La "fiesta del Trigo" se tiñó de negro

Luego de que el titular de Coninagro, Carlos Garetto, contara sobre la visita de la AFIP a su campo tras una crítica al Gobierno, el presidente de la CRA, Rubén Ferrero, dijo que “no tenemos nada que festejar, estamos más bien de duelo”, y aclaró: “no podemos festejar la pérdida de 20.000 productores trigueros por la falta de políticas nacionales”. Miguel Etchevehere, de la Sociedad Rural, dijo que más que una fiesta, fue "un velorio", y los funcionarios de José Manuel de la Sota dieron lo suyo contra el Gobierno de Cristina Fernández.

La Fiesta Nacional del Trigo que terminó en la localidad cordobesa de Leones sirvió de escenario para que los dirigentes ruralistas criticaran al Gobierno nacional.

 

Pero también, hubo denuncias. En un escenario en el que la AFIP multiplica inspecciones a los campos, Carlos Garetto, titular de Coninagro, contó que también fueron al suyo y a los lugares donde comercializa.

 

“No tenemos nada que festejar, nuestro ánimo no es festivo, estamos más bien de duelo”, disparó en la celebración Rubén Ferrero, presidente de CRA. Y denunció que “no podemos festejar la pérdida de 20 mil productores trigueros por la falta de políticas nacionales”.

 

Por su parte, el presidente de la Sociedad Rural, Luis Etchevehere, les pidió “a los productores que no siembren trigo hasta que el Gobierno no explicite cuáles son las políticas para el sector”.

 

Etchevehere aseguró que “llegamos a producir el triple de trigo y de ser los primeros exportadores mundiales a la peor cosecha de trigo en 110 años”. En su exposición en el stand de la Sociedad Rural de Leones, Etchevehere señaló, además, que “le pedimos tres audiencias al ministro, Norberto Yahuar, y todavía estamos esperando respuesta”.

 

En tanto, Carlos Garetto, titular de Coninagro y ex intendente de Leones cuestionó que inspectores de la AFIP hayan ido a su campo, luego criticar a la Casa Rosada: “ Recibí una visita de la AFIP para que declare la existencia de soja que tengo en mi campo y en la cooperativa donde comercializo mi producción”, indicó Garetto.

 

# Las presiones del Gobierno

 

La dirigencia ruralista denunció la "presión" del gobierno nacional, a través de las inspecciones de la AFIP , para forzar al sector a vender sus granos y obtener así los dólares necesarios para atenuar el creciente déficit fiscal. Tanto Eduardo Buzzi (Federación Agraria) como Luis Miguel Etchevehere (Sociedad Rural) y Ferrero señalaron que "muchísimos productores informan sobre una avanzada de la AFIP", a la que no dudaron en calificar como "un movimiento persecutorio".

 

A través de las redes sociales, el titular de la FAA consignó que las acciones registradas por parte de inspectores impositivos "se entiende como parte del destrato de esta gestión al sector agropecuario". Por ello y atento a las fluctuaciones que enfrenta el dólar en el mercado cambiario, Buzzi explicó públicamente que "cada productor puede y debe vender el fruto de su trabajo cuando quiera y le convenga, y no tener que soportar la presión oficial, porque necesitan dólares".

 

En la misma línea, Ferrero objetó la "presión" que recibieron algunos productores sojeros por parte de funcionarios de la AFIP, en el marco de los operativos de control de existencias granarias realizadas la pasada semana en zonas rurales. Para el dirigente de CRA, esto "no es más que otro ataque discriminatorio" para con el sector agropecuario, y consideró también que "las inspecciones y controles fiscales son una nueva presión a los productores".

 

Según informó la página web de su entidad, Ferrero expresó que es "infundado" la exigencia de la AFIP de obtener en un plazo de 48 horas, los datos sobre las tenencias de granos con que cuenta cada productor, al indicar que los plazos legales para cumplimentar dicha presentación asciende a diez días.

 

"Somos libres de vender el fruto de nuestro esfuerzo cuando lo consideremos conveniente", señaló Luis Miguel Etchevehere, presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), al tiempo que trató de "nefastas" a las políticas aplicadas al sector agropecuario por parte de la administración kirchnerista.

 

Tras participar este fin de semana de la Fiesta del Trigo de Leones, Etchevehere recordó que este tipo de cuestiones serán tema de discusión en el próximo encuentro que la Mesa de Enlace Agropecuaria mantendrá el viernes 15 de febrero en la localidad bonaerense de Pehuajó.

# La "fiesta"

Según relató el diario cordobés 'La Voz', la carpa que la Sociedad Rural de Leones instaló en la 57° Fiesta Nacional del Trigo se transformó en una tribuna poblada de duras críticas hacia las políticas agropecuarias del Gobierno nacional –principal auspiciante de la muestra– y las recientes actuaciones de la Afip. 

 

El arco de reclamos abarcó desde tres ministros provinciales enviados por el gobernador José Manuel De la Sota, a los principales dirigentes de entidades nacionales del sector. La réplica de los organizadores de la fiesta y dirigentes kirchneristas quedó a cargo del diputado nacional Fabián Francioni, en el acto oficial que tuvo lugar anoche sin la presencia, como se había anunciado, del presidente de la Cámara de Diputados de la Nación y exministro de Agricultura Julián Domínguez.

 

En los días previos se habían suscitado tensiones por la presentación del periodista Pablo Rossi en el auditorio de la Rural. El clima político se había instalado y fue caldo de cultivo para la descarga del gobierno delasotista hacia la administración kirchnerista.

 

Según el matutino, uno de los primeros y más duros en cuestionar fue el ministro de Agricultura y Ganadería, Néstor Scalerandi, quien dijo que a la política triguera del Gobierno nacional “no se le ve ni ton ni son” y que el ministro Norberto Yahuar “no tiene respuestas”.

 

Acto seguido acusó a la Afip de querer “intimidar” con las inspecciones en los campos. “Es un error gravísimo. Los productores somos la máquina de la economía nacional. Nos quieren asustar en lugar de ayudar. Van por mal camino”, advirtió.

 

Scalerandi aconsejó a los productores “sentarse sobre el silo y vender cuando necesiten” y pidió “no tener miedo a los operativos de la Afip, que son puro ruido”.

 

El ministro de Desarrollo Social Daniel Passerini apuntó sus dardos al referente local del kirchnerismo, Fabián Francioni, a quien elípticamente mencionó como “intendente en fuga” por haber tomado licencia en la ciudad para asumir como diputado. Le pidió que renuncie a la intendencia y convoque a elecciones para “normalizar” la situación en la ciudad. “No creemos en la política por Twitter, ni en los intendentes que van a Puerto Madero para que les den plata. Nosotros creemos en la Constitución”, afirmó el referente delasotista en el departamento Marcos Juárez.

 

El ministro de Agua, Energía y Ambiente, Manuel Calvo, coincidió con sus pares en defender las inversiones provinciales en la zona y reiteró que “el Gobierno provincial estuvo y estará con el campo”.

 

“Más que una fiesta es un velorio. Estamos enterrando el trigo”, dijo el titular de SRA,Etchevehere, quien responsabilizó al Gobierno nacional por “la peor siembra de trigo en 30 años por perseverar en estas malas políticas. Ellos solos se metieron en este problema, con su lógica de no querer escuchar y tratarnos con autoritarismo y soberbia”.

 

Dijo que lo mismo ocurre con el sector de la carne y el cierre de 125 industrias y la pérdida de 12 millones de cabezas de ganado, y la lechería, con 5.000 tambos menos. El ruralista culpó a “cuatro iluminados, ricachones de Puerto Madero, cuyo principal problema es demostrar de dónde sacaron la plata si nunca trabajaron”.

 

Etchevehere recomendó a los productores “conservar el poder adquisitivo del grano en un año que habrá más de 30 por ciento de inflación”. Por último, recordó el conflicto por la resolución 125. “Ya les dimos una lección en 2008 y estamos cerca de darles otra. Este año es clave. Si ganan las elecciones van a querer reformar la Constitución y pasar de propiedad privada a propiedad colectiva”, sostuvo.

 

Toda esta actividad se realizó fuera del programa oficial. Apenas terminada, los ministros provinciales volvieron a Córdoba, y los dirigentes rurales a sus destinos.