Francisco recibió el palio y el anillo

El papa Francisco este martes fue aclamado desde su papamóvil en laplaza de San Pedro por decenas de miles de fieles antes del inicio de la misa de inauguración de su pontificado, a la que asisten dignatarios políticos y religiosos de todo el mundo.


El papa argentino, vestido con su sotana blanca, apareció en la gran explanada vaticana a las 8 de unasoleada mañana romana a bordo de un jeep blanco totalmente descubierto, escoltado por varios agentes de seguridad vestidos de negro.

Sonriente, saludó con cariño a los fieles entusiastas que aclamaban a este popular papa en medio de un mar de banderas de todos los países, muchas de ellas latinoamericanas, y pancartas en español con lemas como "Siempre junto al Papa".

"Es un acontecimiento que abre la visión de la Iglesia. Con el papa Francisco tendremos una Iglesia más cercana al pueblo y al mundo moderno", dijo esperanzado un sacerdote colombiano Rodrigo Grajales, de 31 años.

Antes de iniciar esta histórica jornada, el Papa se dirigió de manera inesperada a los numerosos fieles que realizaban de madrugada una vigilia en la catedral de Buenos Aires, y les pidió que dejen de lado los "odios" y las "envidias", y "no teman a Dios, que "siempre perdona", en unas palabras que fueron difundidas por altavoces en la Plaza de Mayo.

La ceremonia religiosa está rodeada de un estricto dispositivo de seguridad, formado por unos 3.000 funcionarios del Estado italiano, mientras que varios helicópteros sobrevolarán la plaza.

Antes de volver a presentarse ante los peregrinos, Francisco -el primer latinoamericano y primer jesuita- rezó ante la tumba de San Pedro, el padre de la Iglesia, situada debajo del altar mayor de la basílica, acompañado por una decena de representantes de las iglesias católicas orientales.

Junto a la tumba estaban el anillo de Pescador y el palio (una larga estola blanca que se coloca encima de la casulla), los dos símbolos de poder papal, que le fueron entregados.

El Sumo Pontífice se reunió a continuación con sus 180 concelebrantes, con quienes se dirigieron todos juntos en procesión hacia el altar erigido en el exterior de la plaza cantando el "Laudes Regiae", una letanía de invocación en honor a Cristo.

Una vez allí, el cardenal protodiácono francés, Jean-Louis Tauban, colocó ante los fieles el palio de lana -el mismo que llevó Benedicto XVI- sobre los hombros del exprimado de Argentina.

El decano del colegio cardenalicio, Angelo Sodano, le puso acto seguido el anillo del Pescador -que ha querido de plata y no de oro como su predecesor- en el dedo anular de la mano izquierda.

Hacia las 9.30 comenzó por último el servicio religioso propiamente dicho de "inicio del ministerio petrino del obispo de Roma", su título oficial.

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