Para Cristina, el silencio es salud

Sin duda hay que hacer algo pero todavía el Ejecutivo Nacional desconoce qué hacer. Entonces sigue en silencio aunque eso alienta las especulaciones y la sospecha de que Cristina Fernández no sabe qué hacer con un tema que compromete la eficiencia pero también la ética de su propia gestión.





CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). Durante el fin de semana ha comenzado a circular, en diferentes cortes de audio, la conversación entre el maquinista Marcos Antonio Córdoba, y los empleados de la cabina de control de la Línea Sarmiento, antes del accidente del TBA, el miércoles 22/02.
 
¿Funcionaban o no los frenos en forma conveniente antes del accidente? ¿Hubo o no una advertencia previa?
 
La empresa TBA procedió a fijar su posición por medio de un comunicado dirigido al personal: La formación cumplió el trayecto sin que se verifiquen o comuniquen anomalías hasta su impacto en la estación Once.
 
La lectura de las desaceleraciones y frenado del tren en las estaciones Moreno, Paso del Rey, Merlo, Padua, Ituzaingó, Castelar, Morón, Haedo, Ramos Mejía, Ciudadela, Linieros, Villa Luro, Floresta, Flores y Caballito resultan normales, segun TBA.
 
"La misma normalidad poseen los registros correspondientes a la desaceleración en la aproximación final del convoy entre la Cabina B de señales y el inicio del anden 2 de la estación Once. Las comunicaciones entre el puesto de comando de la formación y el puesto Control Trenes no contienen novedad alguna emitida desde la posición del conductor referente a fallas en el sistema de frenos o en cualquier otro dispositivo del tren”, agregó.
 
Sin embargo, todavía es una guerra de acciones entre la empresa, que no quiere que le quiten la concesión, y menos en esta situación que la dejaría expuesta judicialmente, y el relato del maquinista, apoyado parcialmente por su sindicato.
 
Algunos comentarios
 
José Calero, en Noticias Argentinas, acerca del Tesoro Nacional, la inflación real y la especulación financiera en el negocio ferroviario:
 
"(...) La muerte de 51 personas y las condiciones de hacinamiento en que viaja a diario la gente, vuelven casi inconcebibles los más de 100 millones de pesos que el Estado entregó al grupo de los hermanos Claudio y Mario Cirigliano, dueños del concesionario TBA, sólo en el último bimestre, para lograr que funcionen los ramales Sarmiento y Mitre. Esos subsidios se otorgaron para que "funcionen", aunque sin demasiados controles por parte del gobierno, según viene denunciando la oposición y parece comprobarse ahora.
 
(...) El Estado invierte casi 10 millones de pesos diarios en los ferrocarriles metropolitanos, por lo que la primera pregunta que seguramente le habrá destinado la Presidenta al vapuleado secretario de Transporte, Juan Pablo Schiavi, fue cómo pudo ocurrir semejante tragedia y cuáles fueron los controles aplicados desde el Estado para tratar de impedirla. Más cuando los subsidios para los ferrocarriles aumentaron casi 50 por ciento en los primeros nueve meses del 2011. (...)
 
En medio de la tragedia, la mira está puesta sobre subsidios que pudieron pagarse sin los controles dispuestos por ley sobre las frecuencias y las inversiones de las concesionarias, gracias a la vigencia de la "emergencia ferroviaria" que rige desde 2002. A pesar de las denuncias de la Auditoría General de la Nación (AGN), que advirtió sobre los incumplimientos del plan de inversiones de TBA y hasta informó sobre deficiencias en los frenos de sus formaciones, TBA recibió en diciembre casi 30 millones de pesos del fisco y en enero otros 77 millones a través del Sistema Integrado Ferroviario (SIFER).
 
Se sabe ahora que Favicor, una división financiera de la familia Cirigliano, percibe los subsidios del Estado y los deposita en Fondos Comunes de Inversión (FCI) de varios bancos privados, de los cuales los retira a medida que los necesita, con el fin de percibir jugosos intereses. Desde ese grupo justifican esta operatoria con el argumento de que necesitan salvaguardar los subsidios de la inflación, pero desde el gobierno aseguran que la inflación casi no existe. (...)".
 
 
Hugo E. Grimaldi, de la agencia Diarios y Noticias, acerca del reclamo: ¿Y Cristina dónde está?
 
"(...) Nunca antes se había escuchado antes con tanta furia el "Cristina, ¿dónde está?" como sucedió en el hall de la estación Once, tras la aparición del cadáver del joven Lucas Menghini Rey. Los gritos de ese momento daban claramente a entender que la metodología clásica del kirchnerismo de huir y meter la cabeza en un agujero hasta que pase la tormenta ya es bien conocida y ahora parece que no demasiado tolerada, ya que se le exige a los gobernantes algún otro grado de compromiso con la sociedad.

Comentarios

Entradas populares