemos un modelo feudal igual que el menemismo que coincide en el poder como personal absoluto. Personalismo de Néstor y de Cristina.
 
-¿No es un poco el peronismo así? ¿Personalista?
 
-No. A ver si entendemos. Perón dice después del hombre –que era él- viene la organización. La organización vence al tiempo y al número. La distancia es infinita. Cuando vos tomás las cartas de Perón, los libros de Perón, escribe Toponimia Araucana en el 29. Pero es otro. Yo fui amigo de Néstor. Yo me acuerdo que Bergoglio, cuando era cardenal, quería que yo acercara a Kirchner y como Kirchner me decía que no, me decía “¿su jefe lee a Liddell Hart?”. (Sir Basil Henry Liddell Hart nació en París, Francia; y murió en Marlow, Gran Bretaña; fue un historiador militar, escritor y periodista británico, teórico del uso militar en la guerra del carro de combate. Degún algunas fuentes de origen judío aunque su padre era ministro metodista) Claro yo lo había leído porque eran las exquisiteces nuestras. Yo le decía “Mis jefes no leen nada”. Pensemos esto, una sociedad con tanto bagaje intelectual, no tiene políticos de fuste.
 
-Pará un segundo, porque quiero insistir sobre este concepto de la política y el concepto del peronismo y sobre la organización que vence al tiempo. Yo no me salgo del río, esto es un continuo, y si esto es un continuo… febrero del 46, si julio del 52, si hay mayo 73, si hay 76, si hay 89, 90, 91, si hay 2001, el peronismo está incurso en el actor político presente…
 
-Y con mucha culpa.
 
-Por eso, ¿de qué modo, desde el campo popular,  las cagadas parta que lleguen los K las hicimos nosotros? Porque Kirchner no llega ahí por una generosidad espontánea.
 
-Yo estuve en el origen de Menem y de Kirchner. Y lo presenté a Timermamm a Kirchner. Así que tengo para pagar largo rato.

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