Desmayo Presidencial: Violenta reprimenda de Cristina a Garré

Dicen en el gobierno que la cuestión de la inseguridad está pegando fuerte en la Presidente. Y que la falta de resolución de la muerte de Candela Sol Rodríguezhace justo un año es un trago que no puede digerir.


Por eso horas atrás, Cristina Fernández citó a la Ministra de Seguridad con aire poco amistoso. Es un secreto a voces la trama de narcotráfico y policía corrupta que ronda el crimen de la hija de Carola Labrador. 

Si DiarioVeloz.com reconstruyó en forma exclusiva para sus lectores las secuencias horrendas del crimen (ver nota aparte), obvio pensar que la información que dispone el Ministerio de Seguridad y la SIDE sobre el caso tiene nombres y apellidos involucrados y cómo se fue gestando la trama de encubrimiento que ningún organismo federal se atrevió a llevar a la Justicia.

Por ejemplo: El Ministerio de Seguridad siguió la historia paso a paso sabiendo de entrada que no hubo secuestro al voleo de la niña ni pedido de rescate porque sí. Hubo dinero de narcos que Carola Labrador dijo le robaron y una voz de la banda le advirtió: A nosotros nadie nos roba. Devolvé la plata.

La madre de Candela siguió insistiendo con su historia y ahí fue cuando los secuestradores se llevaron a su hija para lograr presionarla. 

El Ministerio de Seguridad apostó agentes federales siguiendo la investigación de la bonaerense y ahí hubo una secuencia clave. Se filmó a distancia y con discreción la "casa rosa",  donde los investigadores provinciales decían que había estado secuestradaCandela.  Unos fotogramas que se lograron captar (y al parecer Nilda Garré se lo dijo entonces a Cristina) muestran el ingreso de un oficial identificado como de la DDI Matanza con una bolsa de plástico en mano. Segundos después sale de la casa con las manos vacías. 

El paso siguiente fue el hallazgo de algunos utensilios que los análisis posteriores demostraron haber sido utilizados por la piba todavía con vida. Los plantaron en el lugar pero quedaron registradas las escenas.

De ahí en más cayeron los perejiles de turno, Hugo Bermúdez y el resto de los falsos implicados. 
Fernando Burlando puesto por la policía bonaerense para avalar la investigación trucha fue otra de las revelaciones que los agentes del Ministerio de Seguridad le arrimaron a Cristina Fernández.

¿Otro dato no menor? Uno de los testigos de identidad reservada que contó una novela barata y mentirosa en la fiscalía para hacer cerrar el crimen con la trama Bermúdez y los sospechosos de siempre, es pariente de un policía de La Matanza de apellido Chazarreta.

Era un caso para la Justicia Federal por las implicaciones de narcotráfico que había en todo su desarrollo. Pero ya se había ido lejos y la muerte de la chica tendría que haber llevado la causa a otro rumbo.

Un año después se está más estancado que al comienzo. 

Nos dicen que algunos polis provinciales de La Matanza fueron despachados a otros destinos para aliviar la presión de ese neurálgico centro policial.

Esto y mucho más que deben saber en Casa de Gobierno hubiera precisado algo más que la inmovilidad de Nilda Garré. Pero la mujer siguió haciendo la plancha como si viviera en otra galaxia. Ni percibió la atmósfera de bronca que sigue generando el crimen de Candela.

En las últimas horas, Cristina Fernández le pidió a uno de sus "monjes negros" (esos asesores que influyen fuerte en sus decisiones pero cuyo rostro es casi desconocido para el común de la gente), que le ordenara a Gabriel Mariotto que la comisión de la legislatura provincial que investiga el crimen de la piba, bajara un poco los decibeles para no tensionar mas la relación de Scioli con la Casa de Gobierno.

Es que también el gobernador bonaerense conoce la trama oculta del crimen y no hace demasiado para romper la red de complicidades de algunos polis bonaerenses con el narcotráfico y el crimen organizado.

La semana pasada hubo un almuerzo de Scioli, Mariotto y ese "monje negro" en el despacho de vice y hasta días atrás virtual enemigo público número uno de Scioli. ¿Por qué fue en el despacho del vice el encuentro y no en el del gobernador?

Dicen que Scioli le dijo a su segundo: "Tu oficina es más segura, la mía está poblada de micrófonos y no tendríamos intimidad en la charla". 

Si ni Scioli se siente libre ni seguro en su bunker personal, algo malo está pasando en La Plata y nadie lo esconde.

Gabriel Mariotto viaja ahora a Madrid a un encuentro mundial de policías municipales. Quiere ver de qué se trata eso de la descentralización de las fuerzas de seguridad en un territorio tan vasto como la Provincia de Buenos Aires.

Después de hacerlos fumar la pipa de la paz al gobernador y su vice (que nadie cree dure demasiado, pero al menos por el caso Candela hasta que pase la tormenta), Cristina la citó a Nilda Garré y dicen que los gritos de la Presidente se escucharon hasta Santa Cruz. No estuvimos ahí, no conocemos las respuestas que habrá dado la Ministra de Seguridad que la enfureció a Cristina de tal manera que la terminó descompensando.

En Presidencia quieren saber dónde está ese video que es la primera evidencia de la complicidad de algunos policías bonaerenses con los narcos que secuestraron a la piba hace un año.

Si una investigación periodística resuelve el caso con nombres, apellidos e imágenes antes que lo haga el Estado, el gobierno quedaría en un estado casi de inutilidad absoluta y la Presidente no quiere sabe de nada de una foto así.

Por eso los gritos, la angustia y el fuerte estado emocional que la hizo desmayar y anular su viaje a Jujuy. ¿Seguirá Garré en el cargo después de este terrible incidente casi sin precedentes en esta gestión? Veremos que ocurre cuando las aguas se calmen.

Por Jorge D. Boimvaser
info@boimvaser.com.ar

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