Hacia el Bicentenario de los 2 Tedeum

Los Kirchner avanzan en una agenda de gran conflicto con la Iglesia Católica Argentina, tanto por el matrimonio de personas del mismo sexo como por el aborto libre y gratuito. Las diferencias entre el poder político y el eclesiástico es notable al comparar 2010 con 1910 y 1810.


CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). Entre los Kirchner y los clérigos católicos ya no hay enfrentamientos verborrágicos sino choques concretos en la agenda legislativa. Pero todavía se encuentra vigente el Concordato entre los Estados argentino y vaticano; y los privilegios constitucionales/administrativos del culto católico. Pero todo indica que si los Kirchner permanecen en el poder, modificarán también esas cuestiones.

Por ahora, la agenda es menos institucional pero no por eso menos impactante.

Joaquín Morales Solá en el diario La Nación:

"(...) El cardenal Bergoglio hará el 25 de mayo el primer tedeum de la historia organizado por la Iglesia (todos los otros estuvieron a cargo del gobierno nacional). El gobierno de los Kirchner hará el suyo en Luján. Una cadena de e-mails está llamando a los antikirchneristas a concentrarse en la Catedral de Buenos Aires en un acto más político que religioso. La jerarquía católica está muy preocupada por esa transferencia de la crispación al terreno de la religión."


Carlos Abrehu en el diario La Gaceta, de San Miguel de Tucumán:

"El arzobispo Horacio Luis Villalba abandonó la cautela que había observado en los últimos tiempos en Tucumán. Sorprendió la contundencia de su mensaje a algunos dirigentes políticos. A otros, no, en cambio. Villalba, además de titular de la arquidiócesis, es el vicepresidente primero del Episcopado Argentino,

Se entiende, entonces, que haya planteado un duro cuestionamiento a la agenda pública que se construye en los círculos políticos. El es el portavoz de mayor jerarquía de la Iglesia después del cardenal primado Jorge Bergoglio. Y en la relación con el kirchnerismo, las tensiones nunca se aplacaron del todo. Registraron picos de baja y de alza, aunque prevalece esta última tendencia.

Villalba ubicó el debate por el matrimonio gay en el contexto de una crisis de valores morales, y cuestionó que se haya erigido en un tema central del Congreso. El arzobispo, en sintonía con lo predicado por Benedicto XVI el jueves -la celebración de la Virgen de Fátima-, objetó la media sanción de la ley que modifica el Código Civil-. Reafirmó, en consecuencia, la institución del matrimonio heterosexual y el trato que se le asignó en la legislación civil antes de la innovación votada por la Cámara de Diputados.

El planteo del arzobispo enfoca directamente al Senado. Dos de los representantes por Tucumán anunciaron que rechazarán la ley que viene con media sanción: José Cano (UCR) y Sergio Mansilla (oficialista).

Es una pieza más

El tercer voto que aporta Tucumán es el de la senadora Beatriz Rojkés -hoy en Francia-, cuyo pronunciamiento será valorado de distinta manera. Ella, en verdad, está presente en cada especulación que se hace sobre un hipotético alperovichismo sin José, porque lo que haga tendrá impacto electoral. Si fuera positivo, ensamblaría con la mentalidad laicista que prevalece en el Congreso y que se refleja en la libertad de conciencia otorgada por los bloques. De ser negativo, encajaría con el pensamiento de quienes defienden las creencias tradicionales de la sociedad.

Sin embargo, el sitio especializado Parlamentario.com adelantó que Rojkés votará por el sí al matrimonio gay. De esa manera empalmará con la definición afirmativa que tuvo Néstor Kirchner en Diputados. Desde luego, el oficialismo hace números y confía en la sanción definitiva de la norma.

Esa ley no es que una pieza más dentro de la parafernalia electoralista de los K para 2011, y profundiza la política de distancia de la cúpula eclesial que practicaron los K en los últimos siete años. En la Iglesia también toman nota de los encuentros y los desencuentros con la Casa de Gobierno tucumana.

En los ámbitos eclesiásticos cayó muy mal la seca negativa del gobernador José Alperovich a retomar el diálogo con los autoconvocados de la salud, ante el llamado del arzobispo. Destrabar este enredo es obra de la política, por lo que lo razonable sería situar el diferendo en el terreno de la negociación. Hasta que Alperovich no vuelva de Francia se mantendrá el cuadro de huelga y la agitación callejera. (...)".


Despacho de la Agencia Informativa Católica Argentina:

"El arzobispado de Mendoza, presbítero Marcelo de Benedictis, lamentó "la confusión y desconcierto que generó la opinión emitida, a título personal, por el presbítero Vicente Reale, quien se manifestó a favor del “matrimonio” entre personas del mismo sexo.

El vocero arzobispal, presbítero Marcelo De Benedectis reiteró que para la Iglesia "este tipo de unión contradice leyes naturales", y subrayó que su posición es clara en este tema y está contenida en la reciente declaración "Sobre el Bien Inalterable del Matrimonio y la Familia", difundido por la 99ª Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Argentina.

"Cada uno es libre de tener una opinión formada, pero lo importante es defender los preceptos de la Iglesia, porque estamos seguros y profundamente convencidos de que esa es la verdad que nos reveló Jesús", sostuvo el portavoz.

Un bien inalterable

En abril pasado, el plenario episcopal reiteró que el bien del matrimonio y la familia es “inalterable”, y advirtió que “no hay una realidad análoga que se le pueda igualar”, porque “no es una unión cualquiera entre personas; tiene características propias e irrenunciables, que hacen del matrimonio la base de la familia y de la sociedad”.

Tras señalar que “corresponde a la autoridad pública tutelar el matrimonio entre el varón y la mujer con la protección de las leyes, para asegurar y favorecer su función irreemplazable y su contribución al bien común de la sociedad”, alertó que “si se otorgase un reconocimiento legal a la unión entre personas del mismo sexo, o se las pusiera en un plano jurídico análogo al del matrimonio y la familia, el Estado actuaría erróneamente y entraría en contradicción con sus propios deberes al alterar los principios de la ley natural y del ordenamiento público de la sociedad argentina”.

Los obispos manifestaron así la posición de la Iglesia ante el avance legislativo de proyectos de ley para permitir el mal llamado “matrimonio” entre personas del mismo sexo y hasta la posibilidad de que estas parejas puedan adoptar niños."

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