"El Gobierno no tiene nada qué decir sobre el nuevo Papa"

Mientras el mundo recibe con sorpresa la noticia de que Benedicto XVI dejará el pontificado, y luego de que la Iglesia argentina manifieste sus primeras reacciones ante la novedad, el embajador argentino en el Vaticano, Juan Pablo Cafiero dijo que "el Gobierno no va a dar una opinión sobre el nuevo papa".



"El gobierno argentino no va a dar una opinión sobre quién tiene que ser el papa. Descártelo. Ningún gobierno opina sobre la decisión de otro Estado. Esas son decisiones soberanas. No tenemos una opinión sobre estos temas", declaró Juan Pablo Cafiero, embajador argentino en el Vaticano, en diálogo con radio 'Mitre'. 
"Siempre se lo notó con mucha fuerza, con ganas de ir adelante. Me siento sorprendido. Son decisiones que se toman", indicó el diplomático. 
 
Cafiero fue la primera voz oficial del gobierno argentino en referirse al tema. Se prevé que en las próximas horas podría haber alguna declaración oficial del Gobierno o de la Presidente, que últimamente utiliza las redes sociales para hablar de diferentes cuestiones.  
 
Cafiero aseguró que "para nada" había rumores previos a la decisión de renunciar que comunicó Benedicto XVI. "El Papa nos dio una sorpresa a todos", insistió el embajador, y destacó que, durante un Consistorio, "hablando en latín anunció que había hecho un examen de conciencia delante de Dios, que se había percatado o adquirido una certeza de que su fuerza, y por la edad avanzada, no estaba en condiciones de seguir de manera adecuada con su pontificado". 
 
Cuando se le preguntó sobre las posibilidades de algún cardenal argentino para suceder a Benedicto XVI, Cafiero contestó: "Cualquiera que yo opine, no creo que lo beneficie. No por mí, no es que yo tenga un grado de incidencia, cero, absolutamente cero. Si la política se mete, entorpece muchísimo a cualquier persona".  "Tenemos que ser respetuosos, ellos tienen su sistema de elección", agregó.
 
Finalmente, al ser consultado sobre los vínculos entre Argentina y la Santa Sede, sostuvo: "Están muy bien, tenemos una buena relación. Tenemos temas para resolver, pero estamos bien, en un promedio normal".
 
La Iglesia argentina ya habló al respecto. 
 
El obispo de San Nicolás, monseñor Héctor Cardelli, calificó la decisión como "inusual", y afirmó que en cada encuentro el Papa "mostraba una vitalidad que sorprendía".
 
"Fue una cosa inusual para nosotros, aunque tiene antecedentes históricos esta decisión de Benedicto, aunque muy lejos en el tiempo. Pero bueno, somos conscientes de que los hombres en la Iglesia estamos de paso", sostuvo en diálogo con radio 'La Red'.
 
Cardelli contó que la última vez que estuvo con Benedicto XVI fue en 2009, "y en ese momento manifestaba una vitalidad y una agilidad que extrañaba por su edad". "Siempre se mostró muy lúcido y atento. Ni siquiera era una conversación que se daba entre nosotros", expresó.
 
Por su parte, el obispo de La Plata, monseñor Alberto Bochatey, dijo que Benedicto ya había anticipado que podía dejar su reinado, aunque admitió su "sorpresa" ante la noticia.
 
"Es una sorpresa muy grande para todos, nadie lo esperaba. El Papa había escrito en sus libros que estaba dispuesto a renunciar cuando llegue el momento oportuno, cuando sintiera que no tenía fuerzas para continuar, y es lo que sucedió con su renuncia", explicó Bochatey por radio 'Mitre'. 
 
Monseñor Jorge Lozano, obispo de Gualeguaychú, declaró que la noticia lo tomó por sorpresa como al resto de sus pares. “Hay un reconocimiento de su limitación en las fuerzas para cumplir tareas, que son muy exigentes. Y si él percibe esto, es un gesto muy bueno que prefiera renunciar para que otro pueda llevar adelante la tarea de ser el sucesor de Pedro”, indicó en radio 'Mitre'. 
 
Lozano reconoció a Benedicto XVI como un referente “muy lúcido” que supo plantear la vinculación entre la humanidad y la naturaleza para cuidar el medio ambiente no sólo para el presente sino también para las generaciones futuras. 
 
Consultado sobre cómo será recordado, Lozano evaluó: "En primer término es el sucesor de Juan Pablo II, algo que no es menor, y luego hay hechos internos en la Iglesia que fueron muy importantes". 
 
"También en otras religiones es reconocido como una persona muy importante. Hace poco leía una crítica que él hacía sobre la esperanza y hacía un desarrollo de todos los pensadores de la modernidad y de cómo ha influido en la humanidad; esto también ha sido un aporte muy importante", reflexionó. 
 
A su vez, el obispo argentino Marcelo Sánchez Sorondo, canciller de la Academia Pontificia de Ciencias, afirmó que en el Vaticano se vive un "momento de consternación y gran tristeza" por la renuncia del papa Benedicto XVI a partir del próximo 28 de febrero.
 
"Estoy muy triste con la noticia. Ayer estuve con él cuando celebró la misa para los caballeros de Malta, y no se sabía nada, es una noticia de hoy", planteó.
 
Por su parte, Monseñor Javier Echevarría, prelado del Opus Dei, sostuvo que "la Iglesia siente hoy una especial necesidad de agradecer a Benedicto XVI su rico y fecundo Magisterio, y también su ejemplo humilde y generoso de servicio a la Iglesia y al mundo".
 
"En este momento singular de la historia de la Iglesia, los fieles de la Prelatura –sacerdotes y laicos– rezamos por la persona y por las intenciones de Benedicto XVI; y, unidos al Papa y a toda la Iglesia, pedimos al Espíritu Santo que derrame su gracia en abundancia sobre el pueblo de Dios y sus Pastores", agregó Echevarría.
 
# La Iglesia dice que Bergoglio "es papable"
 
El arzobispo de Buenos Aires y Primado de Argentina, Jorge Bergoglio, de 76 años, "es papable como todos los demás cardenales", dijo el jefe de prensa del Arzobispado bonaerense, Federico Walls, tras el anuncio de la renuncia del papa Benedicto XVI.
 
"Es papable como todos los demás cardenales y él va a viajar cuando llegue la convocatoria por parte de Roma. Tiene la experiencia del cónclave pasado", afirmó Walls a radio 'La Red', al ser consultado sobre las posibilidades de Bergoglio de suceder a Benedicto XVI.
 
Además, resaltó que "la figura del cardenal Bergoglio es muy apreciada no sólo a nivel nacional, sino internacional".
 
Bergoglio, considerado del ala conservadora moderada de la Iglesia católica argentina, el culto mayoritario del país, se opuso tenazmente a la aprobación de la ley que en 2010 consagró el matrimonio homosexual.
 
Ese año, Argentina se transformó en el primer país latinoamericano en tener una legislación que autoriza los matrimonios entre personas del mismo sexo.
 
"No seamos ingenuos: no se trata de una simple lucha política; es la pretensión destructiva al plan de Dios", dijo Bergoglio sobre la ley de matrimonio gay, días antes de que la aprobara el Congreso.
 
El cardenal también se opuso a una más reciente ley de identidad de género que autoriza a travestis y transexuales a registrar sus datos con el sexo elegido.
 
Estas dos iniciativas enfriaron las relaciones entre la Iglesia argentina y la presidente Cristina Fernández, aunque la mandataria es contraria a la legalización del aborto, posición respaldada por los católicos.

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