Globovisión y Cablevisión: El punto de encuentro entre Chávez y Cristina es el autoritarismo
El autoritarismo como motivo principal parece ser el único punto real que mantienen en común el kirchnerismo y el chavismo en lo que respecta a control de medios. El método de allanar el canal Cablevisión con la Gendarmería se asemeja a las intervenciones de Hugo Chávez en RCTV y Globovisión: el objetivo, al fin y al cabo, es acallar a la oposición a como de lugar.
CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24) - La crónica de esta tarde fue certera: efectivos de la Gendarmería Nacional se encontraban "allanando las oficinas de Cablevisión e impiden el ingreso y egreso de personal de la compañía", ante una supuesta denuncia presentada en la provincia de Mendoza. "Es un hecho sin precedentes que se inscribe dentro de la sistemática campaña de hostigamiento que el Gobierno Nacional realiza a las empresas del Grupo Clarín", explicó la compañía de cable.
Según consignó la agencia DYN, los gendarmes que apoyaban a los funcionarios judiciales que realizan el allanamiento, llegaron acompañados por las cámaras de "6,7,8", el programa ultra kirchnerista de Canal 7.
En un comunicado, la empresa explicó que la Gendarmería "tomó" el edificio central de la empresa ubicado en el barrio de Barracas, que comparte con Fibertel, con unos 50 efectivos, quienes "revisan los bolsos de todo el personal de la compañía".
Como responsable de la denuncia, Cablevisión, del Grupo Clarín, apuntó al Grupo Vila-Manzano, titular de Supercanal en la provincia de Mendoza, "uno de los multimedios aliados al Gobierno Nacional", quien habría realizado la denuncia, según DYN.
Desde la empresa añadieron que se trata de "una maniobra con el auxilio de un juez mendocino para intentar intervenir Cablevisión". El mismo Grupo de medios mendocinos, que en el día de ayer salió a avalar la ley de Control de Papel, "ahora apela a un Forum Shopping (elección de un juzgado de modo arbitrario), en una provincia donde Cablevisión no tiene operaciones", agregó.
Según la empresa, lo que pretende el Grupo periodístico mendocino es "cumplir la tarea que el Gobierno Nacional no pudo", ya que "intenta avanzar sobre el patrimonio de una compañía privada e independiente que brinda servicio de televisión por cable e Internet a millones de argentinos". El Grupo Vila-Manzano es uno de los "principales beneficiarios" de la publicidad oficial, finalizó.
Los medios de ese Grupo saltaron de $ 1,9 millones recibidos del Gobierno en 2010 a percibir una cifra de $ 16,6 millones durante este año, según añadió DYN.
En ese contexto, el ministro del Interior, Florencio Randazzo, intentó despegar al Gobierno del allanamiento a Cablevisión y calificó este martes (20/12) como un “disparate” la acusación de que la Gendarmería actuó a instancias de la Casa Rosada en la toma de la empresa Cablevisión.
“Es un disparate decir eso, la Gendarmería actuó como auxiliar de la Justicia”, respondió el funcionario.
Ese detalle es el que separa al gobierno de Cristina de Kirchner del de Hugo Chávez en temas en común, como es la persecusión a la prensa: mientras el gobierno venezolano acepta abiertamente que persigue a diferentes medios con Hugo Chávez despotricando por cadena nacional, el gobierno de Cristina de Kirchner, en una pose pseudodemocrática, intenta no quedarse pegado al evento.
Días atrás, el Tribunal Superior de Justicia venezolano negó a Globovisión la apelación contra una sentencia interlocutoria dictada el 23 de febrero de 2010. Aunque reprobables, las multas contra Globovisión y la búsqueda de revocar su licencia (como a RCTV) tienen un razonamiento directo y sin tapujos por parte del gobierno chavista: el mismo Hugo Chávez amenazó al canal por cadena nacional, dejando en claro su animosidad contra un medio que participó en un contubernio en 2002 tratando de derrocarlo.
Finalmente, y a través del control accionario mediante intervenciones a empresas accionistas, Hugo Chávez tomó el control de casi la mitad del canal, logrando acallar a buena parte de las críticas que la emisora lanzaba contra su gestión.
En sí, pareciera que el chavismo de Cristina de Kirchner está más basado en el autoritarismo que impone que en la honestidad de su discurso: mientras Chávez parece enfrentar a sus enemigos de frente, el kirchnerismo sigue fiel a su estrategia de ir al enfrentamiento directo pero no asumir la responsabilidad discursiva de sus actos.
CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24) - La crónica de esta tarde fue certera: efectivos de la Gendarmería Nacional se encontraban "allanando las oficinas de Cablevisión e impiden el ingreso y egreso de personal de la compañía", ante una supuesta denuncia presentada en la provincia de Mendoza. "Es un hecho sin precedentes que se inscribe dentro de la sistemática campaña de hostigamiento que el Gobierno Nacional realiza a las empresas del Grupo Clarín", explicó la compañía de cable.
Según consignó la agencia DYN, los gendarmes que apoyaban a los funcionarios judiciales que realizan el allanamiento, llegaron acompañados por las cámaras de "6,7,8", el programa ultra kirchnerista de Canal 7.
En un comunicado, la empresa explicó que la Gendarmería "tomó" el edificio central de la empresa ubicado en el barrio de Barracas, que comparte con Fibertel, con unos 50 efectivos, quienes "revisan los bolsos de todo el personal de la compañía".
Como responsable de la denuncia, Cablevisión, del Grupo Clarín, apuntó al Grupo Vila-Manzano, titular de Supercanal en la provincia de Mendoza, "uno de los multimedios aliados al Gobierno Nacional", quien habría realizado la denuncia, según DYN.
Desde la empresa añadieron que se trata de "una maniobra con el auxilio de un juez mendocino para intentar intervenir Cablevisión". El mismo Grupo de medios mendocinos, que en el día de ayer salió a avalar la ley de Control de Papel, "ahora apela a un Forum Shopping (elección de un juzgado de modo arbitrario), en una provincia donde Cablevisión no tiene operaciones", agregó.
Según la empresa, lo que pretende el Grupo periodístico mendocino es "cumplir la tarea que el Gobierno Nacional no pudo", ya que "intenta avanzar sobre el patrimonio de una compañía privada e independiente que brinda servicio de televisión por cable e Internet a millones de argentinos". El Grupo Vila-Manzano es uno de los "principales beneficiarios" de la publicidad oficial, finalizó.
Los medios de ese Grupo saltaron de $ 1,9 millones recibidos del Gobierno en 2010 a percibir una cifra de $ 16,6 millones durante este año, según añadió DYN.
En ese contexto, el ministro del Interior, Florencio Randazzo, intentó despegar al Gobierno del allanamiento a Cablevisión y calificó este martes (20/12) como un “disparate” la acusación de que la Gendarmería actuó a instancias de la Casa Rosada en la toma de la empresa Cablevisión.
“Es un disparate decir eso, la Gendarmería actuó como auxiliar de la Justicia”, respondió el funcionario.
Ese detalle es el que separa al gobierno de Cristina de Kirchner del de Hugo Chávez en temas en común, como es la persecusión a la prensa: mientras el gobierno venezolano acepta abiertamente que persigue a diferentes medios con Hugo Chávez despotricando por cadena nacional, el gobierno de Cristina de Kirchner, en una pose pseudodemocrática, intenta no quedarse pegado al evento.
Días atrás, el Tribunal Superior de Justicia venezolano negó a Globovisión la apelación contra una sentencia interlocutoria dictada el 23 de febrero de 2010. Aunque reprobables, las multas contra Globovisión y la búsqueda de revocar su licencia (como a RCTV) tienen un razonamiento directo y sin tapujos por parte del gobierno chavista: el mismo Hugo Chávez amenazó al canal por cadena nacional, dejando en claro su animosidad contra un medio que participó en un contubernio en 2002 tratando de derrocarlo.
Finalmente, y a través del control accionario mediante intervenciones a empresas accionistas, Hugo Chávez tomó el control de casi la mitad del canal, logrando acallar a buena parte de las críticas que la emisora lanzaba contra su gestión.
En sí, pareciera que el chavismo de Cristina de Kirchner está más basado en el autoritarismo que impone que en la honestidad de su discurso: mientras Chávez parece enfrentar a sus enemigos de frente, el kirchnerismo sigue fiel a su estrategia de ir al enfrentamiento directo pero no asumir la responsabilidad discursiva de sus actos.
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