"Jacobo Timerman nunca mencionó que hubiesen hechos irregulares en Papel Prensa"

Durante su presentación ante ejecutivos del Grupo Clarín, su vicepresidente ejecutivo, Héctor Magnetto, distribuyó un cuadernillo de 48 páginas dividido en 5 capítulos (El Grupo, Los ataques, La propaganda, Papel Prensa y Ley de Medios), en los que se precisaron los argumentos del multimedios. Aqui algunos fragmentos del trabajo que circula desde hace algunas horas:

| 23/08/2010 | 19:08


Fragmentos del documento de Grupo Clarín:

"(...) Desde hace tiempo,los mediosde comunicación no oficiales son el centro de una ofensiva gubernamental inédita en tiempos de democracia.

El periodismo editorial y económicamente autónomo es blanco de ataques permanentes desde el Gobierno, sus referentes, y el multimedios oficial y paraestatal.

Los reiterados ataques contra periodistas y medios de prensa que desde hace meses se registran en la Argentina no parecen tener otro objetivo que el de ir estigmatizando y socavando la legitimidad de todas aquellas voces que no se alineen con la «agenda» y el «relato» oficiales.

En paralelo, y merced a un plan financiado con millonarios recursos públicos, se busca establecer un sistema de comunicación conformado por múltiples medios pero con una única mirada, en la que predomina sin matices el discurso oficial.

Esto se complementa con una serie de medidas legislativas, administrativas y de hostigamiento judicial que buscan afectar la sustentabilidad de los medios no oficiales, sus fuentes de abastecimiento o su imagen pública.

Así como varios artículos de la ley de radiodifusión apuntan a mutilar a los medios audiovisuales de relevancia y atomizar el universo comunicacional para hacerlos más dependiente de los recursos o la asistencia del gobierno de turno, las iniciativas para controlar la producción de papel de diario y el manejo discrecional de la pauta publicitaria oficial tienen el claro objetivo de favorecer a los aliados y perjudicar a los no adictos.

Si bien las tensiones entre la prensa y el poder político pueden considerarse habituales, la sostenida obsesión por embestir contra periodistas y medios excede ya lo tolerable dentro de un sistema democrático.

(...) El Grupo Clarín, sus periodistas y directivos vienen siendo uno de los principales blancos de la ofensiva contra los medios, alentada desde la cúpula del poder con discursos de tono violento y acciones concretadas valiéndosede organismos oficiales, desde los formales hasta los más oscuros.

Una serie de actos administrativos abusivos –cuando no ilegales– ordenados desde dependencias estatales como la Secretaría de Comunicaciones, el Comité Federal de Radiodifusión (comfer), la Secretaría de Comercio Interior, el Banco Central (BCRA), la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia (CNDC), la Comisión Nacional de Valores (CNVv), la Unidad deInvestigaciones Financieras (UIF) y la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), se complementan con declaraciones combativas, acusacionesinfundadas y una arenga sostenida en la que se marca como blancos amedios y periodistas.

La Ley de Medios, el plan para controlar el papel para diarios, el manejo de la pauta oficial, y la demonización de la prensa no afín al poder se inscriben dentro de una estrategia que no sólo apunta a desacreditar las opinionescríticas sino los propios hechos noticiosos que no son del agrado oficial.

Agrupaciones afines al Gobierno llevan adelante los escraches a periodistas y medios. Funcionarios y referentes políticos protagonizan los hostigamientos contra empresas y directivos. (...)

Papel Prensa es unaempresa privada conparticipación estatal minoritaria y, por ley, el Estado debería haberse retirado de la misma hace 20 años, ya que está obligado a vender suparticipación.

Papel Prensa abastece el 75% del consumo local de papel de diario. El operativo puesto en marcha por el Gobierno contra Papel Prensa es a los mediosgráficos lo que la de Ley de Radiodifusión a los audiovisuales, es decir, parte de un plan integral en ejecución para ejercer cada vez mayor control sobre la prensa, a través de sus insumos, licencias o fuentes de financiamiento.

Como los medios gráficos están fuera del alcance de la Ley de Medios, el Gobierno pretende ahora de forma ilegal y abusiva intervenir y controlar ala compañía que provee de papel a más de 170 diarios en la Argentina.

Papel Prensa es un emprendimiento industrial nacional que fue concebidoa fines de los años ‘60 con el objetivo de cubrir las necesidades de papel de diario de la prensa gráfica, de manera tal de minimizar la dependencia dela importación que, hasta ese momento, era la única fuente de abastecimiento y estaba sujeta no sólo a los vaivenes macroeconómicos y cambiarios sino a la imposición de cupos y tasas por parte de los gobiernos.

Esto había conducido, en distintos momentos históricos, a que el papel fuera utilizado para ahogar y presionar a los medios-

El decreto 4400 de 1969 establece la necesidad de instalar una planta de papel para diarios.

A través del decreto 43 de 1971 se conforma el pliego de bases y condiciones para el llamado a concurso.

En forma contemporánea se desarrollan otras iniciativas industriales de papeleras:

> Papel Prensa II, que nunca se concretó, y

> Papel del Tucumán,constituida por diarios del interior y luego comprada por el grupo Bulgheroni –que se concentró en fabricar papel obra, fuera de contrato– y más tarde se presentó en quiebra y fue vendida al Grupo Pierri.

A esos proyectos su sumó Fapel, un joint-venture constituido en 1974 por los diarios Clarín, La Nación y La Razón.

Más allá de evitar las sistemáticas fluctuaciones del dólar, fundamentalmente se buscaba consolidar la independencia económica de un insumo clave, evitando que el gobierno de turno generara condicionamientos destinados a controlar la opinión de los medios.

En 1972, mediante licitación, se realiza la adjudicación a Papel Prensa SA formada por Editorial Abril, de César Civita, César Doretti y Luis Rey, éste último propietario de la constructora de la planta.

En octubre de 1972, Papel Prensa firma un contrato con el Estado Nacional para integrarlo a la sociedad como accionista y éste otorga avales y préstamosdel Banade.

Con la designación de José Ber Gelbard como ministro de Economía en 1973 comienzan las presiones a Editorial Abril para que se desvincule del proyecto y venda las acciones, lo que finalmente se produce en beneficio de David Graiver. Este financista había sido funcionario del gobierno de Lanusse y estaba vinculado a Gelbard.

Entre marzo de 1975 y enero de 1976, Gravier compra el resto de las acciones que estaban en poder de los otros socios privados (Doretti y Rey). La participación societaria de Graiver se articuló con la tenencia directa de las acciones y a través de Galerías Da Vinci y de Rafael Ianover, quien actuabacomo su testaferro.

En agosto de 1976 Graiver muere en un accidente aeronáutico en México y al poco tiempo caen dos bancos de su propiedad, uno con sede en Bélgica y otro en Estados Unidos.

A partir de la quiebra de los bancos, los acreedores reclaman por las deudas al grupo Graiver, que se encontraba en cesación de pagos, iniciándose las tratativas para vender la tenencia accionaria en Papel Prensa SA.

La operación de compra de Papel Prensa fue difundida ampliamente en noviembre de 1976, incluso através del diario La Opinión, del cual era accionista el Grupo Graiver y que estaba dirigido por Jacobo Timerman, quien en dicho periódico reconoció que era una "ventajosa operación para el Grupo Graiver".

Timerman, fue director de La Razón (diario accionista de Papel Prensa) a partir de 1983 y nunca realizó mención alguna de supuestos hechos irregulares en la operación de compra.

De acuerdo con el contrato y al estatuto fundacional de Papel Prensa, el Estado debía retirarse de la empresa en un plazo de diez años contados desde el segundo año de la puesta en marcha de la planta, es decir, en 1990.

Sin embargo, ese incumplimiento se mantiene hasta la fecha.

La política comercial de la empresa en lo referente a precios, descuentos y cantidad contó siempre con la aprobación de los directores nombrados por el Estado y los independientes, con la única abstención de los directores de los diarios accionistas.

En la actualidad, Papel Prensa es una empresa privada en la que el Estado tiene una participación minoritaria, cotiza en Bolsa, y abastece a más de 170 diarios de todo el país en condiciones comerciales absolutamente abiertas y competitivas, con precios inferiores a los de otros proveedores y descuentos por volumen de hasta el 12%, menores a los de la industria papelera mundial.

Desde hace 23 años el arancel para la importación de papel es cero y el mercado se encuentra abastecido ampliamente, ya que la importación complementa con fluidez la oferta local.

No hay ningún tipo de restricción a la importación, y de hecho en la región hay una abundante oferta de papel a precios muy competitivos. Por ejemplo, Chile exporta tres veces lo que Argentina importa. El consumo total nacionales de 220 mil toneladas anuales.

Papel Prensa tiene una capacidad máxima de producción de 176 mil toneladas, y el resto se importa. El vaivén de los precios internacionales En reiteradas ocasiones el precio internacional se colocó por debajo del costo de producción y del precio de Papel Prensa. En esos períodos, tanto Clarín como La Nación desestimaron la opción de importar ysostuvieron sus compras a la empresa de la cual son accionistas, mientras que otros compradores viraron hacia proveedores externo


En septiembre del 2009, el Gobierno dio comienzo a una escalada para intervenir Papel Prensa. El secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, quien fue denunciado ante la Justicia por «abuso de autoridad» e «intimidación», reunió a los representantes del Estado en la empresa para ordenarles los pasos a seguir y les advirtió: «Afuera tengo a mis muchachos, expertos en partirles la columna y hacerles saltar los ojos al que hable», según denunció el licenciado Carlos Collasso, representante del Estado en el Consejo de Vigilancia de Papel Prensa.

Moreno, quien desde entonces encarna una sostenida ofensiva gubernamental para controlar Papel Prensa –con golpes, amenazas y aprietes incluidos– habló de la intención de «intervenir» la papelera mediante un Decreto de Necesidad y Urgencia y hasta mencionó la posibilidad de «expropiar» la empresa.

Los hechos fueron denunciados ante la Justicia, donde se alertó que desde el Gobierno se pretende «perjudicar a una empresa más del Grupo Clarín con el claro objetivo de intervenirla e incidir negativamente en su giro comercialpara bajar su valor, a los fines de su posterior compra o expropiación por partedel Estado nacional».

En agosto de 2010, la escalada llegó a un punto límite: Moreno, desobedeciendo una orden judicial, irrumpió en la empresa exhibiendo guantes de box y casco protector. Con la idea de apropiarse ilegalmente de la empresa, el gobierno elaboró uninforme, para lo cual ha inventado hechos que no ocurrieron y ha manipulado testigos para tergiversar la historia (...)".

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