En Amán, el Papa pidió por "una paz duradera" en Medio Oriente

El Papa ha sido recibido a su llegada a Ammán por el rey Abdallah II en el palacio real. Allí, en la salón de ceremonias, Francisco ha tenido un encuentro con unos 300 representantes de las principales representantes políticos, diplomáticos y religiosos de Jordania. Hablando en italiano, el Papa ha señalado que constata "con dolor que sigue habiendo fuertes tensiones en la región medio-oriental" y ha animado a las autoridades a continuar trabajando por la paz, pero dejando claro que lograr una paz duradera pasa por poner fin a la guerra que desde hace ya tres años está devastando Siria y por encontrar una solución justa al conflicto palestino-israelí.


Para el Papa, la libertad religiosa "es un derecho humano fundamental", que abarca tanto la libertad individual como colectiva de seguir la propia conciencia en materia religiosa, como libertad de culto, la libertad de elegir la religión que se estima verdadera y de manifestar públicamente la propia creencia. Ha dejado claro su firme deseo de "que sea tenido en gran consideración en todo Medio Oriente y en el mundo entero". Francisco ha aprovechado para renovar su ''profundo respeto y consideración a la comunidad musulmana".
CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). Las primeras palabras del pontífice Francisco en Tierra Santa fueron un agradecimiento a Jordania por acoger a los prófugos, pero sobre todo aquellas con las que pidió un cese del conflicto en Siria. Francisco fue recibido en el Palacio dreal de Amán por el rey Abdalá II, el único soberano que ya ha visitado al Papa en 2 ocasiones en el Vaticano, y la reina Hania. Después del encuentro privado y de los saludos a la familia real, el Papa habló ante 300 autoridades del reino, incluidos los líderes espirituales.
 
Si, hace 50 años, Pablo VI se acercó a Tierra Santa para fomentar el diálogo entre las religiones, el papa Francisco ha venido ahora a buscar una paz para Oriente Próximo que, según él ha dicho durante la celebración de una misa en Ammán (Jordania) ante más de 20.000 personas –muchas de ellas refugiados palestinos, iraquíes y sirios--, hay que buscar de forma urgente: “La paz no se puede comprar. No se vende. Es un don que hemos de buscar con paciencia y construir artesanalmente mediante pequeños y grandes gestos en nuestra vida cotidiana”. Jorge Mario Bergoglio quiso que su 1er. mensaje de un viaje difícil fuese también un aviso para navegantes: la búsqueda de la paz debe estar por encima “de las diferencias de ideas, lengua, cultura o religión”.
 
Francisco también ha hecho un llamamiento a favor de la libertad religiosa, algo que no todos los países de Oriente Próximo respetan y garantizan. 
 
Para el Papa, la libertad religiosa "es un derecho humano fundamental", que abarca tanto la libertad individual como colectiva de seguir la propia conciencia en materia religiosa, como libertad de culto, la libertad de elegir la religión que se estima verdadera y de manifestar públicamente la propia creencia. Ha dejado claro su firme deseo de "que sea tenido en gran consideración en todo Medio Oriente y en el mundo entero". Francisco ha aprovechado para renovar su ''profundo respeto y consideración a la comunidad musulmana".
 
El rey jordano Abdalá acogió al Papa diciéndole: "Santo Padre, usted se ha comprometido a sí mismo en el diálogo, especialmente con el islam. Además de ser el sucesor de San Pedro, usted se ha convertido en la consciencia del mundo entero".
 
Subrayó el Papa en su discurso ante los reyes de Jordania, "es más que nunca necesaria y urgente una solución pacífica a la crisis siria, además de una justa solución al conflicto israelí-palestino".
 
Además, agradeció en su discurso pronunciado en el Palacio Real de Amán, "a las autoridades de Jordania por lo que hacen y animo a que continúen comprometiéndose en la búsqueda de la esperada paz duradera para toda la región".
 
"Este país –dijo Francisco– ofrece generosa acogida a una gran cantidad de refugiados palestinos, iraquíes y provenientes de otras zonas en crisis, en particular de la vecina Siria, azotada por un conflicto que dura desde hace demasiado tiempo. Esta acogida merece la estima y el apoyo de la comunidad internacional". 
 
Después volvió a pedir el fin de la violencia en Siria y la paz entre israelíes y palestinos. Subrayó el Papa en su discurso ante los reyes de Jordania: "Hoy es más que nunca necesaria y urgente una solución pacífica a la crisis siria, además de una justa solución al conflicto israelí-palestino". 
 
Y dirigió un saludo a las comunidades cristianas, "presentes en el país desde época apostólica", que"a pesar de ser hoy numéricamente minoría, tienen el espacio para desempeñar una cualificada y apreciada acción en capo educativo y sanitario, mediante escuelas y hospitales, y pueden profesar con tranquilidad su fe, en el respeto de la libertad religiosa, que es un derecho humano fundamental, y que espero vivamente sea tenido en gran consideración en todo el Medio Oriente y en el mundo entero".

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