La horrible tentación de resucitar el kirchnerismo original (¿?)

¿De qué hablaría la oposición política argentina si no existiese Elisa Carrió? ¿De los dichos ininteligibles del provinciano Hermes Binner? ¿De la semántica ininteligible de Daniel Scioli? ¿Del voluntarismo a la n de Sergio Massa o de Ernesto Sanz? Carrió, aún sin sufragios detrás, existe porque sus pares no han superado sus conceptos. De hecho, sin Carrió el Frente Amplio UNEN sería sólo una fuerza destinada a quedar afuera de la 2da. vuelta en 2015, y a Carrió se le ocurrió una idea para que intente disputar el poder porque ella, por fin, entendió que la política partidaria consiste en intentar alcanzar el poder porque si eso no ocurre, no se puede procurar cambiar la realidad. El poder no puede ser una cuestión tan inasible como el humo. Así lo fue para Carrió en el pasado, y reconoce haberse equivocado. Se hace política partidaria para llegar al poder y, de lo contrario, se puede jugar a las damas o al ajedrez o a las bochas en el club social, donde a la hora del café se podrá deslizar un vaporoso blablablá. Los peronistas lo entienden mejor que el resto, y por eso Carrió comprende que el enemigo a derrotar es el peronismo, que ya no se sabe qué quiere decir eso de peronismo. Nunca habrá 2 peronistas que coinciden en el significado de un peronismo que cuando gobierna no canta 'la Marchita' ni piensa en Juan Perón ni en Eva Duarte ni le importa su pasado porque mira hacia su presente y futuro, en especial en dólares. Está muy bien lo de Carrió, aunque no se comparta. Por lo menos permite algún debate innovador en el desierto inclemente que atrapó a la sociedad argentina hace tiempo. Carrió introdujo la posibilidad del acuerdo con Mauricio Macri a partir de una realidad: habrá polarización electoral, y el Frente Amplio UNEN no tiene cómo ingresar a la polarización. Necesita inventar algo diferente para no tener que jugar a las bochas 4 años más, por lo menos. A propósito, aquí parte de un diálogo con la ex UCR fundadora de GEN (Generación para un Encuentro Nacional):


CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). Para Margarita Stolbizer, ex UCR y fundadora de GEN (Generación para un Encuentro Nacional), la mayor intención de voto de Mauricio Macri es el resultado del coqueteo con UNEN (supuestamente sólo ambicionado por Macri y Elisa Carrió) y de que Cristina Fernández de Kirchner lo ubicó como enemigo (curioso porque en las últimas semanas se cuestionó a Macri por la falta de conflicto con Cristina). Stolbizer llega a proponerque FAUNEN intente quedarse con el kirchnerismo desencantado, lo que supone -ya que a ella tanto le fascina a ella hablar de lo programático-, proponer lo mismo que el Frente para la Victoria de 2007 o de 2011, que fueron sus mejores resultados electorales. El problema de Stolbizer y su gente es que su planeo se acerca demasiado, en el fondo, a lo que fue el kirchnerismo en sus días mejores, que es el origen de los problemas presentes. Y eso es no comprender que aquella bonanza fue resultado del 'viento de cola' y/o robarle el dinero a los jubilados que depositaban en las AFJP, pero nunca fue por mérito de su política económica. En fin, da para debatir intensamente lo de Stolbizer, que está para jugar contra Atlas y no contra River o Boca. Aquí un fragmento del diálogo de Diego Genoud y Margarita Stolbizer en la web La Política Online:
 
"(...) -¿El encontronazo público entre Carrió y Solanas anticipa la anunciada ruptura de UNEN?
 
-Lo que hace es poner en evidencia un debate interno que existe en el Frente Unen que a mi juicio debería resolverse previamente y hacia adentro y no llevarlo a niveles públicos de esta dimensión, arriba del escenario. Eso no nos hace bien. Pero el debate existe y creo que no hay que dramatizarlo ni sobredimensionarlo. No es distinto al que tiene el Frente para la Victoria con Scioli o el que tiene Massa que cada vez que suma a alguien ve cómo los que están dicen que se le van. Esto tiene de todas maneras algo positivo: estamos frente a un proceso distinto a todos los anteriores, hay una gran convulsión porque todos se ven con chances de alcanzar el poder en un año. Antes no porque el kirchnerismo se sucedía a sí mismo y la oposición miraba. En cambio ahora está abierto. Todos tienen dificultades internas, más o menos públicas, y deben saldarlas los partidos políticos, que son los tienen que disciplinar a sus miembros.
 
-En el caso de Carrió, el partido es básicamente ella.
 
-Sí, sí. Lo que llama la atención es que cuando se hacen las reuniones de UNEN, los de la Coalición van y firman lo mismo que los demás. Su partido institucionalmente no está planteando lo mismo que ella. Yo creo que Carrió está abriendo el terreno para tomar una decisión personal, aunque ella ha dicho que va a acatar lo que los partidos decidan. Tiene razón de todas formas en que las asambleas de los partidos todavía no se han pronunciado.
 
-¿Cuál es el debate que se está dando hoy en UNEN, a su criterio?
 
-El debate está planteado en torno a una estrategia meramente electoral. Cómo hacer para juntar más voluntades. A mi juicio, es equivocado en dos sentidos: uno porque creo que alimentar al PRO como opción electoral adentro de UNEN es estratégicamente equivocado, no sólo porque desperfila políticamente sino porque hemos alimentado un candidato que no tenía la fuerza para llegar. Macri hace ocho meses atrás no pudo hacer lista en la provincia de Buenos Aires, casi tuvo que mendigarle dos diputados a Massa en su lista.
 
-¿Usted dice que Macri crece en las encuestas gracias a UNEN?
 
-Crece no solamente por UNEN. UNEN alimenta su desempeño territorial en la medida en la que ya no Carrió sino también los radicales empiezan a debatir un acuerdo con Macri en los territorios. Eso le da a Macri una potencialidad electoral que no tenía antes. Pero lo que más ha hecho crecer a Macri es que el gobierno decidió ponerlo enfrente porque, así como se siente cómodo en la pelea con los buitres, se siente cómodo en la pelea con Macri. El oficialismo prefiere que sea Macri y no Massa su contrincante o su sucesor.
 
-¿Y cuál cree que debería ser el debate de UNEN?
 
-El proyecto de país que pretendemos y cómo se construye poder y se construye gobernabilidad desde un espacio como el nuestro. Yo lo digo de manera casi autocrítica: estamos equivocando nuestra estrategia de construcción porque estamos en una estrategia fotográfica y no le damos importancia a los acuerdos programáticos. La foto de las fiestas patrias está agotada. ¿Se construye poder buscando la foto en el diario al día siguiente o se construye convocando a la ciudadanía?
 
-Sanz dice que hoy la disyuntiva de la hora es “república versus populismo decadente”.
 
-Me parece que es imposible llegar a la gente hoy con ese discurso. Creo que es más claro el planteo del gobierno de los corruptos o el gobierno de los honestos o si planteas que la gente pueda andar por la calle tranquila, que los chicos tengan clase. Después, está la estrategia y la táctica de cómo hay que hacerlo y ahí otra vez me parece que la discusión cerrada entre los cinco que se reúnen a discutir qué hacemos, tampoco ayuda.
 
-¿El gobierno de los honestos o la alianza de decentes, que también plantea Carrió, no contiene en sí misma el riesgo de fracasar a la hora de gobernar?
 
-Sí, creo que es insuficiente. Ni con la república ni con los honestos le cambiaste la vida a la gente. Si no incorporamos la perspectiva del ciudadano, de los derechos de las personas, del transporte, la seguridad y la educación, nos quedamos con un discurso de consignas.
 
-¿Qué quiere decir que Scioli, Massa y Macri encabecen las encuestas?
 
-Más allá del rol que le otorgan los medios y del dinero que tienen para hacer campaña, si ellos están en ese lugar alguna virtud tendrán para estar y algún defecto tendremos nosotros.
 
-¿Cuál sería esa virtud?
 
-Primero que nada, la capacidad de mostrar una gestión, no sólo tenerla sino venderla. Nosotros lo mejor que tenemos es Santa Fe pero tenemos terribles pruritos para mostrarla. Es mucho mejor que la gestión de Scioli que es desastrosa pero tiene un marketing de instalación enorme. Nosotros no lo explotamos.
 
(...) -¿Dice que los defraudados por el kirchnerismo pueden inclinarse por UNEN?
 
-El gobierno tuvo una estrategia comunicacional muy eficiente y muy hipócrita también en la que ellos defendían los grandes valores nacionales, los derechos humanos: empezaron descolgando el cuadrito de Videla y terminaron subiendo el de Milani. Esa gente que quedó defraudada es lo que yo quiero representar. No lo va a representar ni Scioli ni Massa ni Macri.
 
(...) -¿El FAP no debería haber mantenido la alianza con De Gennaro y Lozano? 
 
-Si hay alguien que respeto en lo ideológico, en lo personal, en lo humano es a De Gennaro. Pocos dirigentes debe haber a los que respete tanto. Para mí es excepcional desde todo punto de vista. Con ellos tal vez sea hasta más dolorosa la distancia porque después de haber protagonizado juntos aquel encuentro de Rosario de 2001, formamos el FAP en 2011 llevando la candidatura de Binner a Presidente. Fue un reencuentro de una enorme alegría para los que habíamos participado de aquella experiencia y no nos dejamos cooptar por la mentira del kirchnerismo. La separación ahora fue traumática porque nosotros tenemos con ellos puntos de coincidencia muy fuertes.
 
-¿Cómo termina el debate dentro de UNEN?
 
-En el terreno de la opinión y especulación personal, me parece que termina bien en términos de que el FAUNEN no va a hacer un acuerdo con Macri y que los partidos que están van a seguir. Pero la parte negativa de esto es que creo que –como algunos de los partidos no tienen capacidad disciplinadora sobre sus cuadros- aún cuando orgánicamente haya una decisión, otros terminen haciendo otro tipo de acuerdos por abajo.
 
-¿Es decir que Carrió se va de UNEN?
 
-No sólo Carrió se puede ir sino que algunos de los radicales pueden terminar haciendo acuerdos para su conveniencia con Massa o con Macri a nivel nacional. Por eso, el gran desafío –más allá de los acuerdos y las candidaturas- es que podamos darle volumen, contundencia y seriedad a lo que estamos haciendo para que la gente pueda visualizarlo. La única forma de disciplinar a un intendente para que se quede es que yo le pueda ofrecer una herramienta para que pueda conservar su territorio.(...)".

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