Tras el escándalo, muy pocos "valientes" quieren ir a la campaña antártica

En medio de la polémica por presunta corrupción en el reaprovisionamiento de las basesargentinas en la Antártida -y de la denuncia de abandono que realizó en Perfil.com un guardaparques- se supo ahora que son pocas las personas que se anotaron para cubrir puestos emblemáticos en la base Marambio, por lo que la Fuerza Aérea se vio obligada aextender el plazo de la convocatoria.

Se trata de una convocatoria para lacampaña 2013-2014, una actividad que siempre estuvo significó un orgullo para militares, científicos y técnicos argentinos. Pero los plazos para anotarse vencieron la semana pasada y solo se inscribieron 14 personas, cuando se necesitan al menos 45, según informó Clarín.

“Casi nadie quiere venir porque saben que casi no hay comida, que no hay calefacción, y hay poco combustible. Cero comodidades en un lugar hostil y pagan una ‘miseria’ (entre 9000 y 11.000 pesos para los civiles incluyendo el suplemento antártico) comparado con otros países que consideran ir a la Antártida un trabajo de prestigio”, dijo una fuente ligada a la campaña.

Y aunque se supo que la falta de especialistas en las campañas de las demás bases no fue tan fuerte, todavía no se llenaron los cupos en ninguna, una consecuencia que deviene de las denuncias de corrupción, desabastecimiento y abandono de las bases durante la campaña antártica 2012-2013, que incluso derivó en la apertura de una investigación judicial que involucra al ministro de Defensa, Arturo Puricelli.

En efecto, no es la primera vez que surgen quejas sobre el abandono de las campañas y las personas que trabajan en las bases antárticas argentinas. A la denuncia de corrupción en el reaprovisionamiento de las bases, conocida en el verano, se sumó también el testimonio de un guardaparques de la base Orcadas, quien se quejó del estado en el que trabajaban en el lugar a través de las redes sociales.

En diálogo con Perfil.com, hace dos meses, Mariano Spisso, quien aseguró que en la base sólo habían alimentos y medicamentos vencidos. "No fue un buen año. Estuvimos comiendo alimentos vencidos, hay falta de víveres. No hay combustible y uvimos que pedir alimentos prestados al crucero turístico Polar Pionner. Quedamos dando lástima. Es una vergüenza, como si fuéramos unos miserables. Es lamentable, tanta plata invertida en la Antártida... La responsabilidad la tiene la Armada", lanzó Spisso.

Por entonces se conocieron también las denuncias de corrupción en las licitaciones de las campañas antárticas. En el ojo de la tormenta se encuentra Transport & Services (TyS), una firma que surgió con el kirchnerismo y que se dedica a subcontratar empresas extranjeras.

Aunque Puricelli, aseguró que las licitaciones fueron bien realizadas y descarta irregularidades, fuentes del Edificio Libertador aseguraron que la cuestionada firma goza del "respaldo de la Casa Rosada" porque "de otra manera sería imposible que ganen algunas licitaciones"; también advierten que “hay denuncias que rozan sospechas de corrupción”, según publicó el diario PERFIL.