Los pasajeros: rehenes de los vagos metrodelegados y sus paros

Transitar la Ciudad de Buenos Aires nunca es sencillo ni rápido y mucho menos si uno viaja en transporte público pero, ¿qué pasa cuando uno de los servicios más importantes no se está brindando? Se desata el caos total.


El último fin de semana miles de usuarios nos vimos afectados por el paro de subtes que aún sigue vigente. Y si bien la falta del mismo durante el sábado y el domingo generó complicaciones para quienes necesitábamos tomarlo, nada se compara a la llegada del lunes cuando la gran masa vuelve a sus trabajos en el centro porteño y la ciudad se convierte en una anarquía.

Ante el anuncio de que el paro, impuesto por los metrodelegados en pedido de un aumento salarial del 28%, se extendería a lo largo de la semana, quienes pudieron hacerlo vinieron en sus propios autos hacia la Capital aumentando considerablemente el caudal habitual de tránsito,  acarreando consigo las complicaciones y demoras lógicas por el incremento en el flujo vehicular. 

Por supuesto y como no podía ser de otra manera, los perjudicamos terminamos siendo los pasajeros. Larguísimas son las colas que se forman para tomar los colectivos que pasan más cerca de los recorridos que hacen los subtes. Tan largas que muchas veces tenemos que esperar que pasen dos o tres internos antes de poder subirnos a uno. 

A esto le tenemos que sumar los retrasos que se generan en las estrechas calles del microcentro donde los vehículos que se dirigen en distintas direcciones generan interminables atascos que nos impiden avanzar.

Un trayecto que habitualmente implica media hora terminamos haciéndolo en más de hora y media o dos horas por lo que, como es de esperarse, llegamos tarde a nuestros trabajos y compromisos pautados.

Como si esto fuera poco la vuelta no va a resultar más sencilla, ya que el descarrilo de un tren de la línea Sarmiento empeora aún más la situación dejando varados a quienes intentan retornar a su hogar.

Entonces  termina surgiendo la pregunta más obvia, ¿por qué los representantes de Metrovías paran los servicios perjudicando al usuario en lugar de levantar los molinetes y generarle un problema a la empresa si lo que buscan con la medida de fuerza es una respuesta más rápida? Quizá porque de este modo no tienen que trabajar, que es lo parecen no querer hacer. 

Con esto no dejo de avalar el reclamo sino que interpreto que esta no es la mejor forma de expresarla ya que origina un descontrol innecesario que no soluciona el conflicto en absoluto y solo nos desfavorece a nosotros: los trabajadores, igual que ellos.

Lamentablemente mañana tampoco habrá servicio, por lo que tendremos que modificar nuestras vidas en relación a la falta de subtes mientras los representantes del mismo siguen sin trabajar gracias a esta insólita medida que han adoptado como una costumbre.

Por Sabrina Valle
@SabrinaAValle
sabrina@diarioveloz.com

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