Blablablá, Blablablá, Blablablá y Blablablá

La presidente Cristina Fernández encabezó el acto central por el Día de la Independencia en Tucumán este lunes (09/07) desde donde emitió su mensaje por cadena nacional. Fue un discurso reiterativo, sin novedades y que pareció más conmemorar un aniversario de Gobierno kichnerista que celebrar la fecha patria, la que al final terminó comparándo con las discutibles medidas de desendeudamiento del kirchnerismo para quebrar la "dependencia" del FMI.

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24).- Un mensaje por el Día de la Independencia que no solo tuvo poco que ver con la emancipación nacional sino que ni siquiera tuvo aportes políticos o referencias a los problemas de la coyuntura económica. Cristina reiteró el mismo mensaje de una economía pujante frente a la crisis externa aunque insinuando algún ‘coletazo’ aquí, arengó a los manifestantes de mayoría camporista, repasó supuestos logros omitiendo datos y encubriendo el aumento de la deuda externa o en el caso de los Boden 2012 sin mencionar que Néstor también hizo una emisión que ella deberá pagar.

Aquí el discurso completo:

Gracias, muchas gracias Tucumán.

Señor Gobernador de la provincia de Tucumán; señor Vicepresidente de la Nación; señores gobernadores de las hermanas provincias de Jujuy, de Santiago del Estero, de la Rioja; señores intendentes de la Capital y de las otras localidades de esta hermosa Tucumán: yo recién, cuando escuchaba las palabras del señor Gobernador, recordaba que hoy hace exactamente 9 años que venimos a conmemorar el 9 de Julio, nueve por nueve, desde aquel 2003. (APLAUSOS)

Hace exactamente 9 años, quien fuera mi compañero de vida y de militancia, venía a esta Provincia a pocos meses de haber inaugurado su presidencia; era un mundo totalmente diferente y también un país totalmente diferente. Éramos nosotros los que nos habíamos caído del mundo y era ese hombre el que marcaba un camino que a muchos tal vez, pero no al pueblo profundo, que tiene otros saberes y otra comprensión, entonces él nos proponía un camino que no era independiente del mundo, porque sabía que había un mundo globalizado pero necesitábamos romper las cadenas que durante décadas se habían tejido sobre las posibilidades del pueblo argentino; esas cadenas que eran el endeudamiento, esa deuda externa feroz que nos obstruía, que obturaba toda posibilidad de crecimiento y desarrollo; esa dependencia de ese organismo multilateral de crédito que nos daba clases a nosotros y al mundo.