Murió María Elena Walsh

La creadora de 'Manuelita', el 'Reino del Revés' y 'Canción para tomar el té', entre otros clásicos infantiles falleció a los 80 años. Poetisa, escritora, dramaturga, Walsh es el referente más destacado de la cultura en lo que se refiere al público infantil. 


CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). María Elena Walsh, seguramente la referente más destacada de la cultura argentina en lo que se refiere al público infantil, falleció a los 80 años este lunes (10/1). 

La creadora de 'Manuelita', el 'Reino del Revés' y 'Canción para tomar el té', entre otros clásicos infantiles será velada en la sede de la Sociedad Argentina de Autores y Compositores (SADAIC), aunque no está confirmado si las ceremonioa estará abierta al público en general.

Poetisa, escritora, música, cantautora, dramaturga y compositora, María Elena Walsh nació el 1/2 de 1930 en Ramos Mejía. Según la biografía que publica el sitio Argentina.ar, su padre, inglés y ferroviario, tocaba el piano y cantaba. También solía recitarle las “Nursery Rhymes”, rimas de cuna inglesas, muy tradicionales, muy antiguas. Su madre, argentina, le inculcó su amor a la naturaleza y a su tierra. Proclive a la lectura desde muy chica, no había terminado la escuela secundaria cuando publica su primer libro, “Otoño imperdonable” (1947), que recibe el segundo premio Municipal de Poesía y es alabado por la crítica y destacados escritores hispanoamericanos. Poco después, en 1950, se encuentra con Leda Valladares, y en París forma un dúo que interpreta temas folklóricos argentinos, con rotundo éxito. De allí en más su vocación como escritora, cantante y ensayista quedó definida. Su producción comprende 22 discos, 16 libros para niños, 15 libros para adultos y una película –guión y rol protagónico.

María Elena Walsh incursiona en géneros hasta su momento eran considerados de segundo orden –la literatura infantil y la canción popular– y los convierte en un vehículo de reflexión que, a través del humor y la poesía, cuestiona el orden existente y sus presupuestos. 

Sería María Elena Walsh quien revolucionaría el género infantil al recuperar esas rimas de cuna que le cantaba su padre; esas cuartetas que contaban un breve cuento a veces plagados de sin sentidos y finales dudosos. Así, surge la poética infantil de Walsh donde reina lenguaje coloquial, el disparate y los juegos del lenguaje. 

En un reportaje realizado por Alicia Origgi, Walsh declara: “Creo que la novedad fue que no tenían ningún carácter docente ni moralista ni eran aplicadas al programa escolar. Era un concepto revolucionario el pensar que la versificación no tenía porqué tener un contenido didáctico. En 1964 era un concepto novedoso”. Sus obras infantiles, a mediados de los ’60, son recibidas con gran entusiasmo y ese éxito también se explica porque María Elena Walsh en su poética también convoca al folklore argentino, con sus distintos ritmos y melodías, para establecer con él un diálogo que le permite relacionar su obra con la memoria cultural de los argentinos.

Sus canciones para chicos ya son patrimonio de tres o cuatro generaciones de argentinos: “El Reino del Revés”, “Manuelita la tortuga”, “La marcha de Osías”, “Canción de tomar el té”, “El Twist del Mono Liso”, “La Reina Batata”, “El Jacarandá”, “La Mona Jacinta”, “La Vaca Estudiosa” o la “Canción del Jardinero”. 

En los '60, María Elena Walsh presenta unipersonales y recitales donde ofrece un nuevo género de canciones populares con un lenguaje diferente, sencillo y auténtico; cargado de un humor e ironía que sabía alternar con momentos de emoción y ternura. Quien ha escuchado “Serenata para la tierra de uno”, “Los Ejecutivos”, “Barco quieto” o “La cigarra”.

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