Para economistas uruguayos, Cristina termina como De la Rúa

Los economistas uruguayos prevén en el futuro argentino a mediano plazo, un regreso a 1989: inflación y devaluación. Ellos apuntan los esfuerzos por sostener el "modelo K": Estatización de las AFJP (octubre de 2008). Medidas de control cambiario (octubre de 2011). Régimen de Declaración Jurada Anticipada de Importación de la AFIP (febrero de 2012). Reforma de la Carta Orgánica del Banco Central (marzo de 2012). Reestatización de las acciones de la española Repsol en YPF (abril 2012).





por PILAR BESADA
 
MONTEVIDEO (El País). Una crisis similar a la de 1989, con aumento de la inflación y devaluación del peso argentino - que reduzca el turismo y desacelere la economía local -, es el escenario que varios expertos avizoran ante una eventual caída del "modelo K".
 
La nacionalización de la mayoría de las acciones de YPF anunciada esta semana por la presidenta argentina Cristina Fernández es para muchosuna perla más de un collar de medidas para sostener el denominado"modelo kirchnerista", al igual que las trabas comerciales, el control del intercambio de divisas o el uso de las reservas del Banco Central.
            
Para varios expertos, este modelo basado en los subsidios y en un creciente gasto del Estado tiene fecha de vencimiento en el mediano plazo, y su debacle afectará a Uruguay.
 
De hecho, Uruguay está padeciendo los efectos de una posible recesión argentina de forma anticipada por las trabas al comercio.
            
Ante este escenario, esta semana el presidente José Mujica intentó un acercamiento con Brasil en una visita a la presidenta Dilma Rousseff, a quien le expresó su voluntad de lograr la libre circulación de bienes y servicios con el mayor socio del Mercosur.
         
La señal que recibió de Rousseff contrasta con la actitud asumida por Cristina Fernández, con quien, hasta el momento, no se han logrado avances significativos en la relación bilateral.
           
No resulta llamativo entonces que Mujica haya elegido a Brasil para recorrer, aún dentro del Mercosur, un camino "codo a codo" para que asegure la libre circulación de bienes y servicios, aspecto clave del Tratado de Asunción que el bloque.
 
Pese a todo, el presidente espera recibir la próxima semana alguna señal "positiva" desde Argentina, pero más allá de soluciones parciales, el gobierno argentino sigue firme en su voluntad de profundizar el "modelo K" que derivó en las trabas cuando los dólares comenzaron a escasear.
 
Según el Doctor en Economía, Michele Santo, el esquema "K" no se sostiene en el mediano o largo plazo. "Sin un ajuste fiscal significativo a nivel de gasto público y sin medidas que alienten la inversión a mediano plazo, es difícil que el modelo tal cual está pueda sostenerse en el tiempo", indicó.
 
"Más allá de que el precio de los productos agrícolas va a ayudar, todas las carencias estructurales que tiene Argentina -por años de desinversión en materia de infraestructura por precios fijados políticamente-, no van a resolverse profundizando el modelo, como se dice en estos meses, sino más bien que la profundización del modelo va a acentuar los problemas estructurales de fondo y eso difícilmente vaya a terminar bien", agregó.
 
Este año Argentina tiene vencimientos de deuda por unos US$ 10 mil millones, además de la necesidad de financiar el creciente gasto público, sin acceso a los mercados de deuda y con los ingresos fiscales que siguen bajando producto de la desaceleración de la economía. Las trabas comerciales y el control de las divisas son un intento de evitar el default.
 
Mario Brodersohn, director de la consultora argentina Econométrica, afirmó que la economía argentina tiene un antes y un después de 2008. Durante un primer período del gobierno kirchnerista (2003-2008), el país se benefició de una coincidencia de factores positivos: altos precios de los commodities, un aumento de la producción agropecuaria, una política de tipo de cambio alto y la brusca reducción de la deuda fiscal, que pasó a 140% del PIB a 30,6% a fines de 2008.
 
La bonanza de divisas permitió al gobierno financiar su modelo basado en subsidios y en una participación del Estado cada vez mayor.
             
Desde el inicio del gobierno del matrimonio Kirchner-Fernández, el gasto público pasó del 24% del PIB a casi el 40%.

Comentarios

Entradas populares