El consumo de la población está cayendo en forma vertiginosa

La inflación nunca es un proceso neutral. Todo lo contrario: la inflación es el desinterés por la moneda local que provoca un incremento vertiginoso de la velocidad de rotación de dinero (todos pretenden quitárselo de encima cuanto antes), y por lo tanto es una anormal redistribución de la riqueza que siempre perjudica a quienes tienen menos posibilidades en la competencia por poner su dinero a resguardo del deterioro del peso. En la Argentina no sólo está ocurriendo una situación de muy elevada inflación sino, a la vez, de recesión, potenciada por las tasas de interés tan elevadas que es la herramienta que eligió el Banco Central para detener la fuga hacia el dólar. La recesión es deterioro del consumo, y ya hay indicadores muy preocupantes. Es más: Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana (ISEPCi), que dirige Isaac Rudnik, difundió un comunicado al respecto:


"(...) Después de 5 meses de fuertes aumentos en alimentos (+29% acumulados según el IBP) que incluyó incrementos importantes en rubros sensibles como la carne (+15% sólo en febrero), un virtual congelamiento de los salarios y las remuneraciones a los planes sociales, y un aumento desproporcionadamente bajo a las jubilaciones (11%), es probable que en el mes de marzo los incrementos de precios sean menores al promedio de estos últimos meses, consecuencia de que las ventas en general y de los alimentos en particular seguirán descendiendo, aunque el gobierno quiera explicarlo por los efectos de sus precios cuidados. (...)"

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). Es preocupante el contenido del comunicado del ISEPCi, ya desde su título: "Los precios crecen, el consumo de alimentos baja, los sectores populares sufren".
 
Deberá recordarse que ISEPCi realiza sus estudios de variación de precio y consumo en asentamientos de población donde puede ingresar y trabajar gracias a la presencia del movimientos Barrios de Pie, y así ha logrado articular varios mapas de la pobreza y la exclusión.
 
Ahora, si el incremento de las ventas es en un porcentaje inferior al de la variación de precios, no hay mucho para discutir: el consumo ha descendido.
 
Es el tema del comunicado que acaba de difundir:
 
"Cuando el consumo de alimentos desciende está claro que los son los sectores más vulnerables de la población los que están sufriendo los mayores costos de la crisis económica en curso.
 
El último informe sobre las ventas en supermercados del INdEC anuncia para enero del presente año un incremento anual del 33,2% a precios corrientes (o sea sin descontar el efecto de la inflación). Según los registros del Índice Barrial de Precios (IBP) la inflación acumulada en la Canasta Básica de Alimentos (CBA) para igual período está en el orden del 38%, lo cual está mostrando que en lugar de crecimiento hubo un importante descenso del consumo.
 
Distintos estudios confirman un generalizado declive en la comercialización minorista para el mismo período, que van desde el -0,4% de la consultora CCR al -3,8% que anunció la Confederación Argentina de la Mediana y Pequeña Empresa (CAME).
 
Pasado febrero, mientras el INdEC reconoce para ese mes un aumento general de los precios de +3,3% y un +4% en alimentos (+9,2% según el IBP), los diferentes informes confirman la continuidad a la baja en el consumo minorista, con el significativo agregado que el descenso abarca el rubro alimentos. La CAME anuncia una baja general en las ventas de -6,5% y un -3,8% en Alimentos y Bebidas en particular.
 
A los importantes caídas en las ventas de electrodomésticos y autos consecuencia de la desaparición de los planes de financiación por las altas tasas de interés y la suba de precios, a la continuidad del derrumbe del mercado inmobiliario, ahora se le agrega un marcado descenso en el consumo de alimentos.
 
Después de 5 meses de fuertes aumentos en alimentos (+29% acumulados según el IBP) que incluyó incrementos importantes en rubros sensibles como la carne (+15% sólo en febrero), un virtual congelamiento de los salarios y las remuneraciones a los planes sociales, y un aumento desproporcionadamente bajo a las jubilaciones (11%), es probable que en el mes de marzo los incrementos de precios sean menores al promedio de estos últimos meses, consecuencia de que las ventas en general y de los alimentos en particular seguirán descendiendo, aunque el gobierno quiera explicarlo por los efectos de sus precios cuidados.
 
Cuando el consumo de alimentos desciende está claro que los son los sectores más vulnerables de la población los que están sufriendo los mayores costos de la crisis económica en curso."

Comentarios

Entradas populares