¿Y dónde estaba la Metropolitana?

Desde los incidentes en el hospital Borda hay una constante en la policía que creó la gestión de Mauricio Macri en la Ciudad de Buenos Aires: terror a participar de procedimientos de represión urbana, aún cuando se trate de okupas y tenga una orden judicial habilitante (el llamado Bajo Flores), o aún cuando se trate de vándalos (el domingo 13/07, en la zona que va desde el Obelisco al Teatro Colón). En el caso del Bajo Flores, la Policía Metropolitana afirmaba que no intervendría si no lo hacía en coordinación con la Policía Federal Argentina. Pero el domingo 13/07 la Federal estaba actuando desde bastante antes, y la Metropolitana decidió ausentarse porque dijo que la Federal no le había pedido ayuda. ¿Estará burlándose de la opinión pública el ministro Guillermo Montenegro? ¿O sólo es pánico escénico? En cualquier caso, sigue siendo una 'policía de juguete'.


N. de la R.: El general Ernesto Alais debía marchar desde Rosario (Cuerpo II de Ejército) hacia Campo de Mayo con una columna de blindados para reprimir el 1er. alzamiento 'carapintada' (en la Escuela de Infantería). Así lo había ordenado el presidente de la Nación en aquel 1987, Raúl Alfonsín. Si bien los tanques que él comandaba salieron a la ruta, nunca llegaron a destino. Alais anunció varias veces que arribaría "en cualquier momento" para poner fin a la revuelta pero eso no ocurrió. Alfonsín aseguró, en su libro "Memoria política", que Alais estaba dispuesto a actuar pero que él nunca se lo ordenó para evitar un derramamiento de sangre. En cualquier hecho fue un hecho muy grave, que le provocó enormes perjuicios a la institucionalidad. Desde entonces, cuando la fuerza de seguridad o militar no llega a cumplir con su deber, se recuerda, con sorna, aquella no-acción de Alais. Tiempo después pintaron en la fachada de la casa del militar: "Alais, vos nunca vas a llegar a Rico". Imposible no recordarlo mientras se esperaba a la Policía Metropolitana cerca del Obelisco, el domingo 13/07 casi a medianoche.
 
 
CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). Una pregunta importante: ¿la Policía Metropolitana es una fuerza de seguridad? Su argumento inicial fue que era una fuerza de prevención. No es una fuerza de inteligencia porque la Legislatura porteña no le concedió las atribuciones indispensables para recopilar información criminal (grave falla de los legisladores) y no quiere sere una fuerza de represión porque le teme a las consecuencias judiciales.
 
Por lo tanto, cuando ocurren acontecimientos que requieren la exhibición de capacidad para reordenar los espacios públicos y proteger a los ciudadanos y sus patrimonios, en riesgo por la acción de quienes violan la legislación, ¿dónde está la Policía Metropolitana?
 
El tema merece un debate a causa de su presencia tardía en los eventos protagonizados por vándalos en la avenida 9 de Julio, la calle Cerrito, la calle Florida y la avenida Corrientes, perímetro donde ocurrieron saqueos, destrozos y violencia, que fueron enfrentados por efectivos de la Policía Federal Argentina, arribando la Policía Metropolitana poco antes de medianoche, cuando los televidentes ya casi estaban hartos de ver las imágenes de cómo terminó el festejo porque la selección argentina de fútbol jugó la final de la Copa del Mundo 2014.
 
De acuerdo a la Policía Metropolitana, ellos no entraron en acción hasta que la Policía Federal no realizó un pedido formal de colaboración. ¿Se imaginan si esos procedimientos existieran en los cuerpos de Bomberos, por ejemplo? ¿No se terminaría de quemar cualquier inmueble? El protocolo no puede ser un obstáculo para la Metropolitana, en especial cuando se trata de la propia Ciudad de Buenos Aires, a la que pertenece.
 
En verdad, la Policía Metropolitana carga con un estigma: cuando reprimió a activistas de izquierda, muy vinculados con la Asociación de Trabajadores del Estado, que se oponían a un reordenamiento edilicio en un terreno lindero al hospital neuropsiquiátrico Borda. Existieron acusaciones de exceso de celo policial contra la Metropolitana, denuncias penales, y desde entonces la fuerza que depende del ministro de Justicia y Seguridad porteña, Guillermo Montenegro, vecino de San Isidro, provincia de Buenos Aires, decidió ausentarse de eventos similares.
 
Es más: esa conducta prevaleció cuando la Justicia ordinaria le exigió desalojar un predio ocupado ilegalmente en el Bajo Flores. La Metropolitana dijo que no intervendría si no actuaba junto a la Policía Federal Argentina y/o Gendarmería Nacional, argumentando en que carecía de equipamiento y personal especializado para esa tarea.
 
Sin embargo, en la noche del domingo 13/07 la Guardia de Infantería de la Policía Federal trabajó intensamente sin que apareciera la Policía Metropolitana.
 
¿Será que había una especulación sobre costos políticos, en especial los vinculados a la presidencialidad de Mauricio Macri? Resultaría absurdo que la Policía Metropolitana terminara imitando a lo más cuestionado de la Policía Federal, que en el pasado llegó a cometer tonterías semejantes, hasta que, con Sergio Berni a cargo de las fuerzas de seguridad, comenzó a cambiar los estándares de intervención directa de las fuerzas de seguridad, conducta que es positiva.
 
Los cruces entre manifestantes y efectivos de la Federal ocurrieron en inmediaciones de la Plaza de la República, cuando un grupo de violentos decidió empañar la celebración por el subcampeonato que logró la Selección en el Mundial de Brasil.
 
Como consecuencia de los disturbios ocurrieron al menos 50 detenciones, unos 22 heridos, 15 de ellos uniformados, y destrozos y saqueos en la zona delimitada por la avenida Corrientes y las calles Cerrito, Carlos Pellegrini, Lavalle, Suipacha e inclusive la peatonal Florida.
 
Los violentos empezaron su ola de agresiones al subirse a un móvil de un canal de televisión y empezaron a destruirlo, mientras desafiaban a los uniformados.
 
Los efectivos policiales usaron camiones hidrantes y gases lacrimógenos para dispersarlos, mientras que aquellos simpatizantes que realmente habían ido a celebrar, tuvieron que escapar rápidamente del lugar.
 
Los manifestantes arrojaron botellas, piedras y otros elementos contundentes contra los efectivos policiales, y provocaron destrozos contra locales, el más perjudicado fue un local de McDonald's.
 
Además, incendiaron tachos de basura, rompieron automóviles que estaban estacionados e incluso en algunos casos robaron lo que encontraban en su interior.
 
También destruyeron paradas del Metrobús en la Avenida 9 de Julio. 
 
De inmediato el SAME emitió un alerta rojo a todos los hospitales de la Ciudad, y dispuso su servicio de emergencias.
 
El SAME (Sistema de Atención Médica de Emergencias) es un servicio de la Ciudad, igual que la Policía Metropolitana. 
 
Pero si el SAME dispuso de inmediato a su personal y equipamiento en respaldo de la tarea que realizaba la Policía Federal, ¿por qué la Metropolitana no podía realizar una tarea similar?
 
La Metropolitana, hay que reiterarlo, arribó al Obelisco poco antes de la medianoche...


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