¿Qué celebramos el 24 y 25?

Para algunos historiadores la celebración de la Navidad histórica debería situarse en primavera (entre abril y mayo), y para otros, siguiendo el relato bíblico de Lucas 2:8, que indica que la noche del nacimiento de Jesús, los pastores cuidaban los rebaños al aire libre y que el cielo estaba lleno de estrellas, es improbable que este acontecimiento hubiera ocurrido en el invierno (hemisferio norte). Entonces ¿qué celebramos el 25/12?





CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). La Navidad (latín: nativitas, "nacimiento", ) es un fiesta importante del cristianismo —junto con la Pascua y Pentecostés—, que celebra el nacimiento de Jesucristo en Belén, Judea (Israel). 
La fiesta se celebra el 25/12 por la Iglesia Católica Apostólica Romana, la Iglesia Anglicana, las iglesias protestantes y pentescostales y la Iglesia Católica Ortodoxa Rumana.
 
Pero las otras iglesias católicas ortodoxas (las que no aceptaron la reforma del calendario juliano para pasar al calendario del papa Gregorio XIII), la celebran el 07/01.
 
Según la Enciclopedia Católica, la Navidad no integraba el listado de festividades cristianas de Ireneo ni la lista de Tertuliano, las nóminas más antiguas que se conocen. 
 
El evento se menciona en Alejandría, cerca del año 200, cuando Clemente de Alejandría indica que ciertos teólogos egipcios “muy curiosos” vinculaban el nacimiento de Cristo con el 25 pashons copto (20 de mayo) en el año 20 del emperador romano Augusto. 
 
La celebración de esta fiesta el 25 de diciembre se debe a la antigua celebración del nacimiento anual del dios-Sol en el solsticio de invierno (natalis invicti Solis), adaptada por la Iglesia Católica en el siglo 3 d. C., cuando decidió adaptar su liturgia a la de los pueblos paganos, para una mejor convivencia.
 
En el Imperio romano, las celebraciones de Saturno durante la semana del solsticio, que eran el acontecimiento social principal, llegaban a su apogeo el 25/12. 
 
Los romanos celebraban el 25/12 la fiesta del "Natalis Solis Invicti" "Nacimiento del Sol invicto", asociada al nacimiento de Apolo. 
 
El 25/12 fue considerado como día del solsticio de invierno (Hemisferio Norte), y que los romanos llamaron bruma; cuando Julio César introdujo su calendario en el año 45 a. C., esa fecha debió ubicarse entre el 21 y 22 de diciembre de nuestro Calendario Gregoriano. 
 
Otro festival romano llamado Saturnalia, en honor a Saturno, duraba cerca de 7 días e incluía el solsticio de invierno. Por esta celebración los romanos posponían todos los negocios y guerras, intercambiaban regalos, y liberaban temporalmente a sus esclavos. 
 
Los germanos y escandinavos celebraban el 26/12 el nacimiento de Frey, dios nórdico del sol naciente, la lluvia y la fertilidad. En esas fiestas adornaban un árbol perenne, que representaba al Yggdrasil o árbol del Universo, costumbre que se transformó en el árbol de Navidad, cuando llegó el Cristianismo al Norte de Europa.
 
Los mexicas celebraban durante el invierno, el advenimiento de Huitzilopochtli, dios del sol y de la guerra, en el mes Panquetzaliztli, que equivaldría al actual período del 7 al 26 de diciembre. 
 
Por esa razón y aprovechando la coincidencia de fechas, los primeros evangelizadores católicos, los religiosos agustinos, promovieron la sustitución de personajes y así reemplazaron al dios prehispánico por el evento cristiano.
 
Los incas celebraban el renacimiento de Inti o el dios Sol, la fiesta era llamada Cápac Raymi o Fiesta del Sol Poderoso, que era el primer mes del calendario inca. Esta fiesta era la contraparte del Inti Raymi de junio, pues el 23/12 es el solsticio de verano austral y el Sol alcanza su mayor poder (es viejo) y muere, pero vuelve a nacer para alcanzar su madurez en junio, luego declina hasta diciembre, y así se completa el ciclo de vida del Sol. 
 
Regresando al universo católico, desde el año 221, en la obra Chronographiai, Sexto Julio Africano popularizó el 25/12 como la fecha del nacimiento de Jesús. Para la época del Concilio de Nicea I en 325, la Iglesia Alejandrina ya había fijado el Díes nativitatis et epifaníae.
 
Cuando el cristianismo romano deviene en culto estatal, para hacer más fácil la fusión, el papa Julio I pidió en el 350 que el nacimiento de Cristo fuera celebrado en esa misma fecha. 
 
Y esto fue decretado por el papa Liberio en 354. 
 
Historiadores de peso afirman que el 25/12 fue adoptado solamente en el siglo IV como día de fiesta cristiano después de que el emperador romano Constantino I el Grande se convirtiera al cristianismo. 

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