El día después del Frente Amplio Unen, entre las bendiciones y las chicanas

No le costó demasiado. Dos oraciones le alcanzaron a Jorge Capitanich para chicanear a los cinco precandidatos presidencialesdel Frente Amplio Unen (FAU), la coalición de centroizquierda que se lanzó el martes y sacudió a todo el arco político. "Tienen mucha experiencia de gestión para ofrecer. Sobre todo en narcotráfico, en hiperinflación y en traiciones políticas", ironizó el gobernador de Chaco. Los dirigentes progresistas salieron a responderle y el FAU debutó así en la primera división de la política argentina: tuvo al jefe de Gabinete nacional del otro lado de la cancha.


Es que en pocas palabras, Capitanich le metió el dedo en la llaga a los principales referentes del espacio: le achacó "falta de gestión" a Pino Solanas y Elisa Carrió, cuestionó la política contra el narco de Hermes Binner en Santa Fe y le tiró un doloroso archivo a Ernesto Sanz -presidente de la UCR- sobre la hiperinflación de Alfonsín. Pero la peor parte se la llevó Julio Cobos, a quién le recordó su "traición política" por su migración al radicalismo K y su recordado voto no positivo. El jefe de ministros no dijo si le molestó o no el lanzamiento de Unen pero, en su primera aparición pública, estaba demás preguntárselo.
A Unen tampoco le costó tanto enfrentarse con Capitanich: hasta anoche el debate se centraba en la incómoda posibilidad de alianza con el Pro de Mauricio Macri, que había generado discordia entre sus principales referentes. Ahora, los cinco presidenciales y las segundas líneas (que apuntan a gobernaciones y municipios) encontraron al enemigo afuera de casa.
La primera en salir a responderle fue la siempre encendida Elisa Carrió. La dirigente de la Coalición Cívica sintetizó en el aire de Radio Mitre sus diferencias con el kirchnerismo: "Nosotros estamos de acuerdo en la lucha contra la corrupción, y Capitanich y Cristina están de acuerdo en robar; nosotros estamos de acuerdo en la República y ellos están de acuerdo en concentrar todo el poder; nosotros estamos de acuerdo en el federalismo y ellos en manejar con caja y extorsionar a intendentes y gobernadores".
Al mismo tiempo, el actor y exdiputado Luis Brandoni -encargado de locutar el acta constitutiva del FAU en el Broadway-, sacudía el eter de La Once Diez con sus críticas al chaqueño. Primero dijo que no escucha las conferencias de Capitanich "por cuestiones de salud". Y después, sin dar más vueltas, tildó al funcionario de "mamarracho" y "charlatán de feria".
La que sí escuchó la conferencia de Capitanich fue Margarita Stolbizer, que tampoco tardó en salir a contestarle. La titular del GEN analizó que las palabras del jefe de Gabinete "muestran el nerviosismo de quienes empiezan a ver que ya tienen el barco hundido". Stolbizer calificó sus palabras como parte de una "estrategia del miedo" de quienes "ya son parte del pasado, no tienen respuestas para el presente ni nada que ofrecer para el futuro".
Si Capitanich hace uso del archivo para fustigar al FAU, algunos dirigentes eligieron el mismo método. Por ese lugar fue Pablo Javkin, quien acompañó a Carrió en la firma del acta. "Sería interesante saber si el jefe de Gabinete que nos hace esas imputaciones, es el mismo que trabajo con Aldo Ducler, el que fue funcionario de Menem, el jefe de Gabinete de Duhalde o el deslucido funcionario actual", diparó.
El jefe de bloque del radicalismo en Diputados, Mario Negri, tampoco eligió el silencio. "Sigue degradando el cargo que ocupa. A una velocidad cósmica pasó por Menem, Duhalde y la izquierda kirchnerista, justificando cómo desguazar y estatizar patrimonio público", dijo el radical. Y remató: "Es grosero, no tiene memoria ni pudor político".
​Capitanich comenzó una pelea de chicanas entre justicialistas y opositores que no es nueva, pero que promete arrojar varios capítulos en el futuro. Aún así, no todos los dirigentes del FAU jugaron el mismo partido.
Martin Lousteau, por su parte, estrenó la camiseta con una cruzada aparte: el exministro de Economía K no perdió tiempo en salir a pelearse con Capitanich y eligió un golpe más útil para su próximo escaño en la política. Es que ahora el diputado apunta a la jefatura de Gabinete porteño y apuntó al personalismo político de Macri: le criticó formar parte de un "proyecto biográfico". Y explicó: "UNEN es una construcción colectiva sin dueño, con un montón de referentes que colaboran y decide la gente quién es el más importante a través de elecciones".
Otro que jugó su partido fue el mendocino Ernesto Sanz quien, en pleno lanzamiento del FAU se encontró con un escollo en su propia provincia: Luis Juez, referente del espacio, denunció por dádivas al intendente radical Ramón Mestre: "La relación entre Juez y el radicalismo de Córdoba es un tema que de inmediato vamos a tener que conversar porque, evidentemente, ahí hay una piedra en el zapato".
Pero la sorpresa en el debut del Frente la dio el expresidente Eduardo Duhalde. El justicialista vio con buenos ojos la alianza de Unen y pronosticó que "va a hacer una muy buena elección". Luego de pedir la unión entre Massa y Scioli para no dividir al justicialismo, concluyó: "Necesitamos tener una mejor democracia, no necesitamos mandones y gente que venga a mandar, sino gente que venga a gobernar y que sea muy respetuosa en el funcionamiento institucional".

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