La decisión del Gobierno podría desencadenar un "default técnico"

La decisión del Gobierno de enviar un proyecto de ley al Congreso para abrir por 3ra vez el proceso y buscar un cambio en el lugar de pago de los bonos con legislación extranjera, podría disparar pagos por US$981 millones de los seguros contra un default. Ocurre que un cambio en las condiciones (aunque no se deje de pagar) se considera incumplimiento para quienes lo determinan y dispararía los Credit Default Swap (CDS). El último suceso de esta clase muy conocido fue lo que pasó con la reestructuración de la deuda de Grecia.


La decisión del Gobierno de lanzar un canje de bonos ley extranjera podría disparar un "default técnico". Sucede que para quienes determinan si hay un incumplimiento en las condiciones de emisión, aunque no se dejen de pagar los bonos, el simple cambio de jurisdicción y de agente de pago de los bonos provocaría ese estatus financiero.
 
Esto podría ser así porque en el mercado financiero se negocian los Credit Default Swap (CDS), los contratos para cubrirse de un incumplimiento de pagos. Esos contratos son emitidos por los bancos de Wall Street y vendidos a sus clientes. 
 
Los regula la International Swaps and Derivatives Association (ISDA), una organización conformada por bancos y grandes fondos de inversión (entre ellos Paul Singer del fondo que litiga contra la Argentina).
 
Entre las condiciones de pago de los bonos argentinos está la jurisdicción y el agente de pago. Si prospera la idea del Gobierno de pagar vía Caja de Valores en Buenos Aires a los bonos ley extranjera, aunque sea optativo, habría riesgos de que sea declarado un default técnico. 
 
¿Cuanto está en juego? Hay negocios de CDS de Argentina por 981 millones de dólares según los últimos datos de ISDA (al 16 de este mes). Supo ser superior a los 1.500 millones y se esperan que crezca el monto negociado. 
 
Claro que ese tipo de default no es pagado por el Gobierno. Los US$981 millones que hay en contratos de Argentina, en caso de un "evento de default", son pagados o compensados por la misma industria financiera (léase los bancos).
 
El último suceso de esta clase muy conocido fue lo que pasó con la reestructuración de la deuda de Grecia. Los bonos tenían las cláusulas que permiten sumar acreedores al canje pasado cierto porcentaje (el 85%). Por ese cambio de condiciones ISDA declaró un incumplimiento de las condiciones iniciales de la deuda y se dispararon los CDS.
 
El ministro Hernán Lorenzino habló reiteradas veces de estos CDS. En una de estas tantas veces, había señaló "que muchos están apostando plata a que alguna calificadora diga que Argentina incumplió sus obligaciones, independientemente de si eso sucede o no, y que eso gatille el pago de un seguro comprado en el mercado y les terminen pagando mucha plata; incluso más que lo que reclaman los fondos buitre".
 
De ahí que tampoco es menor la lectura que tengan las calificadoras de riesgo, tanto Standard and Poor's, como Fitch y Moody's. La decisión de estos agentes del mercado también será relevante para vislumbrar un cambio de estatus en la deuda argentina. 
 
Dirigentes opositores advirtieron que, más allá de la voluntad de pago, existe la posibilidad de que haya otro default.
 
Explicaron en el Palacio de Hacienda que no habrá "condiciones especiales" para los bonistas que acepten cambiar sus títulos, es decir, no se les ofrecerá una tasa adicional. "Esta decisión no tiene la lógica del mercado, porque esa lógica la derribó la justicia de Nueva York el viernes al confirmar el fallo del juez Thomas Griesa", se explicó.
 
La fuente aclaró al diario 'La Nación' que no se requiere una aceptación previa de los bonistas que entraron en los canjes, porque "ésta es una emisión nueva de bonos" y no un cambio en las cláusulas de los títulos previos. "Ésta es una opción, no es una operación de manejo de pasivos", se indicó.
 
En relación con los acreedores que tienen sus bonos en el extranjero y que no acepten cambiarlos por los locales, el funcionario juró que se respetará esa voluntad. "El suspenso decidido por la Cámara de Apelaciones aplica, así que en la medida en que no haya ninguna dificultad, podremos seguir haciéndolo en el extranjero", indicó la fuente oficial.
 
Si se levantara el "stay" -ya que es probable que los holdouts que consiguieron el fallo del viernes lo pidan, argumentando que, con el cambio de jurisdicción de pago, la Argentina está eludiendo el cumplimiento del fallo-, "damos la certidumbre de que no haya ninguna dificultad de pago", agregó la fuente de Economía.
 
El diario 'El Cronista' había anticipado ayer otra opinión: "Otra de las opciones que podría poner en práctica el Gobierno es la de canjear Bonos Ley Nueva York por Bonos Ley Argentina. En este caso, los abogados consultados por El Cronista dijeron que esta situación se puede dar para proteger a los bonistas que entraron al canje. Sin embargo, también aseguraron que no es fácil convencer a un ahorrista que aceptó regirse por la ley estadounidense a que ahora acepte bonos bajo otra ley."

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