La autoridad crispada de los K y su autoritarismo acrecientan la violencia

La Argentina se ha tornado un país de altísima violencia social que, como la corrupción, se expande de arriba hacia abajo. Desde el Ejecutivo Nacional se ejercita una autoridad violenta o, por el contrario, una ausencia del ejercicio de esa misma autoridad hasta el propio exceso que lo lleva al autoritarismo. Ningún estrato etario ni económico está ajeno a distintas formas de ensañamiento con el prójimo. En este clima descontrolado que rememora formas de los oscuros años '70, se inserta un angustiante crecimiento hace convivir con una incertidumbre en todos los aspectos que son caldo de cultivo para el hostigamiento escolar que no deja de crecer aunque las autoridades no reparen en ello, como en tantas otras cosas que son esenciales para ponerle paliativos ante que sea muy tarde.

JORGE HÉCTOR SANTOS | 04/10/2010 | 09:13


CIUDAD DE BUENOS AIRES (Especial para Urgente24). La violencia en el ejercicio del poder es recurrente en la conducta que tienen tanto Cristina como Néstor Kirchner y sus fieles servidores como Hebe de Bonafini, Aníbal Fernández, Héctor Timerman y tantos otros.

La falta de autoridad también está presente en el matrimonio presidencial, cuando no aplican la ley que permite que los derechos de unos no sean violados por los desmanes de otros. El autoritarismo tampoco escapa a ambos y muestras de ello sobran.

Si desde cada atril, casi a diario, Néstor y Cristina atacan sistemáticamente y con los peores adjetivos a cuanta persona, empresa, organización política o poder del Estado no piensa o no hace lo que la pareja presidencial quiere o requiere para permanecer en el poder; ahora también la presidente y otros integrantes de su séquito le han agregado la tecnología vía Twitter.

Sin ir más lejos, hasta un día domingo, el 03/10, la 1era. mandataria salió con los tapones de punta nuevamente a atacar a la Corte Suprema, a calentar más la difícil situación diplomática con Chile al justificar la decisión de otorgarle le estatus de refugiado político a un asesino chileno, el guerrillero Sergio Galvarino Apablaza Guerra y como si fuese poco a criticar a un Juez que suspendió la aplicación de la grilla de TV por cable.

En medio de esta escalada de agresiones en quien debería medir sus palabras para sembrar más discordias de las que ya ha plantado y lucen robustas y han aniquilado en mil pedazos el tejido social se suceden a diarios exteriorizaciones múltiples de hechos de inseguridad con muertes, heridos, violaciones, etc. lo cual el gobierno nacional además de negarlo, lo incentiva con este accionar descripto y por supuesto no lo combate.

Todo esto es un caldo de cultivo para un flagelo no local sino universal, pero que en este país viene creciendo a pasos agigantados que es el hostigamiento, la intimidación, , el matonaje, la bravuconada, el acoso escolar o como su palabra en inglés lo señala el bullying, de cual Urgente24 se viene ocupando en forma permanente pero las máximas autoridades de la Nación, de Educación, los directores de escuelas y colegios, los docentes poco saben o si saben tratan de no meterse por miedo a ser sancionados por la ausencia de autoridad y consiguiente respaldo a la misma que deviene, como siempre de arriba –léase desde el Poder Ejecutivo- hacia abajo ante cualquier sanción que quieran tomar contra los agresores, que podría hacerles perder hasta su propio trabajo.

En un apartado pequeño de la edición del diario Clarín del pasado sábado 2/10, la noticia de un caso repetido de acoso escolar estaba titulada así: “Por ser linda, tres chicas atacaron a una compañera y la desfiguraron”. Y el desarrollo del trágico caso seguía de la siguiente manera:

La víctima tiene 14 años y sufrió fractura de nariz. Las agresoras no serán sancionadas.

“Le pegaron así, por linda, hacía rato que la venían molestando”, dijo un compañero de la alumna de 14 años que fue brutalmente atacada a la salida del colegio Nicolás Avellaneda por otras 3 estudiantes de la misma escuela, que la dejaron inconsciente. La agresión ocurrió, minutos después de las 13 en el barrio Don Bosco de Palmira, a 30 kilómetros de la Ciudad de Mendoza.

La víctima fue internada en el hospital Perrupato, con traumatismo facial y fractura de huesos de la nariz, y recibió el alta. Su madre hizo la denuncia policial y culpó a la escuela porque, según aseguró, desde que comenzaron las clases las agresoras amenazaban constantemente a su hija y las autoridades no hicieron nada para prevenir esta situación.

La chica golpeada “es un poco coqueta y por eso habrá despertado envidia”, dijo su madre en declaraciones a la prensa local. La relación con sus compañeras era complicada, y cada vez que se cruzaban en el colegio –iban en turnos diferentes pero compartían algunas materias– aparecían los insultos y las amenazas.

Según la versión de algunos alumnos, víctima y agresoras, todas estudiantes de 8º año, tuvieron un duro cruce verbal en el baño del establecimiento, que no terminó ahí. A la salida de la escuela, 3 chicas esperaron a su “rival” a 2 cuadras del colegio, discutieron y le pegaron hasta dejarla inconsciente.

Luego una de las agresoras ingresó al establecimiento como si nada hubiera pasado.

Otros estudiantes siguieron de cerca la pelea y la filmaron, sin intervenir. Esas imágenes, donde no se distingue claramente a las agresoras, ya circulan por Internet. El caso generó conmoción y también indignación entre los estudiantes, quienes pidieron la expulsión de las agresoras. “No queremos quedar ‘pegados’ con lo que hicieron esas 3 chicas, después la que queda mal es toda la escuela y acá no somos violentos”, relató un alumno de 1er. año.

El director del colegio aseguró que no se pueden tomar medidas disciplinarias con las agresoras –que tienen sanciones previas por problemas de conducta– porque la pelea no fue en la escuela. “Aunque quisiera no puedo echarlas”, señaló.

“Todo ocurrió a dos cuadras, fuera del ámbito educativo, por lo que no se aplicarán sanciones”, confirmaron desde la Dirección General de Escuelas. Ahora el caso pasó a manos de la Justicia, ya que la madre de la alumna golpeada presentó una denuncia formal por lesiones.

La Policía ya identificó a las agresoras e informó a la Fiscalía Penal de Menores de la zona. Y el próximo paso será escuchar la declaración de la víctima y las denunciadas”.

La lista de las agredidas por su belleza se compone así: (con la información que se dispone)

> En abril de 2008, por ser linda, Priscila Meza (13) fue golpeada hasta el desmayo por cinco alumnas de la escuela Cosme Beccar de San Isidro.

> En abril de 2010, Brenda Gómez, alumna de 8° año de la escuela Azzoni, de Mendoza, fue atacada por un grupo de chicas y terminó en el hospital.

> En mayo de 2010, Lucía Rossi, una modelo de 18 años, fue agredida por seis chicas a la salida de un boliche en Tucumán. Le partieron el labio.

En la sección Tendencias de Urgente24, se decía el 27/09:

“El bullying o acoso escolar es cada día más frecuente y según expertos esta forma de violencia se incrementará aún más. Los docentes, directores de escuelas, colegios y funcionarios argentinos están muy lejos de ocuparse del tema y menos de preocuparse de cómo atenderlos debidamente en un país donde la autoridad está más ausente y donde la educación no es una excepción, sino un caldo de cultivo de violencia cada vez mayor”.

“El acoso escolar, el cual Urgente24 ha tratado en distintos oportunidades y en diversidad de artículos está de parabienes en un territorio donde la autoridad flaquea en todos los órdenes y la enseñanza no se salva y donde los directores de escuela, colegios y docentes no tienen la más remota idea de cómo atacarlo y mucho menos de tomar sanciones disciplinarias, lo que termina siendo una atrocidad y la víctima inocente de tal forma de violencia debe emigrar del instituto de enseñanza donde los victimarios continuarán estando con la tolerancia de padres y educadores hasta que aparezca una próxima víctima que deberá si todo sigue igual seguir los pasos de la anterior”.

Lamentablemente, a pocos, escasos días de escribir esto, se da el caso señalado que tampoco será el último sino uno más integrante de un espiral en ascenso.

El diario La Nación, en su edición del 24/11/2006 con el título “Un fenómeno preocupante: el hostigamiento entre chicos” ya decía:

“Se estima que el 15% de los alumnos sufre algún grado de agresividad, que puede llevar a consecuencias extremas.

El acoso escolar entre alumnos es una epidemia silenciosa. En casos extremos, puede derivar incluso en la muerte tanto del chico hostigado como del hostigador", dijo el investigador Jorge Srabstein, director de la Clínica de Problemas Médicos Asociados con la Intimidación Escolar del Centro Médico Nacional Infantil de Washington. Advierte, así, sobre una forma de violencia que incide a su vez en el rendimiento escolar pues provoca ausentismo, bajas notas y abandono de la escuela.

El especialista argentino indicó que no hay cifras en nuestro país sobre este problema, conocido en el mundo con el nombre de bullying. Pero dijo que si se extrapolan estadísticas preliminares de los Estados Unidos, el 15% de los adolescentes de 11 a 17 años participaría en el acoso escolar, como víctimas o victimarios, al menos una vez por semana. El 10% de ellos estaría ausente de la escuela la mitad del tiempo de clase y el 7% tendría notas muy bajas”.

Como siempre en Argentina no hay cifras o las que existen están ahora “falseadas” por el propio Gobierno para su conveniencia particular.

Los especialistas coinciden en que la sociedad es hostigadora; hay familias que lo son y esto se advierte incluso en que los padres del chico hostigador no ven como algo malo que su hijo sea líder en una situación así y prefieren este rol a que su hijo sea el hostigado. El agresor suele ser carismático, creativo, seductor, y el agredido es retraído, con poca capacidad de comunicación.

Esta forma de violencia incide en el rendimiento escolar de chicos de entre 11 y 17 años, provoca ausentismo, bajas notas y hasta abandono de los estudios.

Investigaciones realizadas en los últimos años sobre el bullying reflejan que éste se produce con mucha más frecuencia a lo esperado. La escuela no queda ajena a la creciente violencia de la sociedad. Esto hace que exista una violencia socialmente aceptada ya que el sentimiento de inseguridad no aparece hasta que esa violencia cerca.

Tal vez es por eso que el fenómeno bullying sea, muchas veces, ignorado, por las autoridades educativas ya que temen de que otros padres se enteren de lo que está sucediendo y esto no deje bien parada a la institución y a ellos mismos.

Los expertos aseguran que es el síntoma de una sociedad en crisis, donde la violencia es la regla y no la excepción.

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