Gualeguaychú (3): La hipocresía de Urribarri en el tema ambiental

Mientras el gobernador entrerriano Sergio Urribarri y sus genuflexos colaboradores ya no saben cómo despotricar contra Uruguay, aplicando conceptos muy controversiales, es calamitosa la real situación ambiental de esa provincia, sin que le provoque interés a los del Frente para la Victoria y sus amigos de Gualeguaychú.


Imagen de basural en Paraná, Entre Ríos: ¿y la causa ambiental?
PARANÁ (Especial para Urgente24). Patético el senador provincial por Gualeguaychú, Natalio Gerdau, al afirmar que “Si José Gervasio "Artigas estuviera vivo se hubiera suicidado al ver como lo traiciona (José) Mujica”.
 
No es posible calificar al muy primario ministro de Cultura y Comunicación de Entre Ríos, Pedro Báez, afirmando que “Mujica antes estaba con los indios, ahora está con John Wayne", en un revisionismo histórico que debería llevar a Hollywood.
 
El kirchnerismo especula que podrá hacer que esta situación se torne favorable a sus propósitos electorales, pero ello ocurrirá así sólo si la oposición decide no reclamarle a Sergio Urribarri que rinda cuentas del pasivo ambiental que existe en Entre Ríos, más allá del reclamo de los de Gualeguaychú. 
 
El basural de Paraná
 
En febrero de este año, ante la insoportable situación que se vivía en la capital provincial, Paraná, por el humo que emanaba del volcadero municipal, el gobernador Urribarri anunció lo que él llamó “la solución histórica” para ese grave problema con el que debían convivir los paranaenses. 
 
¿En qué consistió semejante “solución”? 
 
Simple (y no es una broma): tapar con broza (mantillo vegetal) las 8 hectáreas del inmenso retrete de la ciudad. Es decir, como comúnmente se dice, tapar la basura bajo una alfombra. Una lucidez descomunal la del gobernador y los encargados de la política ambiental de su administración...
 
Para aplicar la alfombra de broza, se recurrió a extraer y transportar la carga equivalente a 2.500 camiones desde la zona del Nuevo Parque (70.000 m3), extraídas de una zona declarada como ¡reserva natural protegida! 
 
Resultado: a 8 meses de la “solución histórica”, y tal como anticiparon y denunciaron varias organizaciones ambientales de verdad, el basural, tal o si un volcán hubiera entrado en erupción, ha vuelto a lanzar sus humos nauseabundos sobre los sorprendidos ciudadanos de Paraná.
 
Las aguas saladas
 
El desarrollo turístico entrerriano tiene en las termas que se ubican en distintos lugares de la provincia uno de sus pilares, pero al mismo tiempo esa actividad conlleva un serio riesgo que afecta gravemente al medioambiente. Son muchísimas las denuncias que se han hecho a lo largo de los últimos años por parte de organizaciones ecologistas. 
 
En las zonas donde se ubican las termas de Villa Elisa y María Grande los daños que ya se registran son muy preocupantes. La perforación de las termas de María Grande se hizo sobre el Acuífero Guaraní, una de las reservas de agua dulce más grande del mundo y las aguas saladas ya utilizadas de la terma son volcadas en la superficie afectando todo el ecosistema de la zona.
 
Más grave aún es la situación en la terma de Villa Elisa, donde el vertido de aguas saladas a arroyos y cañadones ha producido que tierras cultivables comiencen a ser invadidas por salitres muy tóxicos. Varios kilómetros antes de llegar a Villa Elisa, se puede ver a simple vista el deterioro ambiental. 
 
Sin embargo nada de todo esto pareciera preocuparle a Urribarri. Es importante agregar que las aguas servidas de la terma de Villa Elisa derivan en el Cañadón del Zorro, y este en el arroyo San Pascual que a su vez desemboca en el Río Gualeguaychú, que finalmente termina en el Río Uruguay, frente a la planta de UPM
 
Código Ambiental y Ley de Bosques
 
En la Legislatura provincial esperan para ser tratadas leyes tales como la de bosques nativos y la de agroquímicos, como así también la reglamentación de lo estipulado en los artículos 83, 84 y 85 de la Carta Magna Provincial, que ordenan la creación del Código Ambiental. Desde el año 2008, en que se aprobó la nueva Constitución, la provincia estuvo gobernada solo por Urribarri por lo que no puede hacerse el distraído o pretender culpar de esto a un gobierno anterior.
 
La falta de un Código Ambiental en Entre Ríos, que entre otras cosas evite que se siga intoxicando por las fumigaciones con agro tóxicos a los chicos que concurren a las escuelas rurales, es exclusividad del actual gobierno y es una muestra cabal de la hipocresía del gobernador, los funcionarios y los legisladores oficialistas que ahora hacen como si les importara el tema Botnia.
 
En tanto, Entre Ríos es una de las pocas provincias que aún no sancionó su ley de bosques nativos. La norma establece la adhesión a lo estipulado por la ley nacional 26331 de Presupuestos mínimos para la protección ambiental.
 
Megadepósito de basura en Ceibas
 
Y si falta algo para demostrar la falsedad de las acciones de Urribarri y de todos estos payasos que lo siguen como bufones y que se llenan la boca de frases grandilocuentes como si con eso se ganaran el cielo, lo que está ocurriendo en la localidad de Ceibas, también en el sur de la provincia, es una muestra cabal.
 
Ceibas se encuentra sobre la ruta 14 y viven allí algo más de 2500 habitantes. Es un lugar rodeado de extrañas dunas de arena, lagunas, bañados, riachos, arroyos y una diversidad faunística muy importante, conformando un ecosistema dentro de un humedal donde la naturaleza conserva aún sus rasgos sin haber sido muy modificados por la mano del hombre.
 
Pues bien en ese lugar, que es un pequeño paraíso en el que viven orgullosos sus habitantes, el gobernador del “gran sueño” ha permitido la instalación de una planta de procesamiento de residuos de todo tipo, que por supuesto no son producto de la basura local, sino traídos desde otras ciudades cercanas. La empresa en cuestión se denomina 3 R Ecología S.A.
 
“Traen basura de otros lugares. Vienen de curtiembres, fábricas. Hasta de un frigorífico de pollo”, dijo Rosa, una vecina que se sumó a una manifestación de autoconvocados del pueblo para exigir que deje de funcionar la planta.
 
Es que, hasta ahora, la planta parece no realizar otro procesamiento que no sea el de tapar los residuos con tierra y cal. O sea, sepultar la basura, y nada menos que en un terreno donde las napas de agua están muy próximas a la superficie lo que agiganta el peligro de contaminación. Sin embargo, la planta cuenta con la aprobación de la Secretaría de Ambiente de Entre Ríos. 
 
Por Resolución 108, del 25 de marzo de 2013, se le otorgó el certificado de Aptitud Ambiental (se puede ver en la página de la empresa: www.3recologia.com) y tuvo luz verde para funcionar sin inconvenientes legales. A todas luces un evidente negociado en el que sin dudas debe haber intereses de alguno de “los preocupados” funcionarios y legisladores del kirchnerismo entrerriano.
 
“Hay chicos con problemas respiratorios. Tenemos que convivir con este olor las 24 horas”, insisten los vecinos que no quieren escuchar promesas de cambios ni de mejoras sino que decididamente piden que la planta deje de funcionar.
 
Todo lo mencionado, y fundamentalmente esta última patraña llevada a cabo en Ceibas, en el más absoluto silencio y a espaldas de todo el pueblo entrerriano, es la prueba más evidente que para Urribarri, para sus funcionarios y para todos los legisladores provinciales oficialistas, el problema causado por UPM, la “gran causa nacional”, como dijera el ex presidente Kirchner, no les interesó nunca en lo más mínimo. Solo cuando por cuestiones electorales ven que pueden aprovecharlo en su propio beneficio.
 
Los opositores entrerrianos deberían tomar nota de todo esto y no permitir ser usados una vez más por las mentiras y las urgencias electorales de estos personajes. La agenda no debe pasar, sobretodo en este momento, y a pesar de la gravedad de lo que ocurre con la planta instalada en Fray Bentos, solo por las urgencias electorales de Urribarri y todo el kirchnerismo que van a pretender hacernos creer una vez más que el tema Gualeguaychú es “una causa nacional”.

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