Lunes 24, Obelisco vs. el Colón (2 años después): La batalla incultural

Un acontecimiento cultural, tal como es la reinauguración (con 2 años de demora) del bello y distinguido Teatro Colón, devino en conflicto político entre los Kirchner y Mauricio Macri. Curiosamente ninguno de los 3 es reconocido como un entusiasta de la música clásica ni de la cultura en general. Pero Macri irá al Colón y Cristina inaugurará un improvisado Central Cultural Bicentenario.

| 24/05/2010 | 09:30

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). El director general del Teatro Colón, Pedro García Caffi, afirmó que le daría “mucha pena” si la presidente Cristina de Kirchner no concurre a la inauguración, pero dijo no poner “en tela de juicio” los motivos de su decisión.

Según le dijo el funcionario a radio El Mundo, “el Gobierno de la Ciudad está devolviendo a la ciudadanía semejante faro que ilumina la cultura de los argentinos. Celebrar el Bicentenario tendría que ser una muestra donde las adversidades quedan para el otro día, el día de la celebración tenemos que estar juntos, no en una forma cínica sino para encontrarnos y celebrar”, dijo el ex Cuarteto Zupay, García Caffi.

Pero la presidente Cristina de Kirchner solamente inaugurará, a las 11:30, el Centro Cultural Bicentenario, ubicado en el ex Palacio de Correos, en la intersección de las avenidas Leandro N. Alem y Corrientes.

En la programación del Centro Cultural se incluyen numerosas muestras y conciertos de música de diversos géneros, organizados por la Secretaría de Cultura de la Nación, con entrada libre y gratuita.

Por ejemplo, ‘Revolucionarios de Mayo‘, una muestra del artista Ariel Mlynarzewicz, que retrata la vida de 10 personajes de la gesta emancipadora del siglo XIX.

El flamante centro cultural ofrecerá además una muestra sobre la vida cotidiana de los argentinos, que reúne indumentaria y objetos de distintas épocas, así como una serie de grabados curados a partir de la pregunta ‘¿Qué es un gaucho?‘.

En los días subsiguientes actuarán los artistas Horacio Fontova, Adrián Iaes y Roxana Amed, Jaime Torres, Carlos Vilo, Celeste Carballo, además de la Sinfónica Nacional.

En cuanto al Colón, donde se ofrecerá la ópera de Arturo Toscanini, La Bohème, aqui van 4 postales:

Patricia García en el diario Ámbito Financiero:

"(...) Tal vez Macri considere que exageró en la fórmula de confrontar con Néstor Kirchner al buscar el tono que le lleva adhesiones en su distrito, el más adverso al oficialismo. Quizá el Gobierno nacional en lo susceptible, pero la pelea por la foto en el Colón no sólo tuvo como desenlace el procesamiento del jefe porteño, quien acusa al kirchnerismo de armarle la causa. También hubo rencillas domésticas por el reparto de invitaciones a la gala, tal como anticipó este diario, con reserva del Gobiernode la Ciudad para cursar las entradas y el reclamo de la Casa Rosada por mayor cantidad y el compartir el acto cuando la Presidente confirmó que asistiría. Así es posible que el Gobierno considerara que quedaría reducida su presencia a la concurrencia del matrimonio Kirchner y los ministros, y terminara atrapado en un público opositor que no sabe si podría propinarle un mal rato.

De las 1.200 invitaciones que pretendía la Casa de Gobierno -la mitad de las posibles-, el macrismo cedió unas 140. Tras la decisión, del jueves pasado, de Cristina Kirchner de anular la cita por los dichos de Macri contra su esposo («habrá que estar», se quejó al aludir a la presencia de «su consorte» en la gala), el gabinete kirchnerista o bien no confirmó las invitaciones o comunicó que no concurriría.

De ese modo, Macri que será quien presida la reinauguración, compartirá el palco, en principio con su novia, Juliana Awada, que oficiará de primera dama; el vicepresidente de la Nación, Julio Cobos; el presidente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Ricardo Lorenzetti; y el presidente de Uruguay, José Mujica. Los organizadores completarán el palco con la asistencia de funcionarios del extranjero. Macri se reservó invitaciones personales, entre ellas para su familia, pero anoche desde la organización del acto se aseguró que Franco Macri no asistiría. En cambio, darán asistencia perfecta todo el gabinete porteño y los legisladores, aunque, además, habrá presencia de empresarios, según está previsto, como también la de Diego Maradona.

La lista de espera que se armó en la Ciudad se achicó a último momento al reemplazar las butacas destinadas al kirchnerismo. Ninguno de los gobernadores comprometió su presencia. Desde la gobernación de la provincia de Buenos Aires, se explicó que Daniel Scioli se mostró disgustado por declaraciones que consideró «desafortunadas». En cambio, confirmaron la asistencia Hermes Binner y Mario Das Neves, aunque de la oposición no irá el gobernador Alberto Rodríguez Saá. Curiosamente, esas discordias se disimularon, o no fueron tantas, en el festejo oficial. Al menos se vio al ministro de Cultura de Macri, Hernán Lombardi, en el palco de la inauguración de la feria sobre la 9 de Julio que abrió Cristina de Kirchner, o ayer mismo a otros funcionarios del macrismo en la misma tarima que Jorge Taiana, en una sintonía que resultó imprescindible para la organización de la muestra. (...)".


Diego Fischerman, en el diario Página/12:

"(...) Cuando Mauricio Macri asumió como jefe de Gobierno de la Ciudad sólo restaban las obras de escenario y platea, y las mismas hubieran sido más fáciles, rápidas y baratas de no haber sido detenidas durante más de un año. La restauración del Colón salió, aproximadamente, 100 millones de dólares. El gasto fue realizado por una ciudad colapsada en varias materias, entre ellas la cultural, como muestra la falta de financiación del Teatro San Martín puesta en escena por la burlesca fiesta de cumpleaños de la que fue partícipe en su afán por conseguir fondos. Lo que podrá indicar si el gasto fue justificado o no serán las respuestas a algunas preguntas pendientes. Dos de ellas se refieren, en concreto, a las obras realizadas. ¿Se hizo todo lo que se tenía que hacer?

Y, principalmente, ¿todo lo que se hizo se tenía que hacer? El Colón, 100 millones de dólares más caro que antes, ¿tendrá menos o más dificultades para producir? No debería olvidarse, en ese sentido, que el origen de estas reformas edilicias tuvo que ver con la comprobación de que su escenario y sus condiciones de producción eran obsoletas. ¿Lo son menos ahora? Si el único objeto de esta última parte de los arreglos fue tan sólo decorativo, el monto fue sin duda exagerado para las posibilidades de una ciudad como Buenos Aires. Y si en algo las condiciones de producción se hubieran empeorado, resultaría directamente inadmisible.

Pero allí es donde entra a tallar la cuestión más importante, en tanto atañe al destino final del teatro. Su actual director, Pedro Pablo García Caffi, asumió hace apenas quince meses y, con profesionalismo, consiguió armar una temporada con algunos puntos muy altos, como los del Abono Bicentenario que incluye a artistas de la talla de Barenboim, Yo-Yo Ma o el extraordinario pianista Andras Schiff. Su margen de acción era bastante escaso y aperturas de temporada que implicaran encargos especiales o coproducciones deberían haber sido decididos mucho antes de que él arribara a la función, cuando su antecesor desvariaba acerca de la “música linda” y la “música fea”.

Pero el inicio con La Bohème, de Puccini, y la gala inaugural incluyendo uno de sus actos y uno del ballet El lago de los cisnes, de Tchaikovsky, están lejos de ser simples concesiones a la posibilidad. Son mensajes. Y lo son hacia adentro. Hacia el público cautivo. Hacia muchos de los abonados que se sienten dueños del teatro y para quienes ese “como decíamos ayer” suena a bálsamo.

El Colón será lo que fue, y quienes dicen pagarlo sienten el derecho a imponer que así sea. Como todo razonamiento falso, basa una construcción impecable en un soporte equivocado. Y es que el recupero por ventas de entradas (que además no son sólo los abonos) de un teatro como el Colón difícilmente exceda el 15% de sus gastos totales (el Covent Garden, uno de los de mayor recupero, ronda el 20%). Lo que significa, lisa y llanamente, que el 85% de sus gastos es sostenido por el total de los contribuyentes, de los que los abonados representan aproximadamente un 1%.

Para poner las cifras en un plano más comprensible, si sólo se pensara un Colón para ese público, 99 personas estarían pagando los gustos de una sola. También en ese caso los US$ 100 millones resultarían una dilapidación. Para que eso no suceda, deberán mediar políticas que difundan y extiendan lo que el teatro hace, y diseñarse acciones destinadas a un público interesado en la cultura que, por ejemplo, concurre al Bafici o al Festival de Teatro o al Festival de Jazz. Un público al que el Colón había comenzado a hablarle durante la gestión de Sergio Renán, con la creación del CETC, con aquella Metrópolis de Lang con música en vivo de Martín Matalón o con el encargo y estreno de La ciudad ausente, de Gandini y Piglia, y al que, actualmente, no interpela en absoluto. (...)".


Guido Braslavsky en el diario Clarín:

"(...) La ira K contra Mauricio Macri no reconoce medias tintas. Detrás de la presidenta Cristina Kirchner, que se bajó de la histórica gala de reinauguración del Teatro Colón ante los "agravios" del alcalde porteño, se encolumnó -como no podía ser de otra manera- todo el Gobierno. Y una prueba de kirchnerismo será la no concurrencia esta noche.

"La idea es vaciar de representatividad nacional el acto en el Colón, como gesto de repudio a los insultos de Macri", admitió ayer a Clarín una fuente de la Casa Rosada. Fuentes del gobierno porteño indicaron por su parte a este diario que, por cómo viene el retiro de las invitaciones, están convencidos -y dicen lamentarlo- que nadie del Gobierno nacional dirá presente.

El mensaje a los aliados del oficialismo parece estar claro, al menos para el Gobierno. Tras descartar la presencia de ministros, fuentes de la Secretaría general de la Presidencia aseguraron que "no hubo de parte nuestra ningún llamado, pero suponemos que los gobernadores alineados entenderán el gesto y ninguno va a ir". Y reclamaron que no se atribuya al kirchnerismo haber inventado las "cosas malas" del mundo: "No somos los primeros que castigamos a gobernadores e intendentes descarriados, lo hacen todos los gobiernos", protestaron.

Daniel Scioli ya decidió que conocerá el Teatro Colón remozado en cualquier evento este año, pero no esta noche. Scioli, según pudo saber Clarín de fuentes muy próximas, tenía muchas ganas de ir y "valora muchísimo" el hecho cultural de la reapertura del Colón, pero privilegió "solidarizarse" con Cristina ante el "agravio a su investidura". Y se lamentó por la "politización" del asunto.

"Nosotros invitamos a todos los gobernadores, ex presidentes, ex intendentes de la Ciudad en períodos democráticos, que vendrán todos. Queremos un acto pluralista", insistió ayer ante este diario el jefe de gabinete porteño, Horacio Rodríguez Larreta.

La única duda en el Gobierno es el canciller Jorge Taiana, único ministro que ya retiró su tarjeta. Kirchnerista insospechable de indisciplina, si es que va, Taiana lo haría para acompañar protocolarmente a figuras extranjeras que estarán en primera fila, como el presidente uruguayo Pepe Mujica. Muy cerca del vice Julio Cobos. (...)".


Verónica Pages en el diario La Nación:

"(...) La controversia dejará butacas vacías en la majestuosa sala, lo que obligó a correr contra el tiempo para ampliar la lista de invitados. En ese agitado contexto, Macri y su gabinete recibirán a las personalidades que concurrirán al acto.

Los intentos de acercamiento entre las dos partes fueron infructuosos en las últimas horas. El jefe de Gabinete del gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, consideró "una lástima" que la primera mandataria no concurra a la función de gala y volvió a pedirle "que lo piense" y reviera su actitud.

La respuesta no se hizo esperar: el diputado oficialista Alejandro Rossi justificó la decisión de la Presidenta de no asistir porque "el jefe de gobierno agravió su condición de mujer". Y el subsecretario general de la Presidencia, Gustavo López, responsabilizó a Macri por el conflicto, al señalar que "le saltó la térmica".

Parte de la disputa se trasladó a la transmisión del acto, que estará a cargo de Canal 13, mientras que Canal 7 continuará transmitiendo lo que suceda en los distintos escenarios ubicados sobre la avenida 9 de Julio.

A 2 cuadras de allí, comenzará a las 19:00 la celebración de reapertura del Teatro Colón, con una propuesta al aire libre abierta para todo público. Se trata de una proyección en 3D (sistema mapping ) sobre la fachada posterior del teatro -sobre la calle Cerrito- de una suerte de documental histórico-musical, que recorrerá los momentos más importantes de la historia del teatro.

Habrá imágenes de archivo y entrevistas a personalidades de la cultura mundial. Según los organizadores, se trata de una puesta en escena de altísima tecnología jamás vista en la Argentina, para la que se alquilaron en el exterior nueve grandes proyectores de avanzada.
Cincuenta minutos durará la proyección, que estará acompañada por el trabajo de cien artistas que, desde un escenario ubicado frente a esa fachada posterior del teatro, intervendrán las imágenes de colores que "broten" de sus paredes.

Una vez que el espectáculo termine bajarán 2 grandes pantallas que mostrarán lo que minutos después comience a suceder puertas adentro.

Allí, pasadas las 20:00, con el Himno Nacional Argentino cantado por los presentes comenzará una velada que se suponía debía haber sucedido 2 años atrás, para el centenario del teatro.

La fiesta continuará con la presentación de El lago de los cisnes , a cargo del Ballet Estable y, luego de un intervalo, concluirá con uno de los actos de la ópera La bohème , título lírico con que se eligió comenzar la temporada dos días más tarde. (...").

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