Se Komplica: Crecen las disputas entre vecinos en Lugano

Extraordinario derrumbe en las encuestas registra por estas horas Cristina Fernández como consecuencia de su pasividad ante la ocupación de espacios públicos y la ausencia del Estado en situaciones que ocurre no sólo en Ciudad de Buenos Aires sino también en Quilmes y La Matanza.


por JORGE HÉCTOR SANTOS


CIUDAD DE BUENOS AIRES (Especial para Urgente24). El periodista Julio Bazan, del canal TN, quería hacer una cobertura en el ocupado predio del Club Albariño, en La Matanza (Santander 4936, Villa Lugano, muy cerca de Ciudad Oculta).

Durante la noche, un grupo de personas ingresó por la fuerza, ocupó el campo de fútbol y se encerró detrás de las rejas, lotearon el espacio y se proponen construir viviendas precarias.

El Club Albariño ya estuvo ocupado en forma ilegal en 2001 y los vecinos sumaron esfuerzos para recuperarlo y convertirlo en un espacio para todos los niños del lugar, corredor, además, de los escolares.

Bazan pretendía entrevistar a los okupas, y luego correrse hasta donde se encuentran los vecinos, para conocer las opiniones de ambos sectores. Los okupas le entregaron un comunicado escrito con su posición pero lo interesante es que los vecinos llegaron de inmediato para expresar su repudio a la presencia ilegal y exigiendo el desalojo.

De las declaraciones se pasó a las agresiones verbales de unos a otros, y viceversa, a plena luz del día, y cabía preguntarse qué ocurrirá por la noche, si siguen ausentes las fuerzas de seguridad.

Los enfrentamientos comenzaron poco después, cuando arribó un grupo de jóvenes para intentar desalojar a los okupas, alguna bomba molotov, muchas piedras de un lado y el otro, sin presencia policial alguna.

El enojo de los vecinos es enorme, y con muchos argumentos: es un predio de todos los niños, y justo cuando llega el receso escolar. Y exigen que los ocupantes se marchen de inmediato.

El caso permite comprender, en menor escala, lo que ocurre en el Parque Indoamericano, donde de 250 familias se ha pasado a 1.600, o sea más de 5.000 personas, que han ocupado el predio y pretenden permanecer y construir, ya que contaron con un 'guiño' de parte de un sector del Ejecutivo Nacional, que así dirime diferencias con otro sector del Ejecutivo Nacional (transversales K que avanzan, a expensas de los kirchneristas peronistas).

Cristina Fernández se encuentra en problemas porque la imagen que se intentó construir desde la muerte de su marido, está haciéndose añicos en este enfrentamiento. Ella pretendió permanecer al margen, que fuese un problema exclusivo de Maurico Macri, y resulta que ahora ya es un intríngulis para el Ejecutivo Nacional.

El derrumbe de la imagen positiva de Cristina es enorme por estas horas. Y crece el reclamo por los derechos de los vecinos, que se aprestan a cortar el cruce de Murguiondo y Ricchieri para reclamar contra los ocupantes ilegales.

Antecedentes

Los Kirchner han usado la política de los derechos humanos de una manera muy particular para dignificar a los desaparecidos durante los años '70, pero nunca han explicado a las generaciones que no vivieron esos años por qué aún con métodos injustificables en muchos casos las fuerzas armadas debieron intervenir. Todo en la reivindicación de ellos se asemeja a genocidas que aparecieron de la noche a la mañana con el propósito de exterminio de personas inocentes que no hicieron nada. Los muertos y/o desaparecidos eran guerrilleros que querían apoderarse del gobierno nacional.

Más allá de esta diferenciación nada sutil este tema es el caballito de batalla que la presidente sigue enarbolando en forma reiterada. Esta sumatoria de ojos puestos en el pasado ha hecho que el gobierno no solo desconozca ex profeso hechos de hoy, sino que además lo tergiversa o los adultera frente a la realidad que golpea a un pueblo que ante semejante disparate, más sus propias penurias, se muestra resignado y con una violencia a flor de piel también instalada por las palabras de su gobernante y su ex marido, Néstor.

Los azotes que atentan contra los derechos humanos de los habitantes de esta tierra vivos no son tenidos en cuenta: la alimentación, la educación, la salud, la seguridad, el libre tránsito, el orden social, el combate al narcotráfico, a la trata de personas, a la prostitución, a la corrupción, a un trabajo digno; todos los cuales aniquilan el nivel y la calidad de vida.

El gobierno nacional debería administrar el Estado, esa es su función. Desde el Estado y a través del gobierno todas esos flagelos enunciados enunciativamente en el párrafo anterior deberían estar atendidos, muchos de ellos con el uso del monopolio de la fuerza que tiene para reprimir a quienes accionen en contra de la ley. Sí reprimir, esa es la palabra.

Cuando se dice en el conflictivo momento presente que el Estado está ausente, lo que está ausente es quien lo administra por ausencia de gestión, el gobierno.

No es que el gobierno K esté ausente hoy, en la vida diaria de los argentinos, lo estuvo siempre, hoy se nota más, porque el gobierno no ejerce la función de reprimir un delito grave que es la usurpación de la propiedad pública y ahora también la privada.

El gobierno de los Kirchner siempre ha sido y lo sigue siendo irrespetuoso de todas las normas, se ha sentido impune. Esto no solo ha quedado evidenciado en los hechos, sino también las palabras, la cuales están ligadas a una nivel de soberbia y prepotencia inconcebible para quienes se tildan de demócratas.

Basta una anécdota contada por Marcos Aguinis para exponer un ejemplo de ello: Cuando Cristina ganó las elecciones que la convirtieron en presidente, recibió un llamado de un representante para el área del presidente de USA, luego de la felicitación la presidente no estuvo menos de 10 minutos hasta que fue cortada por su interlocutor quien no salía de su asombro porque la presidente argentina empezó a darle lecciones de cómo el gobierno de USA debía manejar sus relaciones internacionales.

Dentro de estos parámetros no escapa tampoco que los ministros, de escaso nivel para un gobierno que los requiere así, busquen en sus apariciones en público en cualquier circunstancia buscar culpables de todo lo que sucede en terceros ajenos al Ejecutivo y primordialmente en sus principales opositores los que para Cristina “viven desestabilizándola”. 

Aníbal Fernández, que tiene más que un doble discurso acusó y un rostro que parece inmutable para esgrimir los argumentos más insólitos que parecen salir de la galera de un mago, acusó en la mañana del 13/12:

>"Estas acciones (la toma de espacios públicos) son motivadas por punteros políticos de la ciudad y de la provincia. Siempre se desarrollan para la misma fecha, cuando se acercan las fiestas".

>“En los videos difundidos por la prensa aparecen muchas personas con caras tapadas, lo que lleva a pensar que no eran vecinos que quieren una solución".

> "El gobierno no va a reprimir ni poner estas situaciones en el lugar que no corresponde (orden)".

Los culpables, siempre los culpables, los “enemigos” del gobierno y del pueblo:

>"Hay declaraciones desafortunadas al respecto como la de Duhalde, que desde Estados Unidos dijo que el gobierno debe poner orden, y eso no tiene nada que ver con el Estado democrático". Un verdadero despropósito.

>“Este tipo de declaraciones (las de Duhalde) parecen destinadas a exacerbar actitudes de violencia y no traen ningún beneficio". 

>“Son antidemocráticas".

>“El gobierno le dará participación a la Justicia".

Los dichos de Fernández no sorprenden pero alarman. Se inscriben en el desvarío del que hace gala normalmente.

La acumulación de actos insensatos del Ejecutivo no se detiene en ningún aspecto. En Soldati, ganan los okupas, el relevamiento revela la existencia de 1.200 "lotes" subdivididos irregularmente por los ocupantes. Estos exigen $ 25.000 por cada una de esas familias, por lo que el "costo" de la operación desalojo llega a $ 30 millones.

El Gobierno porteño poniendo sentido común frente a tanta locura advirtió que no se puede ceder ante la ocupación del Parque Indoamericano en el barrio de Villa Soldati porque se potenciaría el conflicto claramente en toda la ciudad.

Poniendo la cuota de lógica necesaria ante la situación de Soldati la fundadora del comedor comunitario Los Piletones, Margarita Barrientos, expresó:

> "No les den nada (a los okupas) y que los manden a sus casas"

>"El 80% de las personas que ocupan el parque Indoamericano desde el martes último tiene casa y tomó ese parque alentado por punteros políticos con la promesa de recibir subsidios".

>"Tengo mucha indignación y mucha bronca porque la mayoría de la gente que está tomando el parque Indoamericano es mi vecina y trabaja con nosotros. Esa es la indignación que me da, esa es la bronca".

>"Entonces, ¿qué tenemos que hacer nosotros? Yo tengo a mi hijo Oscar que tiene hijos y vive en una pieza de 4 por 3 y alquila. Mis hijas también, pero sin embargo, nosotros somos dignos. Hay gente que no tiene cara, escrúpulos para hacer lo que está haciendo".

>“La delegada vecinal Berta Revilla se dice responsable de Los Piletones. Responsable de qué, si no vive acá. Ella tiene una enorme casa que le dio el gobierno de Ciudad en el 2001 y le bajan todos los meses un camión de 16 toneladas de mercadería que ella vende en la feria o reparte a quien quiere cuando hay un acto político".

>“Mónica Ruejas, (delegada vecinal cercana al senador kirchnerista Daniel Filmus) tiene 10 causas (judiciales) y ella ha sido desalojada del parque Indoamericano porque, cuando (el por entones jefe de gobierno porteño, Aníbal) Ibarra hizo un polideportivo a medias, ella robó todo, rompió todo y lo tomó, para dividir a gente con promesas de viviendas en el polideportivo".

Todo esto se desarrollaba mientras nuevas ocupaciones de espacios se llevaban a cabo, una cancha de fútbol del Club Albariño, en Soldati, y en Bernal, provincia de Buenos Aires, terrenos de un frigorífico abandonado.

Ocho muertes en apenas 2 meses han cambiado el cuadro de situación de un gobierno que no quiere muertos. En Formosa 2 indios tobas y un policía del Partido Obrero. En las vías del ferrocarril Mariano Ferreyra. En el parque Indoamericano 4 personas.

Los niños desnutridos en la provincia de Misiones y en Salta. Los chicos de todas las edades que están consumiendo a diario paco y alcohol. Las muertes de inocentes a manos de delicuentes. Cantidad de policías caídos.

Será hora que Cristina comience a hablar de los derechos humanos de los ciudadanos de hoy. Sobre los otros no se puede hacer nada. Lo que se tiene que hacer está en manos de la Justicia.

El Ejecutivo tiene que preocuparse de lo que no se ocupó. Los tiempos le juegan en contra y mucho más a los argentinos que necesitan que el gobierno le devuelva lo que marca la ley y que para eso tributa sus impuestos.

Todo lo demás son palabras y el tiempo de estas se está agotando.

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