¿Por qué la gente le cree más a las consultoras privadas que al INdEC?

A causa de los inconvenientes legales provocados por el Ejecutivo Nacional a diversos estudios de economistas profesionales, la consultora Economía & Regiones advirtió que se abstiene de difundir y hacer público su indicador de precios del mes. Sin embargo, adjuntó su reporte con datos provinciales y una nota de opinión.


Economía & Regiones, la consultora que dirigen Rogelio Frigerio y Alejandro Caldarelli, difundió el siguiente texto:

"Economía & Regiones S.A. sufre una injusta persecución por parte de la Dirección de Lealtad Comercial, dependiente de la Secretaría de Comercio Interior, debido a su decisión de elaborar relevamientos de precios minoristas mensuales con datos que obtiene de sus propias fuentes. 

Dada la manifiesta falta de confiabilidad de la información actual que proporciona el INdEC, Economía & Regiones se vio obligada a elaborar esos índices, ya que constituyen el insumo necesario para todas las proyecciones macroeconómicas que realiza la firma. 

Economía & Regiones no comercializa sus informes de inflación ni los productos
cuyos precios se utilizan para medir su evolución mensual. Tampoco publica sus informes, aunque los medios de prensa muchas veces vuelcan sus contenidos en sus propias noticias y análisis. 

En virtud de ello y hasta tanto no cese o se haga cesar la injusta persecución de la
que es objeto, violatoria de su libertad de expresión (art. 14 de la Constitución Nacional), Economía & Regiones se abstendrá de hacer públicos los informes sobre el relevamiento de los precios que elabora sobre la base de datos que obtiene de sus propias fuentes. 

Sin embargo, continuará utilizándolos en sus proyecciones para analizar la realidad económicosocial de la Nación.

Economía & Regiones ejercerá una defensa inclaudicable de su libertad de expresión por los medios que la Constitución pone a su disposición, con la tranquilidad que le da que los censores, a la postre, nunca hayan prevalecido."

Relevamiento de precios minoristas de E&R

La inflación calculada por la División de Estudios Económicos de E&R intenta medir -a través de una muestra- la dinámica de los precios minoristas en la Ciudad de Buenos Aires.

Específicamente se busca confeccionar una serie de precios de bienes y servicios que reflejen la variabilidad del costo de vida según los hábitos de consumo de una familia media representativa del área geográfica. Esta muestra de precios se subdivide en diferentes rubros, que a su vez se componen de distintos artículos. 

El relevamiento de precios se lleva a cabo mensualmente y los datos se procesan según las ponderaciones que arrojan los hábitos de consumo.

La construcción de este indicador no tiene la pretensión de reemplazar al IPC del Instituto de Estadísticas y Censos (INDEC). 

Por ende, el relevamiento, no refleja únicamente la dinámica de precios de los productos de consumo masivo o de marcas bajo la política de precios máximos para las clases más humildes; tampoco incorpora la hipotética capacidad del agente económico de tener toda la información del mercado y así, sustituir bienes según los aumentos relativos que se van dando a lo largo del año, o la posibilidad de recorrer los comercios de toda la ciudad en busca del artículo más barato. 

Los precios tampoco se relevan necesariamente en un mega mercado como el “Mercado Central” o el “Mercado de Avellaneda”, sino mayoritariamente en supermercados y centros de compra comunes para los habitantes de la Ciudad de Buenos Aires; mientras que los precios de los servicios se obtienen mediante encuestas telefónicas a empresas referentes dentro de cada rubro.

En consecuencia, la representatividad de un índice para reflejar el verdadero aumento de precios dependerá tanto de la metodología que se use, como de los productos que se seleccionen y de los comercios (minoristas) en donde se lleven a cabo los relevamientos. 

Y en este punto, entraríamos en una discusión técnica cuyo probable desenlace arrojaría sobre la mesa las limitaciones que tiene todo índice de precios para reflejar fidedignamente la “verdadera inflación”: 

¿Qué precios relevar? 

¿En dónde se los releva? 

¿Cuántas observaciones son suficientes para determinar la cuantía del aumento de precios? 

¿Cuáles son los métodos correctos? 

¿Debe considerarse el “efecto sustitución” al que pueden tener alcance los consumidores ante variaciones en los precios relativos de productos sustitutivos?

¿Es correcto relevar los precios de mercados intervenidos (con precios máximos)? 

¿Son estos mercados accesibles para la mayoría de los habitantes de la jurisdicción? 

¿Cómo deben medirse los productos cuyos precios varían según la época del año (con estacionalidad)?

¿Debe considerarse dentro del índice aquellas transacciones que se llevan a cabo en el
“mercado negro” en caso de ser representativas del consumo de la gente? 

¿Es correcto que las ponderaciones con las que se construye un índice de precios sean fijas (índice de Laypeyres) a pesar de los cambios en los hábitos de consumo y/o en la participación relativa que van adquiriendo los distintos bienes y servicios según la dinámica de precios relativos?

…Y así podríamos llenar hojas enteras debatiendo los alcances y las limitaciones de esta herramienta estadística.

En definitiva, no sabemos -ni nadie puede determinar a ciencia cierta- cómo construir el
indicador óptimo; en todo caso, si definimos al relevamiento de precios minoristas como una herramienta estadística, podríamos decir -en pocas palabras- que se estaría midiendo la evolución de los precios de algunos bienes y servicios, en un lugar determinado (Ciudad de Bs As) -distinto al del INdEC.

No obstante, sí sabemos que la inflación que calculamos se corresponde con la dinámica del resto de las variables macroeconómicas (la mayoría también información gubernamental), como la evolución de la recaudación, la oferta de dinero, los salarios, la demanda de dinero, los depósitos bancarios, las ventas de supermercados, las paritarias, etc. 

También corroboramos que nuestro relevamiento de precios está en línea con la inflación que miden los centros de estadística de la mayoría de las provincias. Por lo tanto, dado que objetivo principal es construir un indicador que haga las veces de insumo (y no de producto en sí mismo), para abordar el resto de las variables macroeconómicas (nacionales y sub-nacionales) fundamentales para el trabajo cotidiano del estudio, entendemos que la inflación que medimos es la necesaria y más acertada para esos fines.

Relevamiento de precios minoristas de E&R y perspectivas

Según el Relevamiento de Precios Minoristas de E&R (RPM-E&R), en Febrero 11’, la
inflación minorista alcanzaría un 1,7% (mensual).

De este modo, los último doce meses dejarían una marcada tendencia alcista en lo
que respecta a los precios minoristas, haciendo que el incremento anual del mismo,
se ubique en torno al 25,2% anual; en contraste con el aumento -interanual- de los
precios minoristas para el INDEC, que alcanzaría un 10% aproximadamente el mismo
período.

De todos modos, cabe señalar, que tanto la estabilidad del tipo de cambio nominal
como la política de subsidios que lleva a cabo el Gobierno Nacional funcionan como
ancla anti-inflacionaria al evitar una espiralización de los precios.

Sin embargo, la dolarización de las carteras (caída de la demanda de pesos) y la
nueva disposición de aumentar las trabas a las importaciones tienden a generar
presiones adicionales en lo que respecta a la dinámica de los precios.

Para el 2011, teniendo en cuenta que se trataría de un año electoral con una política
fiscal fuertemente expansiva y una política monetaria que financiaría al Tesoro
Nacional se esperan una inflación minorista anual en torno al 28% (punta a punta),
con un aumento de precios promedio del 2 % mensual.

Finalmente, en Febrero de 2011, el costo de la canasta básica alimenticia1 para una
familia tipo 22, o “línea de indigencia” (según los relevamientos de E&R en locales de
CABA para suplir las necesidades energéticas básicas), alcanzó los $1.117,42
mensuales; mientras que la canasta básica total, o “línea de pobreza” alcanzó los
$2.067,23 mensuales. Es decir, una familia tipo 2 necesita $1.118 mensuales para no
ser indigente y $2.068 para no ser pobre.

La inflación en las provincias

A partir de la interrupción de la difusión del IPC Nacional por parte del INDEC a partir del mes de julio de 2008, se debe analizar la evolución de la inflación minorista en el interior del país utilizando información publicada por las Direcciones Provinciales de Estadísticas y Censos. 

En este sentido, corresponde aclarar que en algunas jurisdicciones se elaboran índices de precios autoponderados (Santa Rosa, Paraná, Chubut y Río Negro) que no resultan directamente comparables con los índices ponderados (San Luis, Posadas, Tierra del fuego, Santa Fe y GBA), calculados a partir de encuestas de consumo y gastos de los hogares.

Al comparar la inflación minorista en Enero de 2010, sobresale una gran disparidad entre las distintas jurisdicciones para las cuales se dispone de información. Así, la dinámica de precios minoristas varía desde una inflación mensual del 3,2% en Tierra del Fuego, hasta un aumento de precios del 0,7% en gran Buenos Aires.

Aún así, la heterogeneidad de la dinámica de precios entre las provincias relevadas se
profundiza si se considera la inflación acumulada durante los últimos doce meses. 

De hecho, en el interior del país, la inflación anual se ubica muy por encima del aumento registrado por el IPC-GBA. Jujuy, por su parte, (33%) encabeza el ranking de inflación acumulada, con un incremento mensual promedio del 2,4%. A continuación se ubican Tierra del Fuego (26,6%) y San Luis (25,6%).

Del otro lado, se ubica el Gran Buenos Aires con una inflación anual de apenas 10,6% (en el período Enero 09’ – Enero 10’), que mensualizada asciende al 0,8%.

A fin de contar con una estimación propia de la variación de los precios de algunos alimentos y bebidas, se realiza semanalmente un relevamiento de los valores finales de un subconjunto de productos para consumir en el hogar.

Calculando un promedio mensual del costo de la canasta, se observa una tendencia creciente a lo largo de todo 2010. De igual manera se comportó el mes de Febrero de 2011, donde la CBA E&R registró un alza respecto al mes anterior del 3,1% haciendo que el costo de la misma alcance los $936. De este modo, la CBA E&R acumula un aumento del 35,8% en los doce meses del año (Feb. 11’ vs Feb. 10’).

Este aumento interanual del costo de la CBA (E&R) (35,8% a/a) supera ampliamente a los indicadores oficiales (esperados) para el capítulo de alimentos y bebidas del IPC.

El aumento de precios de la Canasta Básica Alimenticia E&R del mes de Febrero ‘11 fue superior al registrado durante el mes pasado. Este incremento estuvo impulsado por algunas frutas, verduras, harinas, aceites y lácteos. 

A su vez, cabe destacar que las carnes rojas han vuelto a registrar aumentos, tras cierta estabilidad de precios en los meses anteriores.

En primer lugar, dentro de las frutas y verduras se destacaron los aumentos de precios de la lechuga (51,6%), la naranja (35,9%) y la manzana (9,1%). Contrariamente la zanahoria, el zapallo, la batata, la cebolla y la banana, registraron bajas del orden del 21,1%, 14,3%, 11,5%, 10,3% y 5,5% respectivamente.

Simultáneamente, el rubro carnes registró incrementos de precios similares para todos los cortes relevados. 

De esta forma, el asado de ternera subió 2,5%, al igual que la cuadrada, el bife angosto, la nalga y la paleta. Paralelamente la merluza se incremento 5,3% respecto al
mes anterior. 

El asado de ternera selección y otros cortes de carne relevados por E&R, no se encuentran alcanzados por las políticas de precios máximos del gobierno nacional.

Dentro de los productos sustitutos, se destacó el precio del pollo fresco con una
baja del 7,6%.

A su vez, se registraron alzas en el precio de la Harina (21,1%) y algunos de sus derivados como los fideos (5,0%) y el pan lactal (1%).

Por el lado de los lácteos, se observan incrementos significativos del precio de la leche entera (5,4%), del queso cremoso (8.6%), del queso Pategrás (7%), del queso Reggianito (6%), de la manteca (5%), el dulce de leche (5,7%) y el yogur (7,3%).

Adicionalmente, se verifican aumentos precio de productos heterogéneos como el del azúcar (6,9%), del aceites de maíz (27%), del aceite de girasol (10%), la cerveza (10%), el tomate enlatado (9%) y el jamón cocido (3,3%)."

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