Si la corrupción las salpica ¿Cristina y Hebe pueden ser emblema de los DDHH?

Defender los derechos humanos requiere que quienes lo hagan expresen una forma de vida que aleje cualquier sospecha de corrupción.




por JORGE HÉCTOR SANTOS
 
CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). El 03/06 de junio pasado, hace 10 días, quien escribe decía que "la corrupción es un robo y viola los derechos humanos" y señalaba que con un cinismo gigante el gobierno  quiere cubrir en forma constante los hechos de abrumadora corrupción que recaen sobre muchos de sus integrantes e incluye hasta a la misma familia gobernante.
 
Asimismo agregaba que la corrupción mata, como mató en Cromañon y en tantos otros casos; la corrupción es una vil forma de delincuencia que despierta más inseguridad que la que lo enreja en su propia casa y viola sus derechos humanos más elementales porque postra al sufrimiento a inmensas capas sociales y por lo tanto atenta contra la convivencia de toda la sociedad.  
 
En la violación de los derechos humanos se encuentran también, mal que le pese al Ejecutivo Nacional y a Hebe de Bonafini, la transgresión de los mismos por omisión que se da cuando los poderes de gobierno se muestran indiferentes ante situaciones críticas, como la miseria, la ignorancia y la malversación de los dineros públicos.
 
El ‘caso Schoklender’ después de conocido gran parte del fraude habido producto de la falta de controles por parte del gobierno de  U$S 350 millones no puede reducirse, por más que Cristina Kirchner, Hebe de Bonafini y los funcionarios lo deseen, a la operación de "un chanta y un delincuente",como llamó al uxoricida el secretario de Comunicación Pública de la Nación, Juan Manuel Abal Medina, definición que está muy lejos de las palabras que debería pronunciar un responsable más de la administración del Estado.
 
Siendo la responsabilidad indelegable, la presidente de la Nación tiene un grado de compromiso alto aunque más no sea por omisión de controles de la gestión del Ministerio de  Planificación Federal de donde salieron los fondos y debieron haber sido revisados.  
 
Ni que hablar de la responsabilidad que le cabe a la titular de la Fundación de las Madres de la Plaza de Mayo, cuyo dolor transformado en rencor no la exime de la obligación de supervisar la gestión de Sergio Schoklender, a quien ella llegó a considerarlo su ‘hijo’.
 
Todos los nombrados pretenden responsabilizar y ver preso rápidamente al ex apoderado de la Fundación para tratar de sacarse de encima un tema que los tiene acorralados y puede jugarles en contra en las elecciones presidenciales; cuando, en realidad, si los jueces obrarán sin presiones gubernamentales el gobierno debería estar preocupado por las posibles implicancias que muchos de sus integrantes pudieran tener en el suceso, las que  podrían ponerlos en apuros frente a estrados judiciales.
 
La acusación contra Sergio y Pablo Schoklender de ser los jefes de una asociación ilícita y  de los delitos de administración fraudulenta y falsedad documental por parte de Bonafini hechas ante el Juzgado de Norberto Oyarbide, es otra prueba elocuente de lo expresado ya que esa presentación  pretende separar a la Fundación, a Hebe misma y al propio Gobierno del caso.  
 
La impunidad con la que se movió siempre el gobierno a lo largo de los 8 años continuados de la administración K está más que expuesta a la hora de establecer el orden de sus desvelos en este hecho bochornoso. 
 
La práctica de los Kirchner del intercambio de subsidios o de espacios de poder por  alineamiento político y retornos entró en crisis. Las 2 figuras más representativas de esta praxis, Hebe de Bonafini y Hugo Moyano padecen desconfianza social y legal.   
 
Cristina se enfrenta a un conflicto de proporciones mayúsculas por 1era. vez sin su esposo muerto manejando los hilos del poder, y esa ausencia se percibe y mucho.  
 
El gobierno está golpeado y las divisiones internas saltan a la luz con mayor claridad que días antes a este episodio.  
 
Para colmo, ha trascendido que Néstor Kirchner habría recibido, a fines de 2009, un minucioso informe sobre las actividades financieras de Schoklender, que estaría preparado por la DEA. En ese informe se detallan operaciones que este habría llevado a cabo en Miami (USA), ciudad del Estado de La Florida donde se aseguraría que el parricida tendría al menos 5 propiedades que provendrían del lavado de dinero de la corrupción y del narcotráfico.
 
Como si esto fuese poco acaba de trascender que  parlamentarios venezolanos advirtieron al Parlamento argentino que la señora Bonafini es una ‘consentida del régimen de Hugo Chávez’ y que con este caso de corrupción se hace urgente escrutar cuánto de los fondos que ha manejado la Fundación Madres de la Plaza de Mayo viene del gobierno venezolano o de alguno de sus afiliados privados.
 
Las palabras de diputados venezolanos son un reflejo palpable de la crueldad de quienes están ligados directamente o indirectamente a casos de deshonestidad con recursos fiscales, al decir:  
 
“Es una muestra del cómo se trafica con las necesidades de la gente, con las causas de solidaridad y los derechos humanos, cuando en realidad se está armando un tinglado de nuevos y corruptos negocios”.
 
"En 12 años, Hugo Chávez ha favorecido a sus amigos políticos en el mundo con más de US$ 60.000 millones, y queremos saber quién financia las giras pro-chavistas de la señora Bonafini, quién le ha dado el dinero para los eventos chavistas en Argentina, como las cumbres sociales paralelas y, sobre todo, cuánto de dinero presumiblemente venezolano ha pasado a las nuevas burguesías al amparo del engaño revolucionario".
 
Las mismas fuentes alertaron sobre la existencia de una cuenta en un banco venezolano con US$ 2 millones cuyas titulares serían Hebe Pastor de Bonafini y su hija menor, Alejandra, la cual trabaja en la Fundación y sería la nueva apoderada de la misma.
 
Como si todo esto fuese poco para un país absorto frente a semejante deshonestidad, en el horizonte cercano estaría por destaparse otra olla de un caso de características similares al de Madres de Plaza de Mayo, se trata de la Organización Barrial Tupac Amaru, dirigida por Milagro Sala, que administra de manera discrecional un presupuesto destinado a la construcción de viviendas igual o superior al de la Fundación de las Madres de Plaza de Mayo.
 
En este otro caso los fondos son girados por el Ministerio de Desarrollo Social, de la que es titular Alicia Kirchner de estrecha relación con la líder piquetera que estuvo en Punta del Este el pasado verano, en un recital de Charly García con su esposo y sus 2 hijos en el Hotel Conrad.
 
Tupac Amaru habría recibido en los últimos 8 años $ 767 millones mientras que se indica que las modestas casitas que esta organización construye tendrían un costo de US$ 60.000, lo que representaría una sobrefacturación de entre 400% y 500%.
 
Tratando de cambiar el eje informativo de este vendaval que conmueve a Cristina y todo el ladriprogresismo mientras el ciudadano ve cómo se lo saquea impunemente el gobierno decidió devolverle los equipos secuestrados a USA. Sin dudas un esquizofrénico accionar para tapar semejante atropello a los derechos humanos; tanto como resultaron las palabras de Hebe de Bonafini al señalar en referencia a las obras que realiza la entidad que preside: "Todo sigue como siempre, diría que como siempre no, sino mejor que antes".
 
Si algo estar mejor que antes quiere decir que antes estaba bien… ¿No es cierto Sra. de Bonafini?
 
Más allá de la justicia que debería determinar las responsabilidades legales de los diferentes participantes de este nuevo hecho delictivo con fondos del erario, una pregunta de sentido común, ese que tanto hace falta en un país con una profunda crisis de valores:
 
¿Cree Ud. que siendo la administración honrada de los recursos públicos un derecho humano fundamental, con la corrupción que, por acción u omisión, salpica a  la presidente y  a la titular de Madres de Plaza de Mayo, ambas pueden ser consideradas casi emblema de los DDHH en Argentina?

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