Puricelli admitió que la Argentina tiene "una frontera muy permeable"

En medio de una defensa a la gestión del Gobierno nacional en la lucha contra el narcotráfico, el ministro de Seguridad de la Nación, Arturo Puricelli, reconoció que "la frontera argentina es muy permeable en algunos lugares". Tanto él como su par de Justicia, Julio Alak, le 'pasaron la pelota' a la Justicia y criticaron a los obispos por sendos documentos pidiendo medidas "urgentes" para frenar este flagelo.


CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24) El ministro de Seguridad de la Nación, Arturo Puricelli, reconoció este jueves (14/11), en pleno debate por el preocupante avance del narcotráfico en la Argentina, que la frontera de nuestro país "es muy permeable en algunas zonas".
 
"La frontera argentina tiene 9.300 kilómetros. Sin ninguna duda que es una frontera muy permeable en algunos lugares. Pero estamos poniendo todo el esfuerzo, que no le quepan dudas", declaró Puricelli junto a su par de Justicia, Julio Alak, quienes brindaron este mediodía una conferencia de prensa tras participar de la I Reunión Binacional de Ministros y de Gobernadores de la Frontera Común.
 
Consultado sobre la ley de derribo de aviones que impulsa el Frente Renovador de Sergio Massa, entre otras fuerzas, Puricelli contestó: "Eso es una locura, es mucho más fácil perseguir a un avión y detener a sus ocupantes que derribarlos".
 
En ese sentido, el funcionario señaló que "la ley de derribo es reclamada con una gran irresponsabilidad". "Nosotros necesitamos capturar a los narcotraficantes, no matarlos. Pedir eso es engañar a la gente, sería como decir que los problemas de seguridad se resuelven aumentando las penas", ejemplificó.
 
Pese a realizar una tenaz defensa de la gestión oficial, Puricelli admitió el avance del narcotráfico: "Sin lugar a dudas, se ha incrementado la actividad en la Argentina; lo demuestran el crecimiento de las detenciones que hemos hecho, las actuaciones y los expedientes".
 
Y aprovechó para 'pasarle la pelota' a la Justicia: "Necesitamos más jueces, más cárceles, porque ha crecido el número de prisioneros". "Lo que no se puede decir es que nos desayunamos con este tema a partir de la carta de los obispos", se defendió.
 
Con respecto a los pronunciamientos de la Iglesia y de la Corte Suprema sobre la necesidad de implementar medidas "urgentes" para evitar que continúe avazando el narcotráfico en el país, Puricelli consideró: "El de la Justicia lo tomamos como que es bueno que se alerte sobre el tema, pero (el Máximo Tribunal) tendría que haber dicho: 'tomamos nota en lo que nos compete", cuestionó. 
 
En cuanto al reclamo de los obispos, el funcionario respondió: "Hicieron consideraciones generales, pero nos hubiera gustado que reconocieran lo que hizo el gobierno, principalmente en la política de radarización. Nos faltan radares y nos van a seguir faltando por muchos años, pero por primera vez lo estamos haciendo seriamente".
 
 
"En estos diez años crecimos y nos modernizamos mucho. Los gobiernos de Néstor y de Cristina fueron los únicos que tuvieron una tarea exitosa y acertada en materia de radarización", agregó el ministro. 
 
"Estamos culminando la primera serie de radares 3D de total fabricación argentina. Esto es lo que podemos ir haciendo, teniendo en cuenta de dónde partimos", manifestó. 
 
Por su parte, Alak se mostró mucho ofensivo contra la Justicia: "La tecnología para investigación la tiene que proveer el Poder Judicial, que desde el 2003 a incrementado su presupuesto de modo significativo y además el Ejecutivo Nacional se ha hecho cargo de los equipos forenses de todo el país que no le corresponden", lanzó. 
 
"En el norte los jueces se eligen corporativamente; nosotros tenemos minoría en el Consejo de la Magistratura, no se nos puede responsabilizar a nosotros", sostuvo Alak, y argumentó: "no somos responsables de que el Consejo no cubra los cargo o no cree los laboratorios forenses que se reclaman".
 
# "El Estado participa del negocio del narcotráfico" 
 
Marcelo Saín, diputado bonaerense por la agrupación oficialista Nuevo Encuentro, criticó duramente la lucha contra el narcotráfico llevada adelante por el gobierno nacional y aseguró en diálogo con Vorterix que "el Estado participa del negocio del narcotráfico".
 
"Lo que nadie quiere decir acá, por ahí a los funcionarios les cuesta por su condición de funcionarios, pero yo soy legislador y lo voy a decir igual: el Estado participa del narcotráfico porque gran parte del negocio tiene su estructuración a partir de las propias policías. Hay que asumir que las policías hacen parte del negocio del narcotráfico", sostuvo el legislador bonaerense. "El Estado de alguna manera ha incentivado su crecimiento y su estructuración. Hay que empezar a trabajar seriamente. Primero una depuración dentro de la fuerza y en segundo lugar la creación de un nuevo esquema institucional policial", añadió. 
 
"No puede ser que el gobierno nacional no cuente con una agencia federal específicamente abocada a este tema y a otras modalidades del crimen organizado", pidió Saín, quien acusó a la DEA de no permitir que el Gobierno lo haya hecho. 
 
 
"La DEA ha presionado durante muchos años para que esto no se concrete porque ellos tenían el monopolio de la relación con el resto de la fuerza. La DEA cuenta con muchos policías provinciales y federales que trabajan para ellos. Esto siempre pasó", agregó. 
 
"El narcotráfico no se soluciona sólo con una batería de operativos, que apoyo, pero hay que ir más allá. La Sedronar está acéfala y los funcionarios que están no saben un fulbito (sic). Mezclan narcotraficantes con adictos", fustigó el legislador.
 
"Cerca de 60 toneladas de cocaína ingresan a EE.UU. por año. Es el mercado más sofisticado del mundo", ya que "cuando pasa la droga de ese lado de la frontera  no hay violencia, no hay dominio territorial de grupos criminales", afirmó Saín, quien explicó que esto sucede porque "EE.UU. regula el narcotráfico pero no participando del negocio". 
 
"¿Por qué allá no hay violencia y en América Latina sí hay problemas? Hay muchos mitos al respecto porque esto es generalmente abordado desde una matriz religiosa de si es bueno o malo", aseguró. 
 
"Vamos a una tendencia donde en la Argentina se va a consumir cocaína. Va a haber mercados ilegales de drogas hasta que no esté legalizada. El Estado no debe participar del negocio. Sepamos que no va a haber droga cero. Las políticas serias en materia de seguridad implican una regulación del crimen, pero regularlo fuera del negocio del crimen, no participando de él", sostuvo. 

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